El padre de Ione es alto, me recuerda a los mafiosos italianos de las películas antiguas, incluso trae un traje elegante. Tiene el cabello oscuro, y los ojos azules como Ione. Parece una persona normal, incluso aquí no llama mucho la atención. Ione está aterrado, sin hablar y yo no paro de escuchar a los fantasmas que dicen que es peligroso estar aquí ahora.
— Te encontré ¿Cuándo dejaras de arruinar tu vida?— tiene una expresión que asusta un poco— él debe ser el nigromante...— me mira, no entiendo porque Ione le tiene tanto miedo ¿Fue un mal padre?
— Corre, Han... ¡Corre!
— Eh...— Ione le arroja la consola de juegos y me toma de la muñeca para correr. Es difícil correr entre la gente, pero Ione no se detiene, dando empujones y codazos— ¡El videojuego! Ione...
— ¡Olvídate de eso! Corre, solo corre...
— Espera...— mi pie de enreda en algo, tropiezo y me caigo de cara.
— No tenemos tiempo para eso hoy— me levanto como puedo. Algunos nos miran cuando pasamos corriendo, yo intento mirar entre todos para ver si nos siguen pero no veo que nadie venga tras nosotros. Me detengo cuando pasamos a otro salón, porque no sé dónde estamos ni donde están las salidas— ¿Qué?
— Magia, usa tu magia Ione.
— hay demasiadas personas, no podemos...
— No saldremos si no usas magia— yo no conozco a los del parlamento como Ione, si me topo con alguien de ellos no lo sabré hasta que sea tarde— Nada de zombis, Han... ¿Por dónde salimos?
— Allá, una salida de emergencia— el dibujo es inconfundible aunque no entienda el idioma. Me detengo— No, por allí no— Hay un fantasma que me hace una seña, espero unos momentos para poder escucharlo— nos esperan... o te esperan a ti.
— No puede ser.
— Esto es divertido— Escapar e intentar que no nos atrapen, correr entre las personas y evitar que nos vean, es como un juego. Ione me voltea a ver, el ceño fruncido.
— No es divertido, ¿sabes lo que pasara si nos atrapan?— Algo he escuchado. No es agradable y por eso no deben atraparnos, lo sé muy bien porque Hadrien siempre ha sido muy claro con eso— No estoy pensando en el parlamento, el castigo que nos dará Hadrien por esto...
— Uh... no había pensado eso— pero tiene razón, Hadrien se enojara mucho cuando se entere de esto— vayamos por otro lugar, quizá sea más fácil intentarlo por otra puerta— las palabras de los fantasmas me llegan más claras ahora, y no son buenas noticias— Ione, esto...no vamos a poder salir de aquí por una puerta como si nada.
— no puede ser... algo tenemos que intentar ¿una distracción? No podemos quedarnos atrapados como ratas aquí.
— Magia, usemos la magia.
— Haremos un escándalo y...
— Eso suena bien, ¡Hagámoslo!— Corro hacia el primer escenario que veo lleno de personas ¿Qué sería mejor hacer? Nada de zombis, será complicado y no sé si sea un lugar donde le teman a los zombis ¿y que si solo creen que son buenos disfraces? Y no son la clase de zombis que comen gente. Sería estupendo si lo hicieran, podría ordenarles que lo hagan y... no, no es momento para eso. La música retumba cuando me acerco, gritos en un idioma que no entiendo pero todos se ven animados aquí— ¿Ione? ¿Ione?— No está aquí. ¿A dónde se fue? no está, estaba seguro de que venía tras de mi ¿se quedó en el mismo lugar? No puedo avanzar entre las personas, hay demasiadas personas con el cabello de colores, ¿Dónde está? ni hay fantasmas que me digan dónde está. Giro en mi lugar, dando saltos para intentar ver mejor entre el gentío, pero nada, Ione parece haber desaparecido.
YOU ARE READING
Crónicas de un aprendiz de nigromante (Crónicas #4)
FantasíaSeguir lo que deseas en lugar de lo que te dicen no siempre es fácil. Ir en contra de lo que esperan tampoco lo es. Que esperen grandes cosas solo por estar bajo la sombra de alguien fácil es agotador cuando las cosas no salen como quieres... Sin em...