Pieles [+18] COMPLETADA

Capítulo 5

LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK ROWLING, excepto Elizabeth, que es una invención mía. Que lo disfrutéis.

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[...]

 Me senté en el sofá al lado de Harry, apoyando mi cabeza en su hombro.

-Ha sido el día más largo de mi vida.-murmuró el moreno.

-Y el mío. Maldita risotto.-dije.

-Se llama resaca.-apareció Hermione, sentándose al otro lado de Harry.- Risotto es una especie de arroz.

-Cierto. La resaca no me deja pensar.

-¿Me vas a explicar por que te estabas metiendo mano allí arriba?-dijo la pelirroja mientras se sentaba en el suelo, delante de nosotros.

-¡Ginny!-grité.

-¿Elizabeth?-me miró Harry, con los ojos muy abiertos.

-En la cama de Charlie.-dijo Hermione.

-Oh, ¡por Merlín! Me acusáis como si fuera algo horrible, pero estoy segura de que vosotras también lo hacéis.

-A mi no me mires, Harry se encarga de eso.-dijo Ginny.

-Ecs, demasiada información.-dije, algo asqueada.

-Yo lo hago, pero no en la cama de Charlie.-dijo sinceramente Hermione.

-No, seguro que lo haces en la de Percy.-dijo el moreno.

Hermione se sonrojó.

-Oh, ahora si que acabáis de traumatizarme entre todas.-dijo Ginny.

-¡No me mires así! Si duermo en la cama de Percy, ¿que quieres que haga?-se excusó Hermione.

Harry y yo rompimos a reír mientras Hermione se sonrojaba cada vez más y Ginny negaba con la cabeza.

De repente, vi a Ron apoyado en las escaleras mirando la escena. Me hizo un gesto con la cabeza para que fuera, y así lo hice.

-¿Que pasa?-dije, apoyada en la barandilla.

-Mañana todos se van a ver la tienda de Fred y George.

-¿Y?

-Tu no vas. Y yo tampoco.-dijo antes de que pudiera protestar.- ¿Has echo lo que debías hacer?

-Si.-asentí, algo cortada.- Estaba a punto de llegar al final pero tu madre entró de repente.

-Vale, entonces ya se el por qué del cachondeo de lavarse las manos.-dijo riendo.

-Ahí lo tienes.

-Bien...-giró la cabeza hacia fuera, para mirar si alguien venía.- Ahora vamos a dar algo de práctica.

-¿Y la teórica?

-Nos la saltamos.

Se acercó a mi y me besó en los labios, sujetándome el cuello para acercarme a él. Me introdujo la lengua y empezó a jugar con la mía y se me escapó algún que otro gemido, sobretodo cuando me pegó contra sus partes y empezó a moverlas, de tal manera que sin quererlo, empecé a ir a su ritmo yo también. Follando con ropa. Sentí su pene que empezaba a endurecerse contra mi pubis y en eso momento quise que me empotrara contra la pared y que me hiciera lo que nunca antes nadie me había echo.

Pero como todo lo bueno se acaba, este momento también lo hizo. Se separó y lamió sus labios que tenían saliva mía.

-Mañana tendrás lo tuyo.-murmuró.- ¿Fresas o uvas?