Pieles [+18] COMPLETADA

Capítulo 13

LOS PERSONAJES PERTENECEN A JK ROWLING, excepto Elizabeth, que es inveción mía.

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[…]

Al día siguiente, los Weasley nos llevaron al Callejon Diagon y pudimos ver ya por fin la tienda de Sortilegios Weasley. Había tantas tantas cosas, que quería llevármelas todas. Aunque dado que la mayoría no podría llevármelas a Hogwarts por que Filch había estado registrando nuestras pertenencias al entrar y al salir del castillo, solo me pude llevar la mitad de lo que quería.

Mientras los demás estaban mirando, Ginny, Hermione y yo, salimos de la tienda cargadas de bolsas y decidimos pasear por el Callejón.

Vimos una tienda que parecía algo estrafalaria, con las luces rojas del aparador muy oscuras y con maniquíes que se movían solos, vestidos de… ¿Qué era eso?

-Son oficios muggles.-explicó Hermione, viendo nuestra cara de confusión.- Ese de allí es de enfermera, para los magos una sanadora.

Siguió explicándonos en que consistían todos los trajes, mientras la pelirroja y yo la escuchábamos con atención.

-¿Entramos?-preguntó Ginny.

Y en el mismo momento en que Hermione asintió y entramos, caí en cuenta del tipo de tienda en la que estábamos.

Todo estaba lleno de más maniquíes con uniformes y… ¿penes de plástico?

-Chicas, esto no es buena idea…-les susurré.

De repente, se acercó una chica que no aparentaba mucho más de 20 años, con el pelo de color verde, llena de tatuajes que se movían en su piel y con muchísimos pendientes en las orejas.

-¿Puedo ayudaros? Os veo algo perdidas.-dijo.- ¿Tenéis pareja las tres?

Asentimos, embelesadas por su extraña belleza.

Espera. Un momento.

-Bueno, yo no tengo…-le dije a la dependienta.

-No tiene novio pero si follaamigo.-explicó Ginny.

Tierra, trágame.

-Estupendo. Esos son los mejores. Seguidme.-sonrió la chica, guiándonos hacia dentro de la tienda.

Prometo que jamás en mi vida había visto tantos penes de plástico. Había desde los más grandes hasta los más chiquitines, de diferentes colores y formas.

-¿Un pene en forma de lechuza? ¿Quién narices se mete una lechuza por ahí abajo?-dijo la castaña.- En mi vida he visto consoladores así.

-Este vibra.-explicó la chica del pelo verde.- Es un vibrador. Placentero al cien por cien.

-Estoy alucinando.-dije.- Hermione, ¿se puede saber como sabes tanto de esto?

-Cerca de donde yo vivo hay alguna que otra. Esenciales para el sexo, supongo.

-Y no te falta razón. La mayoría de cosas que veis aquí son invento de los muggles. Ellos si que saben como disfrutar del buen sexo.-rió la vendedora.- Venga, voy a enseñaros lo que normalmente se llevan las chicas de vuestra edad.

No me preguntéis como, pero todas salimos de la tienda al menos con un par de cosas.

Me había comprado un lubricante de fresa y un vibrador de color morado. No se si algún día de mi vida lo iba a usar, pero la dependienta me aconsejó que si mi follaamigo (es decir, Ron) tenía mucha confianza conmigo, iba a gustarle que lo usara con él.

[…]

Después de las compras realizadas y de que los gemelos cerraran la tienda, volvimos todos a la Madriguera.

Estábamos todos comiendo la sopa de cebolla que tan ricamente hacía la señora Weasley cuando de repente…

-¡Ay!-gritó Hermione.

Todos giramos la cabeza para mirarla, extrañados y confusos.

-Cariño, ¿te encuentras bien?-preguntó Molly.

-Si, no te preocupes. Ha sido un calambrazo.-dijo la castaña avergonzada.- Joder ostia puta.-se agarró a la mesa mientras cerraba los ojos.

Me dije que no podía ser verdad que Fred y Hermione estuvieran usando el pequeño vibrador con mando incluido delante de toda la familia Weasley.

Mis dudas se confirmaron cuando vi a Fred con el mando debajo de la mesa y una sonrisilla traviesa en la cara.

-Bonita, será mejor que subas a descansar a la habitación, que no te veo muy fina…-dijo la señora Weasley.

-Ya la acompaño yo.-guiñó Fred el ojo.- Ya he terminado.

De verdad que cuando pensaba que nada podía sorprenderme más, aparecía algo que me hacía replantearme todo.

No estoy segura de si yo hubiera tenido el valor de hacer eso. De todos modos, mi vibrador estaba arriba y algún día tendría que usarlo con alguien. Esperaba que con Ron.

-Liz, tienes que hacerme un favor.-me pidió Ginny al terminar de recoger la mesa.- Déjame tu cuarto, por fa… Ron no me va a dejar a solas con Harry en su cuarto, es demasiado protector y Hermione está usando el de Percy con Fred. Por fiiiii-me suplicó.

Reí y asentí, cediéndole mi cuarto. Supongo que querrían estrenar lo que había comprado. No tengo ni idea de como se llamaba, pero sé que era para que lo usaran ambos mientras se acostaban. Enserio, estos muggles son la leche. No somos ni la mitad de listos que ellos en fabricar objetos sexuales.

Subí al cuarto de Percy y me cambié de ropa, poniéndome unos leggins con una camiseta de tirantes básica. Recogí todo lo que había comprado y lo saqué de la habitación.

Antes de preguntarme donde iba a irme ahora, lo supe.

“Al cuarto de Ron”-pensé, con una sonrisa