Capitulo 10

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Tocó el despertador y salté de la cama como un resorte, las 6 de la mañana, las demás seguían dormidas, así que silenciosamente para no despertar a Helen me puse unas mayas negras y un top azul clarito, unas zapatillas de deporte de diferentes colores, pero que eran bastante llamativas y una sudadera encima blanca, me hice una coleta alta y cogí mis cascos de Bluetooth, los conecté y salí de allí, fuí al exterior del edificio y salí del campus, empecé a correr, había muchos lugares que recorrer y ahora que conocía un poco la ciudad, creo que podría salir sin perderme, pero me equivoqué, me perdí de todas formas, aún que bueno, en Inglaterra también me perdía, a pesar de haber recorrido esas calles 1000 veces, era demasiado despistada, paré y me senté un poco, abrí el Google Maps y busqué la ubicación, pero la cobertura no iba muy bien

-¿Te pasa algo?- giré la cabeza y me quité un casco
-¿Que haces tú aquí?
-No eres la única que sale a correr, ¿Sabes, egocéntrica?
-Yo no soy egocéntrica- sonrió con autosuficiencia y yo rodé los ojos mientras no pude contener la sonrisa
-Un poco sí- se sentó a mi lado
-También soy un poco bastante despistada así que... Podrías...
-¿Ayudarte a volver?- asentí a regañadientes, parecía que siempre que necesitaba algo el único que podía ayudarme era él, me caía mal, por si no lo sabíais ya- no me lo has pedido por favor
-¿Sabes?, Que te den, ya buscaré la manera de volver- dije molesta
-Está bien, te ayudaré, además es la hora de volver casi, ¿No querrás llegar tarde a historia, doña perfecta?- respiré profundamente, este hombre me sacaba de quicio, pero necesitaba volver, si no le habría tirado al lago que había a escasos metros, lo juro
-Te juro que estoy haciendo todos los esfuerzos de voluntad posibles para mantenerme tranquila y que nadie salga herido de aquí- se rió y se levantó
-Vamos, levanta, quiero ver si de verdad aguantas sin parar hasta la universidad, pero supongo que tendré que bajar el ritmo
-Ni de coña, llegaré antes que tú
-No lo creo
-En cuanto sepa dónde estoy, correré a mi ritmo y te dejaré atrás, te ganaré
-Pues vamos

Empezamos a correr, la verdad que sí que iba rápido, normalmente yo iba mucho más lento, en ocasiones me quedaba un poco atrás, pero me negaba a que ese engreído me ganase, no quería que me lo restregase por la cara, ya lo haría yo
Empecé a reconocer algunos edificios y 5 minutos después estábamos llegando, ya la veía, así que me mantuve detrás de él y cuando faltaban unos pocos metros corrí a toda la velocidad que pude y le gané

-¡Te gané!, Te lo dije- dije mientras intentaba recuperar la respiración, y él también estaba cansado, osea que eso quería decir que él tampoco va tan rápido siempre, lo hizo porque yo estaba con él, farsante...
-Eso es juego sucio, no me lo esperaba de ti Madison- reí
-Pues se nota que no me conoces, haría cualquier cosa con tal de que tú no me ganes
-Habrá sido suerte
-Ya claro- empezamos a caminar hacia la puerta del edificio- admítelo, tu estabas que no podías más con tu vida
-Ni tú
-Yo lo admito, pero te he ganado- remarqué bien el "ganado" para restregárselo
-Yo quiero una revancha
-Mañana por la mañana, yo salgo a las 6:15 más o menos
-Está bien, mañana te esperaré abajo
-Bueno, de momento ahora yo voy a ducharme y a desayunar que tengo muchísima hambre
-Sí, buena idea, esto de tener que salir sin poder comer me mata
-Sí, bueno, hasta luego- se despidió con la mano y yo le correspondí el gesto y me fuí a mi habitación

Estaba muy cansada, hacía bastante que no salía a correr, y menos a ese ritmo, me desnudé por completo y entré en la ducha, seguí el mismo procedimiento de siempre y luego me puse mi crema cuando ya me había secado un poco, salí a coger ropa, eran las 7:20 y las demás estaban despiertas ya, se las oía gritar y correr de un lado para otro, yo seguí a lo mío y volví al baño a vestirme, me puse unos vaqueros blancos, un jersey rosa pastel ancho y una cazadora vaquera azul claro encima, junto con mis inseparables Vans Old School negras, me alisé el pelo y me hice unas hondas, me maquillé igual que siempre, con la raya y el rímel, me eché mi perfume de vainilla y salí del baño, pero lo que me encontré allí fué un desastre

The PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora