Puntos Exactos (Tomarry)

Capitulo 4

— La piedra filosofal— Una pausa siguió a las tranquilas palabras de Albus Dumbledore. El director observó a cada uno de los profesores presente, esperando con ello medir sus reacciones ante lo que habia revelado.

— ¡Por Merlin albus!— Una preocupada Minerva interrumpió — No significa eso... ¿Que estaremos poniendo en peligro el bienestar de los alumnos? Ya la han intentado robar y...

— Aun no se sabe quien lo ha intentado— termino por ella el director. Un suspiro cansado escapo del anciano, más que consciente en el hecho de que toda la tranquilidad con la que contaban estaba pronto a escapar— Nicolas me ha pedido el favor de protegerla Minerva y no estoy dispuesto a decepcionarle.

—Siempre tan servicial con tus promesas Dumblendore — Las palabras de Snape marcadas en un autentico desden— ¿Que no pudieron encontrar otro lugar?

—No se trata de eso — Suspiro el nombrado — Les puedo a segurar que no hay lugar mas seguro que Hogwart para proteger la piedra y creanme cuando les digo que hago todo esto, justamente por el bienestar de nuestros niños.

—E-El p-profesor t-tiene ra-aazón —Se atrevió hablar con cierto temor el profesor de defenza— S-si la pi-piedra ca-callera e-en m-manos equi-equivocadas.

El huraño profesor no pudo evitar rodar los ojos irritado ante el conocido y patético tartamudeo de Quirrell —Dejemosos de juegos ¿Para que exactamente nos ha mando a llamar Albus?

—Tan inquisidor como siempre Severus — Le concedio el peliblanco sonriendo calidamente— Se que lo mejor hubiera sido mantenerlos al margen del conocimiento de la piedra... Pero la realidad es que tiempos difíciles se acercan y quisiera tomar todas las medidas con su apoyo.

—Este inminente peligro del que esta insinuando, ¿Se dirigen solo a la piedra? o ¿Estas incluyendo al mundo magico?

—No es lo que yo crea Severus—  ambos hombres compartieron una mirada significativa— Son los hechos los que me obligan a actuar, puede que los tiempos de paz estén llegando a su fin y temo que con ella una gran oscuridad caerá.

El Snape lo miro retador — Espero ciertamente que no se refiera al imposible regreso de Lord Voldemort.

—¡Severus! — Protesto Minerva antes de murmurar por lo bajo — No digas su nombre...

—Yo aun no logro entender — La profesora de herbologia les miro extrañada.

— Concuerdo contigo querida, Albus Severus podrian explicarno ¿Que fue exactamente todo ese intercambio de palabras?

— Es muy obvio lo que están hablando profesora Mcgonagall— Comento un nervioso Hagrid.

—Un momento ¿Quiere eso decir? Que... Que el que no debe ser nombrado ha v-vuelto...

— Eso me temo profesores.

...

—Estas de un particular buen humor esta mañana— Draco cruzo sus manos sobre su barbilla, se acercó detenidamente al rostro de su primo —¿Todo te esta saliendo bien?

—Mucho más de lo que esperaba.

Draco entonces le miro extrañado, tratando de decifrar que significaba ese extraño brillo en los ojos de Rigel. Era diferente a otras veces. Apesar de toda su escondida indiferencia hacia el mundo, el Lestrange siempre tenia lugares y personas a las que permitia apreciar todos sus diferentes brillo, un buen ejemplo seria la fachada que siempre le estaba mostrando a todos, fachada que no era del todo un engaño. Rigel era encantador sin siquiera proponérselo... Solo tenia que estar alli para lucir bien y que más de uno cayera en su encanto.