012 (Jane Hopper y Tú)

011

Capítulo dedicado a @DarlKammala

Pov Brenner

Estaba haciendo pruebas con el sujeto 011 cuando escuché que alguien tocaba la puerta, emití un "pase" y entró un chico.

—Señor, la Señora Liliana ha llamado para decir que la niña está lista-asentí, el chico cerró la puerta y se fué

Mire a 011 quién miraba mis acciones atenta.

—¿Qué pasa no quieres una hermana, no lo sé talvez un 012?-pregunté mientras acariciaba la mejilla de 011, ella parecía incómoda; 011 asintió con el ceño fruncido, hice que se la llevarán a su habitación mientras ella gritaba y se resistía

Pov _______

Estaba sumergida en mis pensamientos, recordando todo lo que Katherine había dicho acerca de aquel hombre y sus advertencias, escuché una pequeña carcajada proveniente de el hombre parado frente a mí, la cual me hizo salir de mi "trance".

—Hola, soy Brenner, Martín Brenner- estiró su mano para estrecharla con la mía, pero al ver que yo no correspondía su saludo, así que agarró mi mano y me obligó a estrechar la suya- pero puedes llamarme papá o Martín-abrí la boca para hablar pero no pasaba nada por mi mente, así que dije lo obvio
—Creo que es muy pronto para llamarlo "papá", así que lo llamaré Martín- eso salió más seco y frío de lo que esperaba- aparté mi mano bruscamente de la suya, no podía confiarme a la primera y mucho menos sabiendo lo que Katherine me dijo
—Vamos, sube al auto para que te pueda enseñar tu nueva casa- me abrió la puerta tracera del auto y entré
—Gracias- susurré y el solo asintió

Martín se adentro en el auto junto a su "esposa", ella no había dicho nada durante todo el camino así que decidí ser yo quien le dirigiera la palabra.

—¿Cuál es su nombre?- le pregunté a aquella señora, ella pareció sorprendida al escuchar mi voz dirigirse a ella
—...yo...- ella pareció pensar pero una voz la interrumpió
—Ella se llama Martha- Martín contesto por ella y a ella no pareció importarle, la mujer solo siguió en lo suyo- a ella no le gusta hablar mucho- asentí dudosa

Después de esa pequeña conversación todo el camino estuvo en silencio, me dediqué a observar la ciudad por la ventana del auto, ví una casa y fuera de esta había una mujer de unos 40 años, ella parecía estar nerviosa y tenía un cigarrillo en la mano mientras hablaba con el que supongo era el sheriff de la ciudad por su uniforme. A unos metros de esa casa se encontraba el departamento de energía de Hakwins, ese nombre, "departamento de energía de Hakwins" se repetía una y otra vez en mi mente recordando aquel trágico suceso, el auto se adentro a ese edificio, lo único que pasaba por mi mente era confusión, realmente no entendía que hacía allí.

—¿Que hacemos aquí?- mi cara demostraba completa confusión y tal vez un poco de enojo
—Bienvenida a tu nuevo hogar- dijo con una sonrisa cínica y aquella sonrisa llena de amabilidad de hace unos momento ya no existía

Martín estacionó el auto y se bajó de este, la mujer repitió la acción, yo no pensaba bajarme, no sin saber que iba a pasar.

—Bájate- ordenó Martín con voz firme
—No- dije sería y al igual que el firme
—Vaya, al parecer no eres tan fácil de controlar como la otra- su cara mostraba orgullo
—¿La otra?- pregunté, ¿Cuál otra?, Katherine tenía razón, siempre tuvo razón, hay más como yo
—Sáquenla y llevenla a su habitación- ordenó, pero no entendía para quien era la orden, hasta que ví que un hombre abrió la puerta tracera y sentí como me agarraba los pies y me sacaba a la fuerza del auto, caí en el duro y frío concreto sintiendo como mis huesos se aplastaban

El hombre me cargó como un costal de papas y la mujer que se suponía era la esposa de Martín Brenner iba al frente, caminamos... mejor dicho ellos caminaron mientras a mí me cargaron hasta una habitación completamente blanca, parecida a la de un hospital.

—Ponte esto- aquella mujer me lanzó una bata de laboratorio en la cara
—No lo haré- hablé con determinación
—¿Acaso quieres que uno de estos hombres lo hagan por ti?- señaló a un par de hombres que se encontraban parados tras de ella
—No- susurré cabizbaja, con rabia y apretando la mandíbula
—Eso creí, ahora ponte la bata y cuando estés lista el doctor Brenner vendrá hablar contigo- cerró la puerta tras decir eso

Me puse la bata y minutos después el hombre que me había traído a este laboratorio estaba dentro de la habitación.

—¿Sabes porque estás aquí?- me miró y sonrió
—¿Te parece que lo sé?-rodé los ojos
—Estas aquí porque fuiste elegida y eres especial
—No soy especial- dije con los dientes apretados
—¿Cómo te llamas niña?, Hasta ahora no me has dicho tu nombre
—Soy ______ Cooper- lo mire seria
—Ya no eres una Cooper, ahora eres una Brenner- dijo sin dejar de mirarme a los ojos, intentando convencerme
—¡Jamás!— escupí en su cara con desprecio
—No debiste hacer eso-se limpió la cara y me miró furioso- ésta acción tendrá consecuencias tarde o temprano
—No te tengo miedo- aseguré

Salió y cerró la puerta, me lavé los dientes, me bañé y me dormí.

En la mañana

Había soñado algo extraño, no entendí el porqué pero había soñado que un hombre con bata blanca y el doctor Brenner habían entrado a mi habitación mientras dormía y me había inyectado un líquido espeso con un color extraño.
Al recordar eso me mire el brazo pero no había nada, ni siquiera una marca de presión; así que sólo pensé que había sido sólo un sueño, el sueño más raro que había tenido hasta ahora.

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Espero que les esté gustando

*C va* ; )