Comprometidos al nacer (Golddy/Goldred)

20.- ¿Todo es un papel, no?

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El rubio natural había notado la cortada que desgraciaria mi hermosa mano. Y uno de los trabajadores de la familia sacó de no se donde diablos para curarme, desinfectado la herida y curando la. Debo decir que le di el control a Freddy que me odio por esos segundos de dolor de la agua oxigenada.

Sin más llegamos a la mansión que se podría decir ahora es mía también. ¡Su rey a llegado nuevamente!

Todo el camino de regreso fue en total silencio, parece que nadie tenía nada que decir. Y bueno... ¡Me salí con la mía! Juro que haría un baile de la victoria ahora mismo si no fuera por la mirada asesina que tiene Freddy conmigo ahora, por el dolor de la herida que me hice por el broche.

Al caminar hacia la entrada de la casa, me acerqué a Junior y tomé su mano haciendo que este me mirara de la forma más confusa y divertida. Debo de decir que la cara de Freddy también fue un poema de diversión. 

–Antes de que preguntes que es lo hago -Dije viendo como Junior abría su boca listo para decir algo pero la cerro al ver que hable.- Recuerda que le dijimos a nuestros padres lo que querían oír, que nuestra "relación" mejoro. Así que debemos fingir frente a ellos que... Ugh ya sabes -Termine de hablar, algo asqueado al pensar en que debía adaptar un papel de pareja con él de ahora en adelante para que a nuestros padres no se les ocurra un plan tan estupido como el de encerrarnos juntos en una casa.-

Otra vez...

Me estremeci al sentir su mano entrelazar con la mía, haciendo sentir cada cabello de mi cuerpo erizarse. Lo volte a ver viendo como suspiraba.

–Es solo un papel, Fazbear -Hablo después de mucho tiempo de viaje.-

Escuchar su voz y tan cerca mío me hizo vibrar, ¿Que mierda...?

–¿Fred? -Pregunto Freddy de forma confusa haciéndome salir de él pequeño trance.-

¡Joder, soy la perfección! Que diablos estoy pensando.

Volví mi vista al frente tragando un poco de saliva, sentía la mirada de Freddy perforardome de confusión. Y lo peor no era que era solo Freddy, sentía que alguien más también me veía.

Sin más con nuestras manos entrelazadas de la forma más gay posible entramos a la mansión, viendo a nuestros padres allí.

Mamá y papá sonrieron de la forma más encantadora posible al vernos juntos.

–¡Oh, claro! Después de mandarnos a un lugar alejados de todo el maldito mundo. -Dije con enfado para luego escuchar la suave risa de Freddy resonar en mi cabeza, dando unos leves asentimientos con la cabeza.-