Voto de Silencio [Thorki, R+18, Mpreg] COMPLETA

Ella sabe

VOTO DE SILENCIO 

Capítulo 21. Ella sabe

Loki tarareaba una canción de cuna mientras caminaba alrededor de la habitación de Torunn. Habían pasado seis meses desde su nacimiento, pero el hechicero sentía como su hubieran pasado tres semanas, y es que cada día que pasaba con ella lo aprovechaba para grabarse todos sus gestos, balbuceos, movimientos y expresiones en carencia de lo que él mismo había vivido con su madre.

Era durante aquellas tardes, al mecer entre sus brazos a la pequeña, como ahora, que recordaba mucho a Farbauti, a la imagen que había dejado intacta con su medallón para protegerlo dando su vida. Loki no tenía duda del magnífico poder que debió poseer en vida, pues había logrado dejar sus memorias incrustadas en su gema para seguir procurándolo después de abandonar su cuerpo físico. Se lo había demostrado durante la batalla con Malekith, guiándolo para lograr semejante hazaña de control sobre los Endurspeglun.

Pensando en aquellos episodios de su existencia, el azabache colocó a Torunn en su cuna, mirándola con devoción. La pequeña apretaba sus mantas y mordisqueaba el borde de una de ellas, fijando sus enormes ojos en su padre. A pesar de heredar la enorme cabellera rubia de Thor, los ojos sin duda pertenecían al lado jötun.

—Tu abuela quiso que tu existieras —le dijo Loki, acariciando sus rizos. —Lamentablemente no podrás conocerla en persona, pero sin duda ella le hubiera encantado y a mí también... Pero sé que nos está cuidando a ambos, desde donde sea que se encuentre —le dio un pequeño beso en la frente, haciendo que Torunn agitara sus brazos emocionada. —Me gusta pensar que ella deseaba terminar con el conflicto entre pueblos. Cuán orgullosa se sentiría de ver que existes, que eres la prueba de que dos mundos pueden convivir en armonía... Tal vez me casé con tu padre porque ella dio su aprobación desde antes

Sonrió de lado, arropando a la inquieta Odinson, que no despegaba su vista de la puerta.

Loki notó aquel gesto, meneando la cabeza. Sabía quién estaba al otro lado y lo corroboró cuando oyó un par de toqueteos y en seguida entró el dios del Trueno.

Torunn estaba lejos de quedarse dormida, así que solo observó atenta.

Thor miró con felicidad la escena que le regalaba aquella tarde, sonriendo bobamente como siempre.

—¿Se portó bien mientras estaba ausente? —preguntó.

—Ella siempre se porta bien, hasta que llegas tu —respondió divertido el hechicero, rodeando la cuna. —Si termina siendo malcriada, te echaré toda la culpa

—Oh, ¿me harás ver como el villano ante nuestra hija?

—Y a los que sigan después de ella —reveló Loki con incitación.

El rubio mordió su labio inferior, controlándose por la tentación que siempre le producía admirar a Loki en un conjunto con telas delgadas semi transparentes cubriendo su cuerpo. Se acercó, tomando firmemente si cintura y deleitándose con su belleza, la que siempre lo había cautivado desde el principio.

—¿Qué novedades tiene el parlamento? —atinó a preguntar el azabache, rodeando el cuello de Thor con sus manos.

El mayor calló unos segundos, lo que probablemente quería decir una sola cosa: su coronación.

El ojiverde acunó su rostro con ambas manos y trató de transmitirle calma.

—¿Qué te preocupa? Has sido educado toda tu vida para ejercer ese título

—Sí, pero no me siento listo para tal responsabilidad

El hechicero ladeó su cabeza. A veces Thor no se daba cuenta que la humildad que cargaba le impedía ver el verdadero potencial que poseía. Deshizo el nudo de sus manos solo para dirigirlo hacia la cuna. Ahí, con ambos mirando las pataleadas de Torunn y sus balbuceos, Loki se permitió girar hacia el otro y decirle: