[FINAL]

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Sus pasos eran lentos y tranquilos en el espeso bosque. Sus manos se hallaban sujetas y la sonrisa no era capaz de abandonar sus rostros.

—Vivir lejos de ti fue un infierno.— confesó JungKook balanceando sus manos unidas en completa alegría.

—Para mí también lo fue... Durante todo ese tiempo tuve la sensación de que algo muy importante me hacía falta... Te extrañé aún cuando no podía recordarte.

El brujo detuvo su andar y sujetó la cintura del menor para depositar un profundo beso lleno de todos aquellos sentimientos que albergaban su corazón enamorado.

—Pero ahora vamos a estar juntos.

...

Al anochecer JungKook cargaba en una charola de metal dos tazas de té humeante con aroma a hierbabuena.

—Espero te guste.— sonrió acercándole una de las tazas y JiMin por supuesto la recibió gustoso con una amplia sonrisa.

—¿Y qué haremos ahora?.— preguntó el menor sorbiendo un poco de aquella bebida caliente.

—¿Vivir felices?.— rió bajo logrando que JiMin hiciera lo mismo; sin embargo un par de sonidos en el bosque hizo que ambos dejaran de reír, y un sentimiento de angustia les avisó que algo malo estaba pasando.— Quédate aquí JiMin.— Pidió JungKook dejando la taza sobre la mesa de madera, dirigiéndose después hacia una de las pocas ventanas que tenía la cabaña.

Afuera solamente había oscuridad. Los árboles se movían con el frío viento de la noche que silvaba fuertemente creando un ambiente tenso e intranquilo.

—¿Qué pasa Kookie?.

El mayor estiró su mano sin responder, en señal de que esperara ahí y guardara silencio.

De pronto una luz anaranjada comenzó a hacerse visible entre los árboles del bosque y las voces de los pueblerinos se escuchaban cada vez más cercanas.

Los ojos de JungKook se abrieron de par en par mientras que su corazón iniciaba un martilleo incesante debido a los nervios y el temor de que algo pudiera pasarle a su amado.

—¡Ellos vienen!.— exclamó corriendo a donde se encontraba el menor y lo envolvió en sus brazos de manera protectora.— Tienes que huir JiMin.— pidió suplicante.— Si te quedas... Ellos... No sé qué harán.

—¡¿Qué?!.— el menor lo sujetó del suéter negro que llevaba puesto y negó con su cabeza sintiendo como sus ojos empezaban a llenarse de lágrimas.— ¡No voy a dejarte! ¡Te acabo de encontrar!.

—Lo sé, pero escucha.— JungKook lo sujetó de las mejillas y dejó un beso rápido sobre sus labios.— Tengo un plan ¿De acuerdo?.

—¿U-Un plan?.

—Si, pero no resultará si te quedas aquí... Debes irte mi amor.

El menor lo miró no convencido y asintió con su cabeza sintiéndose desesperado al pensar en que algo malo podría pasarles.

—Muy bien.— JungKook corrió a coger su máscara y la capucha para colocarselas mientras que a JiMin lo envolvió en una manta de color amarillo para resguardarlo del frío que hacía afuera.— Debes salir por la ventana trasera... Llévate a Salem y corran lo más rápido que puedan.

—¿Y tú?.

—Yo iré detrás... Sólo necesito recoger algunas cosas.

—¿Lo prometes?.— preguntó preocupado el menor.

—Lo prometo.

JiMin le quitó la máscara y lo besó una vez más. Sus ojos se encontraron como si aquella fuera la última vez que se verían.

Quédate Conmigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora