Banquete

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VOTO DE SILENCIO 

Capítulo 4. Banquete

"De acuerdo."

Esa había sido la seña que le había mostrado. Estaba seguro de no haberlo soñado... Ciertamente no porque en seguida de darle esa expresión, Loki había añadido que estaba listo para partir a Asgard cuando Thor dispusiera.

Y ahí estaban dos días después: a punto de llamar a Heimdal para viajar.

El rubio tenía su mano alrededor de la cintura del hechicero, que a regañadientes había aceptado sostenerse de él. Levantó su brazo con Mjolnir, esperando la señal del guardián del Bifröst.

Los halos arcoíris destellaron hasta el suelo, envueltos en luz. Ser trasladado era una sensación rara; Thor estaba seguro que Loki no había experimentado esa clase de transporte antes. Lo sostuvo con fuerza los pocos segundos que duró el trayecto, aterrizando en la cámara de seguridad.

—Bienvenido, príncipe —saludó Heimdal reverenciando. —Y bienvenido, ¿señor...?

—Hola mi amigo —devolvió el saludo, sin soltar a su acompañante. —Él es Loki, el Tryllekunstner

Ocultó su asombro. A pesar de haber vigilado los pasos de Thor en todo segundo durante su tiempo en Jötunheim, no creeyó que lo convencería.

—Bienvenido, alteza —se refirió a él por el futuro título que portaría.

Thor le comentó que Loki era incapaz de verbalizar, pero sería un excelente soberano a su lado. Se despidió de Heimdal y caminó con el hechicero. Lo tomó de la mano explicándole que volarían hasta el recibidor del palacio.

El azabache era un genio formidable, pero se arrepentía ahora de no conocer algún conjuro para levitar.


-o-o-o-o-


Los guardias de la entrada anunciaron el regreso de su príncipe en medio de toda la recepción. Era tradición que al llegar el futuro consorte, se reuniera el parlamento, los sirvientes de alta categoría, las damas de compañía, los soldados personales del rey y por supuesto, la familia real.

Pocas veces se había visto tanta concurrencia en torno al trono de Odín, quien esperaba pacientemente, con su lanza en mano, a su hijo y al nuevo inquilino. Frigga estaba sentada a su lado como siempre y Balder permanecía de pie junto a sus padres.

Debían admitir que la historia del regreso del Tryllekunstner era increíble. Todos los enterados de la noticia de la identidad del prometido del príncipe luchaban con sentimientos encontrados: por un lado resultaba gozoso que su nuevo gobernante pudiera tomar posesión de su aclamado título nobiliario, pues Thor era amado por su pueblo; pero el mito sobre el misterioso hechicero se manifestaba como miedo y rechazo.

Alegría y regocijo enfrentado al terror e incertidumbre. Solo los dioses sabían qué postura tomaría todo cuando llegaran.

Finalmente las enormes puertas de oro y caoba se abrieron, los guardias dejaron pasar al par. Thor sonreía triunfante, mientras Loki sostenía una mirada de extrañeza a su futuro hogar.

El rubio se inclinó ante su padre; el hechicero imitó el gesto.

—Padre de Todo, he cumplido con mi misión —anunció retomando su postura, extendiendo su mano para acercar al ojiverde. —Te pedí desposar al Tryllekunstner. Me concediste tres meses para su búsqueda. Lo he traído bajo su propia voluntad para nuestras nupcias

Voto de Silencio [Thorki, R+18, Mpreg] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora