Lo primero que vió JiMin al despertarse fue un tierno alfa dormido, cosa que no se veía siempre ya que estaba mal visto que un alfa "grande "mandón" o "perfecto" tuviera esa imagen tan tierna, sin embargo allí estaba JiMin, añorando con cada parte de su ser ver los tientos labios en forma de corazón entre abiertos, sus párpados con sus pequeñas pestañas, cerrados absolutamente.
Lentamente, el alfa fue despertando, encontrándose con los ojos avellanas del menor, quien lo miraba con dulzura y devoción de amor absoluto. De un salto salió de la cama dejando a un JiMin con el cabello rubio despeinado, el rostro hinchado por estar apoyado en la cama, y las múltiples marcas en su cuello, más que extrañado.
Aunque intentara negarlo, la noche anterior era recordada a flor de piel por YoonGi, pero ¿cómo carajo iba a explicar que lo suyo solo fue mero instinto? Ese día a ambos les tocaba ir al parque, pero el temperamento de YoonGi había cambiado, ya no era el dulce alfa que había dormido junto a él, el que le daba abrazos y besos a su cuello, volvió a ser ese alfa amargo, gruñón, y distante.
A JiMin eso le dolió, y ahora estaban compartiendo el helado que YoonGi a rastras compró para el, aún pensado, JiMin seguía comiendo el helado de vainilla, mientras que sus ojos picaban pidiendo soltar todo el daño convertido en lágrimas que YoonGi causaba, y sin querér un aullido de dolor brotó de su garganta. Tratando de disimularlo, fingió que se ahogaba, pero YoonGi sabía perfectamente que ese aullido no era por "atragantarse", solo que lo dejó pasar de largo.
Desde ese día- el tercero- hasta el día actual de ellos- el noveno- se la pasaron haciendo lo mismo, y cada día la atmósfera menos tensa, solo gracias a JiMin, siendo sinceros. El siempre trataba de entablar conversación, contar chistes, hacer sonreír al mayor, al principio no lo lograba, pero al pasar los días lo hacía con más facilidad, y con menos presión sobre su alma.
JiMin pensó que quizás estaba ganando algo de YoonGi, una amistad para ser exacto, y eso no le dolía en lo absoluto, pasó toda su vida tratando de que al menos el alfa lo notara, con solo tener una amistad, aunque fuera pequeña como un grano de arena, eso lo ponía feliz. Lo que JiMin no sabía, es que estaba ganando algo más que amistad con YoonGi, algo con mucho más sentimiento.
Claro, YoonGi no lo amaba, pero se negaba a admitir que le gustaba. Le gustaba como sonreía y sus ojitos se volvían pequeños, como sus mejillas se sonrojában cada vez que se avergonzaba, o como ensuciaba alrededor de sus labios con el mismo olor, sabor y color a vainilla helada.
JiMin estaba feliz, ese día era último que tendrían para comer helados en su "maratón de helados" según Yerin hyung, por lo cual YoonGi lo seguía, tratando de ocultar su tristeza debido a ya no compartir helados con ese niño.
Al pedirlo, ambos se sentaron en el mismo lugar que estuvieron en los últimos días, frente a ese arbolito de cerezos que aún no daba frutos, junto al helado, siempre le daban un vaso de agua ya que según la leyenda- más bien lo que dicen las madres- si bebes mucho helado te dará sed. Con ese vaso, JiMin regaba el cerezo cada vez que podía, y YoonGi simplemente lo observaba.
Mientras tomaban el helado, YoonGi se animó a preguntar después de unos días.
-JiMin, ¿que soy para tí?- la pregunta lo descolocó, dejándolo con la mirada fija y sería sobre su helado.
-S-somos... ¿Amigos?- preguntó, tratando de no sonar demasiado infeliz al decir eso, no queriendo que se le notara lo mucho que estaba perdido por el.
Pero carajo, todos saben que estás perdido por el, como lo miras, como lo pides sin darte cuenta, cuanto añoras que vuelva ese día que te trato como lo más valioso de su vida, no puedes pretender que nadie se dé cuenta que estás perdido por el.
Reprochaba su lobo, y claro que tenía razón. Por otro lado YoonGi se encontraba analizando todo, y de verdad el necesitaba una oportunidad.
-Y...¿Nunca pensaste en mi, en otra forma?- preguntó vacilando, si bien cuando estaba nervioso no tartamudeaba, vacilaba de la mierda.
-Y-yo, nunc-ca lo pensé.
Mentiroso...
YoonGi no tenía nada que perder, más que el amor de JiMin, ya que aunque podría perder la gran suma de dinero, sinceramente le importaba una mierda.
Se acercó lentamente a el, tratando de adivinar que pensaba solo mirando sus ojos, y no le era nada fácil, los ojos de JiMin eran tan atrapantes, profundos, lleno de explosiones de colores avellanos, que le era imposible saber con certeza que pensaba.Mientras se acercaba, pudo olfatear los labios del menor, sintiéndose atraído por el aroma,-y posible sabor- a vainilla, mientras JiMin sentía lo mismo con el aroma de chocolate que emanaba de la boca del palido.
De un momento a otro, solo aplastó sus labios, que con el tiempo fue cambiando de dirección, no fue un beso suave, tampoco uno brusco, estaba en su punto medio, los labios de YoonGi se movían con avidez sobre los de JiMin, y los de el igualmente sobre los de YoonGi, algo realmente raro, ya que ninguno había dado su primer beso hasta ese momento, quizás solo se guiaron entre ellos.
El beso era demasiado genial para ambos, los labios del otro mezclaban los sabores de vainilla y chocolate, haciéndolo delicioso, la saliva, que debería ser tibia, o como mucho caliente, pero estaba helada. Y según las madres,- sobre que el helado llevaba a estar sediento- no se habían equivocado, dando la situación de que ambos querían la boca del otro. En ningún momento paso a nada sexual, solo hasta que YoonGi por inercia mordió juguetona mente la pequeña lengua de JiMin, haciendo que este gimíera bajito, y el agarre en la nuca del mayor aumentara por un segundo, hasta que se dio cuenta dónde estaban. Si bien no había nadie ya que a las 9;00PM en lo general oscurecía.
JiMin iba a pedirle que parara, pero antes de pedírselo lo hizo, y dejó su frente apoyada en el hombro de JiMin, el cual a acarició sus hebras teñidas de azul, hasta que sintió como el cuerpo de su alfa daba leves espasmos, asustado trato de socorrerlo, pero solo se escuchó la voz agrietada de este.
-P-perdóname cachorro, y-yo n-o se porque te trate así, me gustabas y no sabía cómo decírtelo, eres hermoso, no me mereces, pero por lo que más quieras quédate, porque siento que si ahora no estás me sentiré triste- entre sollozos trato de explicarle la situación al menor.
Y si bien, pedirle que se quedase solo porque eso le parecía triste, podría ser una razón sencillamente estúpida, pero para JiMin era casi una demasiado grande.
-Te quiero cachorro.- logro formular cuando su llanto cesó.
-Y yo a usted...- dijo acariciándole ahora su mejilla limpiando lágrimas. Antes de seguir hablando, le robó un casto beso a su alfa para luego acurrucarse en su cuello y olfatear aquel aroma que le encantaba, para así en su cuello terminar de decir entre susurros, risas y pequeños besos- alfa bobito...
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Cáncer ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ ©
Fanfiction◈ ━━━━━━━━━ ⸙ ━━━━━━━━━ ◈ JiMin era un omega con cáncer terminal, estaba enamorado de YoonGi, un alfa, desde los doce años, el cual sólo lo ignoraba. En el hospital donde estaba internado JiMin, le cumplen su "último deseo" a sus pacientes, JiMin...