Capitulo 12

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Pasaban las horas, eran las 6, Declan todavía no había llegado, si veía aquí a Maddie no quiero pensar lo que sería de mí, me reí

-¡No!- me giré rápidamente asustado, era Maddie, tenía la respiración entrecortada, la mirada fija en un punto y agarraba con fuerza la manta, estaba inmóvil, me acerqué todo lo rápido que pude y me senté a su lado, seguía inmóvil, se la podían ver pequeñas gotas de sudor en la cara
-¿Estás bien?- pareció salir de su trance y me miró como si no supiera dónde estaba
-Sí, sólo fue una... Pesadilla, nada importante
-¿Segura?- asintió, me iba a levantar cuando me agarró de la mano
-¿Qué hora es?
-Las 6
-¿No han llegado?- negué- dios, no quiero causar más problemas...- se puso las manos en la cara y las resbaló hasta su pelo, tiró de él
-Tranquila, coge una sudadera y cámbiate, la camisa está algo húmeda- asintió y se levantó, dejándome ver sus piernas, buscó en el pequeño armario y cogió una sudadera amarilla- ¿Tienes el pelo rizado?- lo tocó comprobándolo y sonrió para sí misma
-Igual que el de mi madre- se giró y entró al baño, yo aproveché para cambiarme, me quité las zapatillas y los pantalones y me puse unos pantalones de deporte, al poco salió ella con la camisa en la mano y me la tiró a la cara, pero la cogí
-Casi
-¿Te dejo ropa y así me tratas?
-¿Es tuya?
-Sí- se encogió de hombros divertida y yo negué con una media sonrisa- duerme
-No puedo, ya me desperté
-¿Y qué?
-Una vez que me despierto no puedo volver a dormirme, no sé la razón, pero ahora podría pasarme horas y horas con los ojos abiertos y nada
-Dios que rara eres- me tiré en la cama de Declan
-Me lo suelen decir, gracias
-No era un cumplido
-Lo sé, me aburro- la miré extrañado
-¿Y qué quieres que haga yo?
-Yo que sé, hagamos algo- la miré pervertido- Dios, ¡No!, No contigo
-¿Por?
-Eres el mejor amigo de Declan, es... Raro y te odio
-Si, pero él también es tu amigo y además, hace unas horas admitiste que no tanto
-Ya pero es como si fueramos hermanos, nos criamos juntos desde siempre y aún te odio un poco por tirarme al agua
-A ver, ¿pero dónde os conocisteis?- zanjé el otro tema
-Es una larguísima historia, verás, nací en España, en el sur, pero inmediatamente fuí a Inglaterra, digamos que mis padres estaban como de viaje y les pilló de improvisto, Declan y yo éramos vecinos y siempre jugábamos juntos, años después él se trasladó aquí por algunos problemas y yo... me quedé allí, pero hace un mes me obligaron a venir aquí, mi padre me echó de casa y me dijo que no volviera hasta que madurara
-¿Tú?, ¿Madurar?
-Ya te lo he contado, antes me drogaba, y bebía descontroladamente, 5 comas etílicos, casi no salgo de los tres últimos, pero supongo que hay alguien ahí arriba que cuida de mí- sonrió con sinceridad mirando al suelo- tuve 2 sobredosis y aquello casi acaba conmigo, lo dejé, dejé las drogas, pero no la bebida ni el tabaco, aún que me controlé más, durante esos años, la droga empeoró muchísimo el Lupus, pero todavía tenía un nivel medio, hace un año o así volví al médico por un ataque, me enteré de algo muy fuerte, y las inyecciones no funcionaron, estuve una semana ingresada, desde ahí volví con las fiestas, la bebida y fumar sin control, cada día eso iba a más y a más, me diagnosticaron que el Lupus podía acabar con mi vida sino lo trataba, pero pasé de ello y durante la siguiente semana lo único que hice fue ir a fiestas, pelearme con gente, destrozar coches de mi padre, acostarme con mucha gente, a día de hoy sigo bebiendo y fumando, lo que no me ayuda, pero me da igual... Un día antes de llegar a Cleveland, mi padre anunció algo durante una de sus fiestas que me dejó paralizada, ni siquiera se había molestado en decírmelo antes, llamé a un montón de gente que vino a mi casa, echamos a los allí presentes y me monté mi propia fiesta, fué épica, pero a la mañana siguiente recibí la noticia de que me iba a largar de allí, que no volvería hasta que el curso no terminara, y que quería que volviera a ser yo, la de siempre y que madurara, pero me da la impresión de que mi propio padre pasó de mí hace mucho tiempo y ahora lo único que quiere es sustituirme y olvidarse de mí- terminó con un suspiro y con la mirada en el suelo, jugando con un mechón de su pelo
-No lo creo, en fin, a ver, el odio es mutuo, aún que últimamente ya no hay tanto, ni siquiera somos amigos del todo, y créeme que yo no cambiaría nada de tí, en fin, eres una cabezota sin sentimientos con un carácter demasiado difícil para cualquiera, pero también eres divertida y una persona que en lo más profundo de ella, tiene un corazón después de todo
-¿Gracias?- dijo alzando una ceja sin estar muy segura de porqué me lo agradecía
-Oye que he dicho que tienes corazón- dije riéndome, ella me tiró una almohada y yo se la devolví
-¡Eeeh!- reí, estaba despeinada, se volvió a hacer el moño, de repente la puerta se abrió y Declan pasó, dios, yo no quería morir hoy
-¿Qué pasa aquí?- miré el reloj, las 7:30
-Nada, lo juro- levanté las manos en señal de inocencia
-No ha pasado nada Dec, sólo que este imbécil me tiró al agua y me acompañó al hotel para que no viniera sola y como no tengo la tarjeta porque la tiene Fede, me dejó quedarme aquí y algo seco de ropa para no coger una pulmonía- se levantó y le dió un beso en la mejilla
-¿Las chicas?
-Venían detrás
-Vale, adiós chicos- cogió su vestido y se fué, se oyeron voces al otro lado, de las chicas supongo
-Espero que sea verdad, porque como me entere de lo contrario...- rodé los ojos y volví a mi cama de un salto, me metí entre las sábanas y dormí por fin
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LS ♀️

The PrincessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora