Pasaron unas 2 semanas desde que Elena nos conto acerca de lo que pasaba entre ella y Rick, desde entonces ella no había vuelto a tocar el tema, habíamos salido un par de veces durante ese tiempo, pero sobre lo único de que hablamos era sobre el nuevo colegio y sobre que tanto podíamos llegar a encontrar en ese lugar, ella no me lo había dicho, pero sabía que aún no había cortado con Rick y eso me hacía sospechar de que el amor tan inmenso que Elena le tenía, evitaba que ella quisiera terminar con esa relación, quería decirle lo que pensaba e incluso decirle que debía hacer, pero eso no me correspondía, efectivamente era su amigo pero ella misma debía decidir qué hacer, no quería parecer alguien que la obligara a hacer algo que no quería, lo mínimo que podía hacer era darle palabras de aliento y apoyo.
Ya era mediados de noviembre, y como de costumbre me encontraba en mi hogar solo, mis padres habían salido a realizar una visita a unos amigos así que tenía la casa sola, ya había jugado mis partidas rutinarias y decidí continuar con mis lecturas; efectivamente, yo tenía una pasión por la lectura, a veces madrugaba por terminar de leer un libro, o me la pasaba horas y horas de la tarde encerrado en un solo libro, mis gustos iban desde algunas novelas románticas hasta ciencia ficción, y dentro de mis lecturas favoritas se encontraban la trilogía de Halo de Alexandra Adornetto, la saga de Hush Hush, Ángeles Caídos, El Perfume, La Ladrona de Libros, Siempre Has Sido Tu, Halo Firts Strike, El juego de Ender, Mi Lucha y entre otros libros más, me fascinaba leer y si no estaba en los videojuegos estaba leyendo, o en ocasiones tomar fotografías del entorno, siempre había tenido la ideología de que una imagen es algo único y especial, nunca necesita de una descripción, e incluso hablan por sí solas, otro pasatiempo el cual tenía afecto, pero para ser sinceros no tenía a nadie con quien compartir esos gustos y pensamientos, claro Marck y Elena sabían eso, pero los gustos de ellos eran diferentes, por ejemplo Elena amaba la música electrónica y Marck música variada, con Mónica no había problemas en eso, compartíamos los mismos gustos, pero solo hasta ahí, a mis amigos y a mi novia no le gustaban los videojuegos, en los libros Mónica leía algunos le gustaba hacerlo pero no muy seguido mientras que yo al terminar un libro ya quería leer otro, esos detalles no nos separaban, la amaba mucho y eso no lo cambiaria y a mis amigos los quería por cómo eran ya que siempre aprendía algo nuevo de ellos, pero me hacía falta conocer a alguien que estuviese tan locamente obsesionada como yo con esos gustos, una amiga más que nada, talvez la conocería en Montserrat, no estaba muy seguro de eso pero tenía las esperanzas.
Decidí no seguir uniéndome mas en ese pensamiento y aprovechando de que tenía la casa sola decidí invitar a Marck un rato a mi casa para ver unas películas, tome mi teléfono y lo llame, de inmediato el acepto así que después de colgar me dispuse a ordenar la habitación de estar para ver la película, esta sala se encontraba en el tercer piso, era mediana, en ella se encontraba un sofá color azul, dos escritorios que usaba para las computadoras y deberes del colegio, tenía unas sillas extra y al fondo de la habitación estaba un teatro en casa, era un mueble enorme, casi cubría toda la pared de la sala, tenía un enorme televisor con distintos cables y bocinas para el mejor sonido posible, a Marck le encantaba llegar a mi casa y en especial en esa habitación, le fascinaba proyectar YouTube desde las computadoras hasta la televisión mientras reproducía sus canciones a todo volumen, lo hacíamos cuando había que hacer tareas o proyectos del colegio; solamente recogí unos libros y acomode el sofá mientras Marck llegaba, pasaron alrededor de 15 minutos cuando el llego y de inmediato nos dispusimos a ver una película de Marvel, Spiderman Homecoming aprovechando de que ya estaba el disco, mientras preparaba el reproductor de video y la película le pregunte.
-¡Ey Bro!, ¿Qué tal vas con Alejandra?-.
-Pues para serte sincero ni yo se-.
-¿Por qué?-.
-Veras, hablamos, salimos y todo, pero a veces siento que no llego a nada o que ella solo me ve como un amigo-.
-Pero entonces ¿Cómo se comporta ella contigo?
-A veces muy dulce y cariñosa y otras veces como un amigo más, la verdad me confunde hermano-.
-Dale algo de paciencia quizá ande confundida ella también-.
-Tal vez, ¿y si sigue igual?
-Pues entonces será tiempo de buscar otras alternativas-. Agregue con tono cómico.
-Joder bro sabes que ella me gusta mucho-. Dijo mientras se reía
-Lo sé, pero algo puedo decirte, la vida es así, a veces nos va bien y a veces nos va mal, lo único que podemos hacer es dejar que el tiempo y el destino lo decida, si es para ti lo será-.
-Joder sacaste eso de un libro ¿no? -. dijo ante mis cursis palabras mientras se reía.
-Meh 50/50, los libros me lo han enseñado y así es como pienso-. Le dije mientras hacía referencia a la frase de Moris de Madagascar.
-Bueno basta de charlas-. Intervine.
-Ya veamos de una vez la película-.
La película estaba por terminar y aun había tiempo como para salir a pasar el rato, así que le propuse a Marck pasar por Elena e ir al boliche, él estuvo de acuerdo y sin más esperar salimos y nos dirigimos a la casa de ella; cuando llegamos la mama de Elena nos recibió y nos hizo pasar a la sala.
-¡Elena tienes visitas!-.
Cuando ella bajo se nos quedó viendo con una mirada de extrañada algo típico de ella.
- ¿Y ustedes que hacen aquí? -.
-Vamos a ir al boliche y queremos que nos acompañen-. Dije
-Pudieron haber llamado-.
-Sí, pero salió de improviso así que vístete y nos vamos-. Dijo Marck
-Ahg, de acuerdo solo me doy una ducha rápida de 5 minutos y salgo, espérenme-.
-Vale, pero deprisa-. Dije mientras me reía-.
Esos 5 Minutos se convirtieron en 20 y 10 más en lo que ella se arreglaba, cuando Elena dice que se tarda un tiempo hay que agregarle 5 veces ese tiempo y a veces más, sabía que a Elena siempre le gustaba vestirse de la mejor manera, lo que no entendía era la razón por la cual todas las mujeres se tardan una eternidad, algunas para verse bien para su chico, pero después me di cuenta de que no era tanto para nosotros, sino para las mismas mujeres, ya que absolutamente todas son como un escáner y miran hasta el más mínimo error en las demás, detalles que nosotros los chicos no miramos en ningún momento, pero que puedo decir, naturaleza femenina.
Cuando Elena bajo nos despedimos de su madre y caminamos hacia el boliche, mientras caminábamos hablábamos acerca de que, si viajaríamos juntos en el mismo bus escolar, ya que había varios con diferentes rutas, por mi parte viajaría en uno que pasaba cerca de mi casa y de ahí directo al colegio, a Marck y a Elena les parecía buena esa opción ya que ese autobús pasaba primero por la casa de Marck, luego por la mía y por ultimo cerca de la casa de Elena, así que sin pensarlo decidimos que iríamos en el mismo autobús, y si así unidos somos.
Finalmente llegamos al boliche y cada uno tomo la bola que quería, a mí en lo personal me gustaba mucho una con estilo de hielo, siempre que podía jugar con esa bola lo hacía, curiosamente ese día Elena nos estaba ganando a Marck y a mí, me di cuenta que estaba muy feliz, habíamos comprado unos helados antes, nos iba ganando a los dos y estábamos haciendo bromas con cualquier estupidez.
De alguna manera algo me hizo voltear la mirada hacia la entrada, y talvez ni debí haberlo hecho…
Era Rick junto a su amigo Herbert, ellos se dirigieron hacia el mostrador y cuando se dio la vuelta nos vio a los tres, en ese instante Elena y Marck se voltearon y de un momento a otro las risas quedaron en silencio mientras que Rick solo nos miraba de una manera que solo se describía como odio e ira.
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Beatiful Lie - Hermosa Mentira
Teen FictionAxel es un chico de 16 años proveniente de una pequeña ciudad llamada Ceuta, el esta por iniciar dos años se Bachiller para posteriormente ir a la universidad, el junto a sus 2 mejores amigos, Elena y Marck estarán viajando a un nuevo colegio llama...