Comprometidos al nacer (Golddy/Goldred)

15.- ¿Socios?

•••

-¡¡dUELEEEEE!! -Gritaba el de ojos vacios, suerte que estaban lejos de la ciudad y sus personas. Si no se pensarían que lo estaban matando-

-¡Ya cálmate! ¡A mi me duelen los oidos de tus chillidos! -Perdia la paciencia el rubio-

¿Como llegaron a esto? Bueno digamos que Golden se dio cuenta de unas manchas de color carmesí en la espalda del otro. Fred se alteró al pensar que su perfecto cuerpo sufrió daños. Y una cosa llegó a la otra y ahora el rubio le curaba con ayuda de un botiquín de primeros auxilios que encontró fácilmente. El problema era que curarle al otro era muy difícil ya que se quejaba de cualquier toque.

Fred se encontraba acostado en la cama de pansa, su espalda descubierta estaba siendo curada por el otro que estaba sentado en la orilla de la cama.

-Arruinaras mi ¡¡aHH!! -Escondio su cara en la almohada-

Valla golpe que se dió contra la mesa, lo que el pensaba era dolor, eran heridas. Freddy aún seguía atrapado en lo profundo de la mente. Fred tenía el cuerpo a su merced y no había avanzado nada en su plan.

-Casi término, deja de estar de chillón, y dime como diablos te hiciste esto -Curandole sin quitarle la vista de encima, quería una respuesta y no lo mismo que le dijo antes-

-No tengo porque explicarte, rubio -Sentia la suave almohada- Tampoco tenias que curarme.

-No lo hice por ti, lo hice por mí, ¿Que dirian mis padre? -En parte era cierto, pero en verdad se había preocupado por el, y mas cuando no reaccionaba-

-Que me golpeaste, y te mandaría a prisión por abuso, en prisión te encerraran con un negro de dos metros y el negro te violarla hasta matarte. Oh es buena idea de hecho -Solto burlón. El rubio bufo y apretó la espalda del otro lastimandolo- ¡Ahh! ¡Ya, ya! ¡Le paró! -El rubio dejó de lastimarlo y termino de sanarlo- Eres un sentido. Oye Junior ¿Te gusta alguien? -Se dio lentamente la vuelta sentándose en la cama al lado del otro-

El menor empezo su plan, si le gustaba alguien o quería pareja, podría presentarle su fantástica idea.

-¿A que viene eso? -Dijo extrañado, además el hablar de gustos con su enemigo y la persona que le arruinó la vida, no le era común e cómodo.-

-Si la ley ordena estar unidos, no te parecería ¿Ser socios? -En verdad se notaba su interés en saber la respuesta del otro, pero también le hablaba induciendolo-

Fred era una máquina de convencimiento en persona.

-¿Socios? -Cada palabra que salía de la boca del castaño que miraba, era mas extraña-

Aquella mueca de confusión estresaba al menor. Quería bofetearlo por dos razones: Uno, por el como lo lastimo antes. Dos, por no comprender lo que le decía.

Por otro lado Golden si entendia pero le resultaba extraño que dijera aquello el castaño.

Fred trataba de tomar todo el tiempo posible mientras Freddy no estaba, ya que sus planes eran contrarios.

-¿Enserio eres tan imbécil, imbécil? -

El rubio se arrepentía de haberse preocupado de el, ahora mismo.

-Si te entiendo, pero no sé a que viene eso ahora mismo, desgracia -Le llamo de esa forma regresandole el que le dijo imbécil-

-Escucha atento, porque con tu mente de maní seguro se te olvida -Le encantaba burlarse del rubio, y más porque este al fruncir el ceño movía sus cejas rubias graciosamente- Mira rubio natural, como la estúpida ley que no se quien carajos interpuso, debemos casarnos -Solto un sonido de asco al decir eso- PERO -marco la palabra- podemos ser libres, saliendo con otras personas sin problemas, personas que tampoco les gustó su persona elegida -

El contrario odiaba admitirlo pero era una idea tentadora. Seguía escuchando pero el otro no continuaba.

Freddy volvió, la mente de Fred maldecia su regreso ya que estaba en la mejor parte, ¡Donde se volvía rico y podía ser libre siendo genial!

El de ojos de océano regreso y miro su entorno, notando que el sol se estaba ocultando por la ventana y que pasó un muy buen rato desde que no estuvo. Sabía de sobra que mientras el estaba atrapado, Fred estuvo haciendo cosas, deseaba que no hubiese hecho nada penoso. Al voltear pudo ver al rubio frente ellos. Sus ojos se abrieron de la sorpresa y flotó alejándose.

-¡Fred! -Llamo buscando una explicación-

Por otra parte el rubio miraba como el castaño reía leve como si hubiese hecho una travesura. Ok era muy raro. Demasiado. 

-¿Y? Esa es toda tu idea? -Se mostraba tranquilo pero por dentro estaba confundido por la actitud del otro-

De un momento al otro Freddy tomo el control, su contraparte le gritaba que no, que lo dejase controlar. Fred maldecia: ¡Estúpido Freddy, cabello de trapeador, arruinas mi perfecto plan!

Freddy se encontraba desconcertado, al escuchar la palabra del otro y verlo frente el, le causó vergüenza, no sabía cómo continuar lo que sea que Fred allá hecho. Quedaría como loco. Solo se sonrojo apenado mirando al otro y este a el. Causando un silencio incómodo.

El menor se levantó queriendo huir de aquello pero sintió un dolor en su espalda causándole un grito y el casi caer. Casi ya que el rubio rápidamente lo atrapó apegando la espalda del menor en su pecho. Golden se preocupó, y odiaba que se preocupe de su enemigo. Freddy pensaba que no podía ser peor la escena. Su sonrojo aumento quería huir pero el dolor en su espalda era muy fuerte.

El de ojos vacios flotaba mirando aquello con repulsión. Pero también con cierta gracia de ver en qué situación metió al otro.

•••

¡Hola Copitos!

¡Empieza poco a poco el salseo!

Como ya se ah hecho costumbre

¡Pregunta!

En esta historia ¿Quien les agrada más?

A) Golden

B) Freddy

C) Fred

Sin más que decir ¡Hasta luego!