Pieles [+18] COMPLETADA

Capítulo 2

LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK ROWLING, solo Elizabeth es invención mía.

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Cogí ropa de recambio de las habitaciones y me fui al baño de las chicas. Encontré una ducha vacía y me metí, dejando mis pertenencias en la taquilla.

-Ha sido... el mejor sexo que he tenido en mi vida, te lo prometo.-decía una voz que venía de dos duchas más allá que la mía.         

-Que envidia, Romilda. Ojalá pudiera acostarme yo con Weasley.

-¿Con cual de ellos?-rió Romilda.- Si ya te has acostado con algún que otro pelirrojo, ¿no?                                          

-Si, me acosté con Fred. ¿O fue con George?

-Creo que fue con los dos.-parecía que se vestía.

-Cierto, aún recuerdo aquel trio.-rió la otra chica. ¡Era Angelina!- Como todos los Weasley sean igual de buenos en el sexo... no se con cual de ellos me voy a casar.

¿UN TRIO? ¿Hay gente haciendo trios y yo estoy aburridísima acostándome con mi novio? Por Merlín, ¡no es posible!

-Repetiría con Ron aunque me dijera de hacerlo en el Bosque Prohibido. No se de quien habrá aprendido a hacer todo lo que hace pero le doy mi enhorabuena.-dijo Romilda.

-Con quien deberíamos acostarnos es con Draco.-dijo Angelina

-¿Por qué?-preguntó Romilda- ¿¡También te has acostado con él?!

-¡Ojalá!-rió Angelina.-El otro día escuché a Parkinson decirle a su amiguita que Draco Malfoy estaba el primero en la lista de los tíos con los que se había acostado.

-La lista será infinita y él tendrá que ser buenísimo.-reía Romilda.- Bueno, ¿vamos?

Angelina debió asentir, por que escuchó un portazo al poco tiempo.

¿Por que narices todo el mundo estaba teniendo un sexo fantástico menos yo?

[…]

Al día siguiente, cuando me levanté, supe que algo haría que tuviera una mierda de día. (Soy bruja, supongo que puede que sea algo vidente también)

La mitad de chicas ya no estaban en sus camas, y la otra mitad estaba acabando de vestirse. Yo era del grupo inexistente que aún no se había ni levantado de la cama.

Intenté ir lo más deprisa posible, ya que tenía que desayunar y luego irme lo más deprisa posible a Encantamientos.

Lavander pasó como una flecha por delante de mis narices mientras me ponía la túnica y casi me estampa contra el suelo.

-Ni perdón ni mierdas, eh.-le dije mientras se iba, pero no tuvo la decencia de girarse.

En 10 minutos estuve lista, pero viendo que iba muy justa para desayunar, decidí acortar por un camino que me enseñó Hermione hace unos años.

Y fue en ese maldito instante en el que supe por que hoy iba a ser un mal día.

Al principio vi a una pareja empotrada contra la pared, ella con las piernas subidas a su cintura y besándose como si el mundo se acabara mañana. Pero en el momento que el chico se separó de su boca vi quien era. Mi puto Cormac novio.

Parece ser que la chica, que resultó ser la zorra que casi me estampa contra el suelo esta mañana,  Lavander, me vio por el rabillo del ojo, y empujó a Cormac, que en ese momento también me vio.

Pasé por el medio de los dos, mientras Cormac intentaba cogerme de la mano, pero yo era más rápida.

Finalmente salimos del pasadizo, que daba al rellano antes del Gran Comedor. Tuvo la suerte de que no me acordaba del escalón invisible y me tropecé con él. Cormac aprovechó  y me cogió de la muñeca, evitando así que cayera al suelo al tropezarme.

-Liz, no... no quería, ha sido sin querer.-me decía Cormac, suplicando.

-Sin querer, ¿enserio?-le grité enfadada.- Sin querer jamás me he morreado como si se acabara el mundo cuando tengo pareja, ¿sabes?

Noté que había un cúmulo de gente que nos miraba, pero me daba igual, por que en ese momento apareció Lavander, saliendo del pasillo.

-Y tu,-dije señalandola.- ¿no te puedes liar con tios que no tengan pareja? Será por tios, ¡joder!

-¿Que está pasando aquí, Elizabeth?

Me giré y me encontré a Harry con Ron, Hermione y Ginny.                   

-Nada Harry, vete. Te lo digo de verdad.-dije, viendo que se acercaba a Cormac.

-Yo... yo...-murmuraba el rubio.

-Escúchame bien, Cormac.-le dije, señalándole con un dedo el pecho.- Vas a acordarte de esto. No te lo perdonaré nunca, se acabó para siempre, ¿lo entiendes?

Me giré hacia Lavander, que aún seguía detrás de él y me puse delante suyo.

-Y tú, jodida por culo... espero que te vaya genial con él. Pero ten una cosa clara-me giré para que todo el mundo lo oyera.-: ¡el sexo con Cormac McLaggen es una mierda!

Dicho esto, dejé a mi ahora exnovio con la cara roja de la vergüenza y me fui sola al comedor.

Sorbí la nariz para evitar llorar. No había querido dejarlo, pero ahora sin duda, me arrepentí de no haberlo echo antes. No me merecía esto. Definitivamente, debería haber sido un asco de novia y haberlo dejado antes por que el pichafloja no sabía follar en condiciones.

Alguien se sentó de repente a mi lado. Ron.

Tenía la mano roja e inchada, y en ese instante tuve la sensación de que sabía que había echo.

-Por lo menos espero que le haya dolido más a él que a ti.-dije mirándole la mano y sorbiendo la nariz.

-De eso puedes estar segura.-dijo el pelirrojo pasándome una servilleta para que la usara como pañuelo.

-Toma, cazurro.-dijo Ginny apareciendo de la nada con un trapo con lo que supuse que eran hielos dentro.- Eres lo más bestia que he conocido.

-Iba a darle yo, pero se me ha adelantado.-dijo Harry sentándose delante mía con Hermione.

-El otro iluminado.-dijo la castaña.- ¿Te sientes mejor?

-Algo.-dije con la servilleta en la nariz, procurando ser lo menos ruidosa posible.

-Por lo menos ahora todo el mundo sabe que Cormac es un negado en la cama.-dijo Ginny riendo.

-¡Ostras!-gritó Harry.- ¿Pero eso iba en serio?

-Muy enserio.-dije con la nariz taponada.

 [...]

Las semanas siguientes pasaron con lentitud para mí, por que tenía que asimilar que Cormac no era la persona a la que creía querer, y eso fue algo duro. ¿Que clase de persona se supone que merece ser querida, cuando después de todo lo que ocurrió con Lavander empieza a salir con ella?              

A veces hablaba con Draco, cuando me lo encontraba por los pasillos o en las clases que coincidíamos. Era tan bueno que me sorprendía todo lo que lo habían llegado a criticar mis amigos, era muy diferente a la persona que tenía en mente. Pero yo sabía que no me hablaba con tanta educación por que si. Le había pillado muchas veces mirándome con deseo, como si quisiera meterse en mis bragas. Y probablemente algún día lo hiciera, pero no era el momento.