Después de dormir me derigí a la cafetería a buscar algo de comer y en mi camino hacia allá pude ver cómo estaban todos los adolescentes reunidos alrededor de una fogata, deben ser como las ocho de la noche, dormí cinco horas y aún estoy cansada, si no fuera porque tengo hambre seguiría durmiendo, esa es mi actividad favorita. Dormir. Qué bello es dormir, envidio a la bella durmiente.
Entre bostezos caminé a la cafetería y entré en la cocina, no había nadie, me imagino que la hora de la cena ya pasó. Agarré pan, jamón y queso y me preparé un sándwich, me lo comí con gusto, porque comer es el segundo placer de la vida, después de dormir claro.
Ya con mi barriguita llena y mi corazón contento, caminé sobre mis pasos de regreso a la cabaña para seguir durmiendo, algo me dice que tengo que aprovechar de hacerlo porque a partir de mañana ya no hay descanso. Volví a entrar a las sábanas de manera automática y caí en los brazos de Morfeo, es una forma linda de decir que empecé a roncar como morsa ¿Cómo roncan las morsas?
Me desperté porque sentí un ardor en la nuca, como si me estuvieran observando. Lentamente abrí un ojo y luego el otro, tratando de espiar a quien sea me estaba espiando a mí. No vi nada así que me restregué los ojos con mis manos, no me gustan las lagañas, y luego tan delicada como un martillo golpeando un clavo di la vuelta para encontrarme con una cara a centímetros de la mía.
-¡Ahh! -grité.
-¡Genial!- dijo la dueña de la cara, aún muy cerca de la mía -¡Clara! no está muerta- gritó la chica y se separó de mí.
Al fin pude detallarla bien, ella era de baja estatura y delgada, , sus rasgos fáciles eran un poco infantiles, tenía el cabello castaño con mechas, y ojos cafés. Luego, por primera vez desde que llegué, me dediqué a detallar la cabaña que sería mi casa por los próximos tres meses; era bastante pequeña, mi cama estaba justo al lado de la puerta de entrada y hacia el otro lado se encontraban dos camas más, en la otra pared había una pequeña puerta y en frente de las camas había lo que se puede llamar una pequeña sala con un sofá, una mesa, dos puffs y enfrente del sofá un pequeño televisor.
-Qué bueno- dijo una chica que salía de la puerta de al fondo, imagino que es el baño.
Esta chica era bronceada, alta, de cabello negro, cuerpo atlético y creo que sus ojos son cafés, pero no los detallo bien desde mi posición.
-Hola- me saludó la chica castaña que estaba sentada en mi cama -Yo soy Melanie Collins y ella es Clara Blair- señaló a la morena -seremos tus compañeras de cabaña, el tiempo que pasemos en ella.
-¿El tiempo que pasemos en ella?- pregunté incorporándome.
-Sí- respondió Melanie.
Esta chica es muy hiperactiva, me recuerda a mi hermano y él tiene siete años.
-La primera semana pasamos la mayoría de tiempo en la cabaña, pero después no porque hay que estar en las actividades con los campistas y tenemos que turnarnos entre todos para dormir en las cabañas de los más pequeños.
Todo eso suena a lo que no me gusta hacer a mí. Cuidar niños. No me mal entiendan me gustan los niños -algunos- pero cuidarlos es una cosa que odio.
-Así es- completó ¿Clara? Sí, Clara.
-Vamos, tenemos que ir ya a la sala común, ahí te explicarán todo- empezó Melanie a salir de la cabaña y Clara y yo nos quedamos viendo.
Me paré con pesar de la cama, busqué mi cepillo de dientes en el bolso que tenía, gracias a Dios lo puse ahí, ya que todavía no hay señales de mi maleta, y fui al baño, me cepillé los dientes y salí acompañada de Clara, no me molesté en cambiarme porque ayer no me puse el pijama, ya que no tenía maleta.
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Amor de verano (EFENC #2)
عاطفيةHan pasado muchos años desde que Adam y Brittany decidieron formar una familia juntos. Ahora es el turno de la historia de Annabeth, su hija.