Völva

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VOTO DE SILENCIO 

Capítulo 5. Völva

Al día siguiente del banquete, Thor había despertado temprano. La noche anterior no había pasado más tiempo con Loki porque Odín había acaparado su atención, insistiendo que debía pensar dos veces su elección, explicándole los pormenores que significaría unirse a él. El disgusto no radicaba en que su prometido fuera varón, sino en los antecedentes de su leyenda que eran de mal gusto, sumado a la incapacidad del hechicero de hablar.

Sospechoso.

Pero Thor poseía un carácter terco, necio y tajante. Había tomado una decisión y era su voluntad que, incluso el más poderoso dios, aceptara; porque estaba seguro que no era un capricho juvenil. En todo ese tiempo que conocía más a Loki, corroboraba que estaba en lo correcto con desposarlo. Debía quedar claro.

Con esta idea, caminó por los amplios pasillos de piedra, dirigiéndose al comedor para la hora del desayuno. Conocía de sobra el itinerario de Loki, así que no le sorprendió encontrarlo sentado ahí mucho antes que el resto de la familia.

Odín y Frigga compartían una garrafa de vino, mientras Balder se recuperaba de una descomunal resaca, reposando su cabeza sobre la madera. Thor tomó su lugar junto al ojiverde, saludándolo con elocuencia.

—¿Dormiste bien? —preguntó, con su mano sobre la del hechicero. —Me disculpo por no quedarme más tiempo anoche. Padre y yo teníamos cosas que discutir

Loki observó a sus suegros y de nuevo al rubio, intentando sonreír con calma.

Los sirvientes llegaron para servir los manjares matutinos más vistosos que Loki había visto en su vida. La serie de liebres y patos cocidos era exquisita, acompañado de las más finas viandas con ensalada y patatas. Todo estaba exquisitamente sazonado con vino tinto o aceite de oliva. Ningún mortal que probara aquello querría irse de la cocina.

Después de desayunar, Thor debía atender varios asuntos con el parlamento y le preocupaba que Loki no tuviera compañía a lo largo de la jornada, pues estaba seguro que la reunión se extendería hasta el atardecer. La noche anterior, su padre le había advertido sobre conservar su postura y retomar responsabilidades como príncipe, y si deseaba llevar todo en paz, habría que dar su brazo a torcer.

Sin embargo, no era su voluntad esperar otro día sin unirse a Loki.

—Padre, quisiera hacerte una petición —habló en el entremés.

Odín dejó su tenedor y observó autoritario a su hijo. —Sé lo que quieres, pero es indispensable retrasar los planes de tus nupcias

—Pero el parlamento está apurado con mi coronación. Ellos fueron los que impusieron la condición de casarme lo más pronto posible

—Eres necio, hijo mío; pero debes entender que tu elección es sometida a interrogatorios y el pueblo no concibe tu unión con el Tryllekunstner —dijo Odín, inclinándose sobre la mesa.

Thor cerró los puños, mirando hacia el azabache. —Padre, su nombre es Loki. Y no ignores que está sentado justo a mi lado. Si existe inconformidad de tu parte, puedes decirnos

—Ah, ¿cómo no va a sentir inconformidad, hermanito? —intervino Balder, levantándose de milagro sobre su asiento, con rastros de haber dormido la mitad del desayuno. —Eres el primogénito, el dios del Trueno, el poderoso Thor Odinson; amado entre la plebe y la realeza. Portas un saco enorme y todos esperan que tu consorte sea digno de llevar el título y estar a tu altura. Padre está molesto porque en lugar de casarte con Sif, prefieres a un, un, un desconocido, un extraño en nuestra tierra. El Tryllekunstner, un monstruo de las leyendas que me contaban cuando era bebé

Voto de Silencio [Thorki, R+18, Mpreg] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora