Capitulo 24

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Durante los primeros kilómetros, viajaron en silencio.

—Cuéntame una cosa. Si pudieras elegir cualquier lugar en el mundo para vivir, ¿dónde sería?

—Supongo que en una playa —sobresaltada por la pregunta, ella se volvió para mirarlo—. Siempre he soñado con una de esas grandes casas sobre una colina con vistas al mar —cerró los ojos mientras se imaginaba el sonido de las olas al estrellarse contra las rocas—, con una terraza para contemplar la puesta de sol. ¿Y tú?

—Nunca he pensado demasiado en ello —dijo sin desviar la mirada de la carretera, aunque su cuerpo se tensó ligeramente.

—¿Dónde vivías antes? Quiero decir antes de todo este asunto.

—No tengo una residencia fija —los labios de Justin dibujaron una sonrisa cínica—. Viajo mucho y, cuando no estoy en viaje de negocios, elijo uno de mis hoteles para alojarme.

—Tu vida se parece mucho a la mía.

—¿Y eso? —él inclinó la cabeza hacia un lado y la miró unos instantes.

—No tengo un hogar —ella se encogió de hombros.

—Supongo que tienes razón —él frunció el ceño como si nunca lo hubiera considerado—. Por muchas residencias que posea, no tengo un hogar. Quizás tú podrás solucionar eso, yineka mou.

El coche avanzó por el largo camino que conducía a la casa pero, hasta que no llegaron a la puerta, ____(tn) no reparó en el coche aparcado. ¿Esperaba Justin compañía?

—¡Kirk! —de repente, su mirada se posó en el hombre sentado en las escaleras.

En cuanto el coche se hubo parado, ella corrió hacia su amigo.

—¿Qué demonios está pasando, ____(tn)? —Kirk se puso en pie con una expresión sombría, aunque la abrazó con fuerza.

—Creo que soy yo quien debería hacer esa pregunta —intervino Justin con frialdad.

—Justin —____(tn) se volvió hacia él—, éste es mi buen amigo, Kirk. Kirk, éste es Justin… mi marido.

—Maldita sea, ____(tn) —exclamó Kirk—. Te dije que esperaras hasta que yo viniera.

—¿De qué demonios me estás hablando? —ella se volvió hacia su amigo.

—Te envié un correo como respuesta al tuyo —furioso, hizo amago de avanzar hacia Justin.

—Yo no recibí ningún correo. Lo juro. Ni siquiera sabía si habías recibido el mío.

Justin se colocó junto a ____(tn) y la rodeó con un brazo con tanta fuerza que no le dejaba moverse.

—¿Y has venido hasta aquí sólo para felicitarnos? —preguntó con fingida amabilidad.

—Me gustaría hablar a solas con ____(tn) —Kirk frunció el ceño—. No me marcharé de aquí hasta que ella me convenza de que es esto lo que realmente desea.

—Cualquier cosa que tengas que decirle a mi esposa, puedes decirla delante de mí.

—Justin, basta —dijo ella bruscamente—. Kirk es un amigo muy querido, y le debo una explicación —ella se soltó y posó una mano sobre el brazo de Kirk—. ¿Has comido?

—He venido directamente desde el avión —él negó con la cabeza.

—Entonces, entra. Comeremos en el patio y hablaremos.

Sin decir una palabra, Justin se dio media vuelta y desapareció dentro de la casa.

—Un tipo simpático —murmuró Kirk.

—Vamos dentro —____(tn) suspiró—. Comeremos algo.

Una Aventura ClandestinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora