3.- Quien teme a las almas se topa con fantasmas

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Me congelo...

Tanto frio ¿Cuántas cobijas tengo ya? ¿Kiran nos llevó a otro lugar y no me di cuenta? Ayer no hacia tanto frio. Quiero otra cobija, una fogata o lo que sea. Alguien me toca, pero no quiero despertar. El toque se vuelve insistente, frio. Y es el frio lo que me hace abrir los ojos por fin.

—Kiran... Kiran...— no puedo ni hablar del susto que me da al ver lo que hay en la habitación. Todo a nuestro alrededor está lleno de fantasmas— los fantasmas, Kiran— él no despierta. Los fantasmas no me dan miedo, pero no son el mejor despertador que existe en este mundo. Tampoco había visto tantos ni tan de cerca, quizá Han... ¡Ah, Hanley! Quizá esto lo está haciendo él. Kiran no se despierta cuando me levanto, parece que está completamente noqueado y no me extraña que este así si siempre hace tantas cosas al mismo tiempo. Estoy listo para salir pero no estoy seguro de que hacer ahora ¿Los fantasmas sienten cuando los atravieso? ¿Me pasara algo a mí si lo hago? No quiero andar viendo las vidas de estos muertos por accidente. La única persona que puede responderme está en otra habitación. Bien, tengo que moverme— disculpen, lo siento... lo siento— me siento tonto disculpándome con fantasmas pero no lo puedo evitar cuando siento más frio en alguna parte del cuerpo porque atravesé a un fantasma— Perdón...— cuando me acerco a la habitación de Han, al otro lado del pasillo y unos pasos más, siento su magia y también hay más fantasmas que en otro lugar. Él sigue dormido, ya es imposible caminar sin pasar a través de un fantasma— Han... Disculpa... ¿quieres despertar ya? esto es como entrar a la casa de los horrores pero un par de veces más perturbador ¿Hanley? Lo siento.

— ¿Qué?

— ¡Despertaste! Los fantasmas, los fantasmas.

— los fantasmas... ah— hay algunas sombras moviéndose alrededor de la cama mientras él intenta mantenerse despierto. Es increíble que alguien tan lindo pueda hacer semejante cosa. Unos tres o cuatro minutos después la habitación está libre de fantasmas— ¿Por qué te estabas disculpando?

— ah, por atravesar a los fantasmas.

— ¿Eh?

— Si yo fuera un fantasma me molestaría mucho si alguien me atravesara sin cuidado y ni siquiera se disculpara— Hanley sonríe, es como ver sonreír al gato de ese cuento para humanos de la niña que sigue al conejo blanco.

— ellos ni siquiera se dan cuenta de eso, la mayoría al menos no.

— entonces la minoría...

— tendrá algún asunto pendiente y por eso son conscientes del mundo.

— entonces hice bien en disculparme ¿Por qué había fantasmas aquí? ¿Los llamaste?

— no...

— ¿Es por lo de anoche? Antes no podías hacer eso— No sé mucho de nigromantes, Violet y yo seguimos preparándonos aunque debido a nuestras ilusiones terminamos haciendo misiones pequeñas para el parlamento hasta que Kiran nos eligió para esa búsqueda. Nunca había conocido a un nigromante hasta que Kiran nos llevó a conocer a Hadrien— ¿te sientes diferente? ¿Algo?

— Es extraño. Los fantasmas no los llame yo, pero cuando Hadrien... ellos aparecían por dónde íbamos, creo que pueden sentirnos o algo así. O a Hadrien, cuando estaba solo nunca venían y tampoco podía escucharlos.

— ¿los escuchaste ahora?

— eso creo... no me hablaban a mí pero había un zumbido cuando estaban aquí.

— genial.

— fue raro.

— ¿ahora puedes hacer lo que hacía Hadrien? Invocarles y hablar con los fantasmas... Oh, pero mejor desayunemos primero, quizá a Kiran se le ocurrió algo mientras dormía— me había olvidado de las veces que intento invocar almas hacia que los zombis salieran de sus tumbas, es muy temprano para correr por todos lados tras los zombis. La cocina sigue hecha un desastre, cuando Han se fue a dormir anoche ni Kiran o yo hicimos algo con eso. Kiran estaba preocupado por si habíamos llamado la atención con el poder de Han así que pasamos un rato esperando, pero nadie vino y me dormí primero que él.

Crónicas de un aprendiz de nigromante (Crónicas #4)Where stories live. Discover now