E. C. F. D. O.G. #8

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―¿Algún otro dato más importante?―pregunté restándole importancia a lo anterior.

―Es virgen.

Mi cara no pudo ocultar más su enojo.

―¿Crees que eso me interesa?

―¡Dios mío!―grita sorprendido―. ¿Tan desesperada estás por él que ni siquiera te importaba si lo era o no?

―¿Eh?...―no entiend...―. ¡¿QUÉ?! No... ¡NO ME REFERÍA A ESO!―mi cara se tornó de color carmesí―. ¡¿Estás loco?! ¡¿Por qué me dices esas cosas?!

―Porque te gusta ¿no?

―¿En serio eres su amigo? ¿Eres capaz de revelar esa clase de datos íntimos sobre Taehyung a una persona que acabas de conocer? ¿Te atreves a jugar con la confianza de tu amigo? ¿En serio te preocupas por él? ¿Crees que para él es bueno que tires su confianza a la basura?

Él se levantó de la banca, se mostró firme delante de mí, con sus manos en sus bolsillos, mirándome fijamente a los ojos.

―Te diré algo: Taehyung te ve como una amiga. Ahora, quiero que pienses en lo que me acabas de decir. Adiós, nos vemos mañana―se puso en marcha.

Oh... Ya veo. Si me preocupaba tanto él, no debí haber dicho esas cosas sólo para defenderme. Mi egoísmo se nota desde lejos... Wow~ nunca pensé que fuera tan horrible. ¡WOW! ¿En serio soy capaz de lanzar a mis amigos para no hacerme daño yo?... Fui demasiado lejos.

―¡Alto!―grité con la esperanza de que Ryan me escuchara y se detuviera. Y eso hizo.

―¿Qué? ¿Ya te disté cuenta de tu asquerosa forma de ser, delegada?

Me quedé en silencio mirando a mis pies; lágrimas recorrían mis cachetes, soy... Soy una mala persona, detesto a esa clase de personas, pero sin darme cuenta, ya era parte de ellas. Pude divisar unas zapatillas negras cerca de mi punto de vista. Sin pensarlo dos veces, abracé su cintura, pegando mi cabeza a su estómago.

―¿Dónde está Taehyung? Necesito disculparme con él... Yo... ¡Yo lo siento mucho!―dije con la voz muy rota, luego, rompí en llanto aún más fuerte.

Una mano se posó en mi cabeza, acariciándola suavemente, como si fuera un cachorrito recién nacido, se siente cálido. Supongo que Ryan ha de estar aprovechándose de mi sensibilidad; éste chico es un caso... Un momento, si fuera él, ya hubiera dicho más de 10 palabras... ¡OH NO! ¡¿Y si es uno de los delincuentes?! ¡AHHHHHHH!! Me separé de golpe, y mi gran cabeza chocó fuertemente con una barbilla.

―Matdita tsea...―susurró... ¡¿Taehyung?!

Me sobé mi cabeza mientras veía su rostro completo, la luz de la luna se reflejaba en esos ojos curiosamente grises; rápidamente, él quitó su cara, dirigiéndola hacia otro lado mientras se llevaba una mano a la boca, al parecer había hecho que se mordiera la lengua. Peor... ¡me vio llorar! Qué vergüenza~ No debo dejar que me vea así, me tapé mi cara con mis dos manos, sé que no me hace desaparecer, pero me alivia en cierto modo. Sólo esperé unos minutos, con la esperanza de que él rompiera el silencio, no lo hizo. Decidí que ya era tiempo de destaparme la cara. Estaba sola en medio de la noche, en un parque cerca de mi casa y... ¿con una nota a mi lado?

Pensé en decirte algo, pero creo que nunca podré volver a hablar, gracias cabeza grande.

―Taehyung.

Demonios... ¿Quién se cree él? Pff... Debo ir a mi casa, mañana será un nuevo día. Haré la pintura con óleo, el reporte, tomaré un baño caliente y descansaré el tiempo que me quede antes de ir a la escuela... Claro que no olvidaré cerrar las cortinas de mi sala, no quiero que nadie más me observe, uh~ me perturba.

El Chico Frío De Ojos GrisesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora