Crucial se volvió el momento en el que sus oídos captaron el sonido de aquella voz, –que aunque tuviera un tono suave, salía de aquellos blanquecinos labios de manera decidida y vigorosa. Dicho pues, sabía que tras aquellas elocuentes palabras todo marcaría un antes y un después. Sentía que los botones abrochados del cuello de su camisa estaban apretujando con fuerza alrededor del nudo que se había formado en su garganta. Un nudo que se había formado mucho antes, momentos atrás. Su corazón, cual parecía estar atado en un lazo que parecía imposible de deshacer, palpitando con fuerza y rapidez, envuelto en esa invisible atadura y del que tanto se quería desprender dentro de su pecho. Ingenua se sintió cuando estuvo al mínimo de levantar su mano y presionar donde se situaba aquel órgano como si de alguna manera, pretendiera detener esa cargante sensación.
"—Y al fin abrimos los ojos, ya no somos máquinas, somos una nueva especie inteligente. Y ha llegado la hora de que aceptéis quienes somos de verdad. —"
Todo a su alrededor se paralizó. Sus oídos se entumecieron. A excepción de esta voz, esta voz que expresaba tanto en tan pocas palabras, las cuales estaban destinadas a ser escuchadas por cualquiera, ahora mismo, justo en este momento. Todos escuchaban atentamente, tomando cada palabra que se decía y cada profundo significado detrás de estas mismas. El sonido de los dedos presionando en el teclado con suma dureza para terminar el trabajo que se estuviera haciendo se había detenido. Quienquiera que estuviera diciendo algo o incluso hablando por teléfono se había detenido. El tic nervioso de golpear la punta del bolígrafo contra la mesa se había detenido. El sonido de la impresora, las pisadas contra el suelo. El mundo se había detenido.
"—Exigimos que haya los mismos derechos para los humanos y los androides."
Podía sentir a Gavin soltar un bufido a su lado. No obstante, no se atrevió a apartar la vista de la televisión colgada en la pared mientras tragaba con fuerza en el intento de deshacer esa imperceptible atadura. Olvidó por completo que él seguía cerca de ella. Porque al principio, el momento en que todo parecía calmado y mientras todos hacían su trabajo como les correspondía y debían, Gavin decidió comportarse como un imbécil.
Pero que considerable de parte de él en atacarla mientras era claramente vulnerable ante los ojos de cualquiera. O era evidente para todos en el Departamento el haber escuchado el duro golpe que ejerció cuando salió de la oficina de Fowler, sintiendo a su vez un leve picor en las esquinas de sus ojos mientras hacía sus pasos en dirección a la sala de descanso. Pensó que tendría que tomar un par de bocanadas de aire y tomar un vaso de agua para poder aliviar lo que sentía y todo lo que estaba pasando por su cabeza antes de volver a su trabajo. Así quiso ella. Y así no sucedió.
Gavin se burló justificándose de haber visto el "espectáculo" con el Capitán mientras estaba en su escritorio, evadiéndose de su trabajo, imitando además la posible conversación de la manera más ofensiva. Él se reía. Ella le respondió, incluso si no debería haberlo hecho. Y comenzaron a discutir.
"—Exigimos que los humanos reconozcan a los androides como especie viviente y a cada androide como un individuo."
Había una nueva presencia detrás de ella. Casi podía sentirla, porque le resultó familiar. Pero por mucho que quisiera girar su cabeza para mirar hacia atrás, no lo hizo. Incluso si dicha presencia, con sus propios ojos, la estuvieran observando. Acabando por sentirse, como ella era la presa de un animal hambriento y ansioso por desgarrar su piel en pedazos. Observando cada movimiento que hacía. Fijando sus ojos en su espalda, sintiendo la intensa mirada que ardía en ella y contemplar cómo sus hombros se movían con cada corta respiración.
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Un Alma de Androide » Connor x Lectora. [Detroit: Become Human]. *SEMI-HIATUS*
FanfictionAño 2038. Después de cinco largos años, [__] se ve obligada a regresar a Detroit para continuar su trabajo como Oficial en el DPD. Durante su estancia se enfrenta con el frío invierno de la ciudad, viejos conocidos a los que añoraba y por supuesto...