14.- No importa lo lento que vayas siempre que no te detengas.

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La música se detiene unos momentos, los segundos que tarda en iniciar la próxima canción. La casa está sola, solo la música y la madera de la chimenea ardiendo. He pasado mucho tiempo arreglando la casa que Hadrien me mostrara hace algunos años. El olor de las hierbas que tengo en la mesa frente a mí ya me resulta relajante también y entiendo porque Han siempre se pasa recogiéndolas a donde sea que va.

Últimamente Hanley pasa mucho tiempo con Hadrien, entrenando en quien sabe que lugares con magia de nigromantes. Ni yo ni Kiran estamos invitados. Ahora me sé de memoria casi todas las pociones de los libros que nos ponían en frente, la mayoría venenos, cortesía de Hadrien, y antídotos, cortesía de Kiran. Recordar como intentan enseñarnos me hace sonreír, y como no si ya no tengo claro si estamos queriendo ser héroes o ser villanos. Un día aprendemos medicina, otro una maldición casi mortal y dolorosa. Hanley ahora conoció su magia más afín, el fuego. Es curioso porque yo juraba que sería esa magia oscura pero también es obvio porque siempre se le hizo más difícil usar magia negra.

Algo se siente fuera de lugar, cuando miro a la entrada, solo veo la calle a lo lejos, no hay nada extraño, nadie puede entrar y tampoco pueden encontrarme con magia en este lugar. Escucho el crujido del piso de madera, algo leve como si no quisiera ser escuchado.

— Ione... Ione...— Una forma oscura grande se desprende de un rincón, la voz sale de allí, una voz gruesa y tenebrosa— vamos a devorar almas.

— Me alegra que regresaran— La forma oscura se disuelve en sombras más pequeñas. Desde que encontró los comics completos de Venom, Han siempre intenta aparentar ser ese antihéroe aún no sé cómo hace para que la voz suene de esa forma tan similar, pero ahora su antigua obsesión Darth vader olvidado de momento. Mi pie se atora en la pata de la mesa, todo se tambalea y unos frascos se caen— ¿Cómo fue todo?

— normal. Interesante— Hadrien le mostro este lugar cuando comenzamos a salir a buscar cosas o a encontrar aventuras como les llama Han, y el grimorio que me dio ahora lo compartimos— ¿Qué intentabas hacer?

— Pócimas de dolor— Han se inclina en la mesa, mirando todo con sus ojos de gato. Ha crecido desde que decidí quedarme.

— debías hacer maleficios, escritos.

— Esos no me salen todavía— Han se ríe. Hace una semana que él, Kiran y Hadrien salieron. Realmente me queje mucho por quedarme solo pero ni así funciono— ¿hay noticias importantes?

— No, el parlamento sigue con sus cosas y Hadrien no ha querido hacer nada más porque está ocupado enseñándonos— juguetea con una rama de hierbas que estaba suelta en la mesa. Hanley ha crecido, ya no tiene es apariencia de niño que tenía cuando lo conocí aunque sigue pareciendo un niño cuando sonríe.

— Hadrien no es tan malo como todos decían— si, da algo de miedo a veces pero cuando se todo lo que ha pasado muchas cosas tienen sentido y no solo la parte de la historia que conocía— siempre tuve curiosidad por como hacia sus planes, no he visto ni escuchado de ningún plan para hacer algo malvado y conquistar el mundo o que se yo.

— Eso es culpa de Kiran.

—... él es bueno, pero Hadrien siempre hace lo que quiere aunque le guste o no a Kiran, además Kiran dijo que no iba a interferir en lo que quisiera Hadrien— aunque esa es una forma de decir que solo usara chantajes para convencerle de no ser tan malo.

— No lo digo por eso— Han resopla, enviando el humo lejos de su cara— Tener sexo pone de buen humor a la gente. Y la gente feliz no quiere conquistar el mundo. Destruir el mundo y odiar a todos son efectos secundarios de la abstinencia— me atraganto con mi saliva y comienzo a toser.

Crónicas de un aprendiz de nigromante (Crónicas #4)Where stories live. Discover now