LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK ROWLING, excepto Elizabeth, que es invención mía.
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Iba tan deprisa que no me di cuenta de que había gente delante mío hasta que me estampé contra ellos. Menos mal que hay gente buena en el mundo y una de esas personas evitó que me cayera cogiéndome de la mano. Llena de aceite.
-¡Joder! ¡Lo siento!-grité.
-Liz, dime que lo que acabo de tocar no es nada raro.-dijo una voz conocida.
Levanté la vista y me encontré a Harry, Ron, Hermione y Ginny.
-Eh, no es raro, solo es... ¿aceite?-dije, sin saber donde meterme.
-¿Me puedes explicar que haces bañada de aceite?-dijo el moreno frunciendo el ceño.- Bueno no, mejor no me lo expliques por que no quiero saberlo. Va, ves a darte una ducha que vamos al Gran Comedor.
Sonreí cortada mientras me despedía de ellos con la mano y cuando me giré, noté que me cogían de la túnica.
-Elizabeth.-Ron. Me gustaba como sonaba mi nombre en sus labios.- Aún tengo más que enseñarte, y será pronto. Aunque por lo que veo ya se me han adelantado.-dijo oliéndome.- Hueles a sexo.
Me sonrojé y le clavé la mirada.
-Supongo que hay alguien que también quiere enseñarme.
-No te preocupes, que yo te enseñaré mejor.-dijo, ladeando una sonrisa.- Mañana por la noche quedamos en la sala común a las 12.
Y se fue, sin dejarme decir ni una palabra.
Las horas se me pasaron tan lentas al día siguiente. El reloj se movía a paso de tortuga, y no paraba de tamborilear los dedos contra las páginas de los libros, hasta tal punto que el profesor Snape tuvo que llamarme la atención. Pillé a Draco mirándome y me sonrió, lamiéndose los labios. Recordé los momentos de ayer y sentí casi el mismo calor. Fue en el momento en el que Hermione le pilló mirando que me dio un codazo, y me miró levantando una ceja. Ya está, ahora lo sabría.
Terminó pociones y fuimos a la sala común, donde nos encontramos a Ginny.
-Espero que me expliques que ha sido lo que he visto.-me dijo la castaña.
-¿Que ha pasado?-dijo Ginny.
Me rendí y les conté lo que sucedió con Draco, sin llegar a darles detalles muy íntimos.
-Osea, ¿que lo que me estás diciendo es que te has tirado a Malfoy y es un maldito as en la cama?-preguntó Ginny con los ojos abiertos.
-Si. Se que no os hace mucha gracia por que os cae fatal y tal. Pero no me neguéis que no está como un tren...
-No te lo niego, pero claro, os pillo así mirándoos en clase y mi cara ha sido de tonta.-rió Hermione.- ¿Y que vas a hacer con Ron?
-A ver... Él lo sabe. Quiero decir, sabe que me he acostado con alguien que no es él. Huele el sexo a kilómetros, por lo que veo.-expliqué.- Aún y así, quiere volver a acostarse conmigo, por lo que veo.
-Si te soy sincera, Liz... ¡Tírate a todo lo que puedas!-rió Ginny.
Reímos ante lo que dijo Ginny, y en ese momento me sentí mucho mejor. Es decir, nunca me había acostado con alguien que no fuera mi pareja, y menos con dos chicos que me dieran tanto placer.
[...]
A las 12 de la noche bajé a la sala común sin hacer ruido y me encontré a Ron en una de las butacas, mirando al fuego. Me escuchó, y se levantó. Me sonrió y me metió dentro de la capa invisible de Harry. Él se metió también conmigo y cruzamos el cuadro de la Señora Gorda.
Me llevó a un pasillo en el cual había estado hacía 24 horas.
-La Sala de los Menesteres.-murmuré.
Ron asintió y apareció una puerta por la cual ambos entramos. La habitación era completamente distinta a la que había el día anterior. Ésta tenía una cama infinita donde, por lo menos, podían dormir seis personas sin problemas. La cubrían unas cortinas de seda, y Ron me hizo meterme dentro.
-Quiero que me demuestres lo que sabes hacer.
No entendí a lo que se refería, pero me quitó la ropa en cuestión de segundos. Él no se quitó ninguna prenda, y me dejó a mi solo en bragas.
-Tócate.-me ordenó.
Y supe que quería que me masturbara para él. La sola idea me hizo retorcer de placer. Me senté de rodillas en la cama y empecé a tocar mis pezones para endurecerlos, sin dejar de mirarle. Me metí tres dedos en la boca y me los humedecí, haciendo que jugaran con mi lengua, y él se mordió el labio. Seguí tocando mi pezón con la mano izquierda y fui bajando los dedos de la derecha mojados por mi barriga. Fui bajándolos lentamente hasta llegar a mis bragas y empecé a tocar mi clítoris a través de la tela. Los pantalones de Ron estaban abultados, y eso me puso más caliente. Me mordí el labio y le di mi mano a Ron para que lamiera mis dedos, y así lo hizo. Empecé a meter la mano impregnada de su saliva por mis bragas y abrí mis labios vaginales, tocando mi clítoris, soltando gemidos. Me masturbé mirando a Ron con intensidad y, antes de llegar al orgasmo, le dije con la mirada que se quitara la ropa, y así lo hizo. Se la quitó en un momento y se quedó en calzoncillos.
-Eso... También.-murmuré como pude.
Se quitó por fin los calzoncillos y pude ver su gran pene completamente erecto.
-Tócate.-repetí lo que él me había pedido. Y así lo hizo. Empezó a masturbarse delante mío y fue algo inexplicable. Me masturbé viendo como él se masturbaba y me corrí mirando su pene moviéndose por el movimiento de su mano.
Me lancé a su boca y empecé a besarle como si no hubiera mañana y lo masturbé yo misma. Al cabo de unos minutos de jadeos, se corrió debajo de mi ombligo y fue entonces cuando me cogió por el culo, me levantó y me llevó fuera de la cama, me empotró contra la pared y empezó a follarme desesperadamente. Arañé su espalda y grité con ganas, mientras él tenía la cara puesta contra mi cuello y le notaba respirar. Cuando me corrí, cambiamos de postura y se tumbó en el suelo, me puso de espaldas a él tumbada de lado y me tocó mi clítoris mientras buscaba el agujero de mi vagina con su pene. Lo encontró rápidamente y movió sus caderas con lentitud pero embistiéndome con fuerza. Al rato se corrió, gimiendo fuertemente. Me quité su pene dentro de mi, me levanté y me puse encima de sus abdominales. Me masturbó hasta que me corrí encima suyo y sonreí.
-Esta te la debía.-dije, mientras expandía mis restos moviendo las caderas por su tableta.
-Me lo merezco, pero aún y así me da morbo.-dijo sonriendo. Me besó y soltó un suspiro.- Teniendo una cama tan grande y nosotros en el suelo.-rió.
-Tienes que enseñarme nuevas superficies.-reí también.
[…]
Íbamos dirección a la Sala Común cuando Ron me metió en un cuarto lleno de escobas y utensilios para limpiar.
-Ron, ya es tarde…-empecé.
-Escúchame. Me jode mucho que te estés acostando con Malfoy.-abrí los ojos y fui a responderle.- Se que no puedo reprocharte nada, por que todo el mundo es libre de acostarse con quien le da la gana, pero me fastidia tanto que el día que lo vea de nuevo mirarte como si quisiera arrancarte la ropa a bocados acabaré volviéndome loco. Así que dile de mi parte que se corte un poco.
Entre lo sorprendida que estaba y la rapidez de Ron que volvió a meterme bajo la capa invisible, no me dio tiempo a decir nada más.
Aquella noche pensé en lo que me había dicho Ron, y sentí algo en el estómago. Me costó dormirme y también una barbaridad levantarme, así que no pude desayunar y casi llegué tarde a Historia de la magia.
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Pieles [+18] COMPLETADA
RomanceElizabeth nunca ha disfrutado del sexo con Cormac, su pareja. Sin embargo, cuando descubre que le ha sido infiel decide dejarlo todo atrás y probar nuevas pieles. Lo que no sabe es que en el camino que recorre encontrará a un Gryffindor que le hará...