Ese día, el cielo estaba acompañado de nubes que traían aquellos oscuros tonos grisáceos. No había duda que en cualquier momento, se encontrarían pequeñas gotitas de agua golpear el parabrisas de su coche, un MINI Cooper rojizo.
Prestó su atención en la carretera, alternado la mirada por breves instantes para ver pasar algunos vehículos que tenían la intención de adelantarla. Sin embargo, conducía tranquila, sin prisa alguna. Su radio estaba encendida y a su vez, murmuraba de entre sus labios una canción que quizás había sido un éxito en los últimos diez años. Pero resultaba tan pegadiza que se animó a subir un poco el volumen.
Sus ojos captaron su interés en dirección a una pancarta que se asomaba desde una lejanía, aunque en cuestión de segundos, ya había quedado por detrás. Resultó ser una bienvenida a la ciudad a la que tenía pensado dirigirse. Detroit. Y por cómo la pancarta expresaba en grandes letras, era la ciudad androide. Donde la tecnología y todo el futuro estaban concentrados en esa pequeña parte de Estados Unidos.
Detroit fue y es, la primera ciudad en contar con una réplica exacta de seres humanos convertidos en máquinas que realizan la labor del día a día.
Todas aquellas historias, documentales y foros que hablaban de una desarrollada inteligencia artificial que solía ver cuando no era más que una adolescente de instituto, habían sido sacados y convertidos en realidad. Desarrolladores inventando, estudiando, repitiendo cada vez que trataban de diseñar un ser cuyos movimientos fueran humanizados, pero debía de ser descartado al no ser "producido" de la manera que ellos esperaban.
Si uno quería ver cómo los primeros robots lucían su tan aclamado y cercano aspecto "humano", tan sólo tenías que teclear un par de letras en tu teléfono u ordenador y a divagar en la red. Sophia, era la más conocida en su momento, hace un par de décadas.
Pero entonces fue cuando realmente surgió el más novedoso concepto de los primeros androides y uno de ellos fue presentado a la sociedad tras pasar con éxito el Test de Turing. Dejó que millones de bocas se deslizaran hasta tocar el suelo con estupefacción. Recurrían a un parpadeo que era innecesario para su funcionamiento, no tenían necesidad de ingerir alimentos o líquidos, presentados en todo tipo de razas y etnias con diferentes tonos de voz que resultaran agradables al oído humano.
No obstante, si se presentaba algo que tenía características buenas, también debía de tener malas, ¿verdad?
Los androides fueron diseñados para hacer la vida del ser humano más fácil. Por lo que respecta, ocupaban un alto porcentaje de los puestos de trabajo, causando que la tasa de paro aumentara cada mes de forma drástica, trabajando de profesores en universidades y estableciéndose en los puestos de los médicos en hospitales.
Ahora, la gente comenzaba a tener dudas. ¿Qué era lo que esperaban? Eran muchísimo mejor que nosotros en todos los aspectos. No se cansaban, no sentían dolor, no tenían emociones. Aunque eran capaces de simularlas si bien querías que tu androide te tratara como pareja u otra cosa para satisfacerte. Puñados de gente querían que estos seres desaparecieran de sus vidas.
Negó con la cabeza para salir de su trance, aún seguía conduciendo por la autopista después de todo y la canción que había estado cantando ya se terminó hace unos minutos.
Con una breve maniobra giró el volante para adentrarse en otro carril que la llevaría hacia los suburbios de la zona. Dejando apartada la ciudad con sus preciosos y altos edificios cuyas miles de luces hacían que se vieran esbeltos y relucientes. En unos veinte minutos llegaría a una casa donde estacionaría su coche al bordillo de la acera. Cuando llegó a su destino, salió de su vehículo para dirigirse al maletero y sacar una pesada mochila. También había un par de cajas, nombradas a permanente negro con sus respectivas pertenencias, pero las dejó para otro momento.
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Un Alma de Androide » Connor x Lectora. [Detroit: Become Human]. *SEMI-HIATUS*
Fiksi PenggemarAño 2038. Después de cinco largos años, [__] se ve obligada a regresar a Detroit para continuar su trabajo como Oficial en el DPD. Durante su estancia se enfrenta con el frío invierno de la ciudad, viejos conocidos a los que añoraba y por supuesto...