Parte 25

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Karina no podía creer lo que vi en la oficina de mi jefe y yo no hice hincapié para que se diera una conversación entre las dos. A parte debo terminar de enviar las invitaciones al personal de la empresa, está vez estan todos invitados a la fiesta.

Mi jefe estaba encerrado con su amigo en la oficina. Yo miro cada nada la hora, estoy algo inquieta e indecisa, muero de ganas que ya sean las seis para quedarme con él y conocer lo que me tiene preparado mi sexy jefe.

Llame a Katy para que me cuide a Mateo por el día de hoy. Muero por verlo pero sabía que tardaría con Scott aquí en la oficina, conozco a mi jefe. Le marco a mi pequeña. Tres repiques y contesta.

— Hola, Katy preciosa. Puedes quedarte hoy con mi gordito mañana me lo llevas a casa, por favor.

— Tía ¿Quién te entiende a ti? ¡Por Dios! Está bien. Te dejo ando algo ocupada —Dice colgando el móvil.

Terminé de enviar todas las invitaciones y cuadre la parte final del proyecto de las Bahamas, en poco presentaríamos la terminación de la documentación para los proveedores. Todo tenía que ser perfecto como hasta ahora ha venido pasando en beneficio para la editorial.

La hora tan esperada había llegado. Ya era el tiempo de irnos a casa. Me despedí de Karina le comente que he quedado con Scott, la muy pervertida quiere que luego le cuente todos los detalles de nuestro encuentro.

Estoy en mi asiento esperando que su amigo salga de la oficina, pero nunca me imaginé la sorpresa que esos dos me tenían lista. Nunca paso por mi cabeza que todo la tarde en ese cuarto de cuarto paredes estaban orquestando un plan contra mí.

Pase a la oficina de Scott cerrando la puerta sin seguro me había cerciorado que somos los únicos en la compañía o eso era lo que yo creía. No sabía de los perversos pensamientos de mi jefe. Me senté en las piernas de Scott y lo empiezo a besarlo muy apasionada de parte de él también venían besos llenos de pasión

Poco a poco nos despojamos de nuestras vestimentas. Para Scott era más fácil sacar mi ropa ya que solo utilizo un vestido mientras que yo batallo con su corbata, los botones de su camisa y demás. Scott me pide que me acueste en su mesa tapando mis ojos con su corbata. Yo solo me encuentro solo en bragas y sostén.

Empezó a besarme muy lento aunque se me hace extraño que no son los mismos labios, son de un sabor diferente así que me senté en la mesa descubriéndome los ojos sorprendida al notar que no era Scott quien me besaba sino Chris.

— ¿¡Que mierda es esta!? Scott —Grito muy enojada — Díganme.

— Cariño, te dije que te tenía una sorpresa. — Contesta con su típica sonrisa tumba bragas —. Haremos un trío ¿Te gusta la idea?

— ¿Cómo que un trío? Estas demente. Busca otra persona porque yo me largo, maldito idiota.

— Vamos Paula... a poco soy tan feíto para ti que no quieres hacerlo conmigo.

— ¡Dime! Paula. Que no lo miraste con deseo a mi amigo el día de la fiesta con las rubias en mi departamento. Te prometo que será placentero, cariño.

Por mi mente viajaron muchas cosas como: irme del lugar, agarrarlos a golpes aunque son dos hombres y me doblegaran fácil o aceptar aquella aberración de mi jefe que está más loco que una cabra y no está mintiendo cuando le digo pervertido.

Los dos me miran con cara de deseo esperando mi respuesta. Me lo pienso dos veces y al fin acepto su juego solo que mi jefe no sabe que me encanta jugar. Esta vez le voy a dar una lección a mi jefe que recordara toda la vida, pero la que él me daría a mí, me marcaría para toda la vida.

Culpable mi Jefe (Saga Culpable)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora