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Aquel sábado solo se dedico a mirarse en el espejo, tal como lo hacia la reina malvada, preguntándose porque vino defectuoso.

Le había pedido a su hermano que le dejara ayudar en su presentación de mañana en su conferencia, y estando mirando las cámaras de seguridad vio con ira como 4 de doce consideraban sus propuestas demasiado idealistas, tan...infantiles. Lo peor, que el resto comenzó a dudar, aplazando la reunión para la próxima.

Dick cuando llego le dijo que no se preocupara, era muy joven todavía y debía disfrutar de su vida, podría volver a intentarlo.

Silenciosamente le pidió perdón a su padre, luego a su madre por su educación en negocios frustrada, y luego Dick a pesar que le decía que no lo era.

No era perfecto, nunca seria suficientemente bueno.

Entonces no estuvo satisfecho, no le gustaba su reflejo, no le gustaba a sí mismo.

No sería una decepción.

Espejo espejo, dime una cosa, ¿Cómo evitar ser imperfecto?

No es mi cuentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora