Una voz que atormenta

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Cinco y media de la mañana, la hora indicada para iniciar un buen día de trabajo o por lo menos ese era el pensamiento de Lian. La joven se estiro un poco para después colocar sus preciados lentes sobre su rostro para después dejar la calidez de su edredón dirigiéndose al baño, una ducha matinal era lo mejor para empezar el día. Debía admitir que le gustaba la sensación cuando el agua fría recorría su piel, llenaba su cuerpo de energía y la hacía olvidar cualquier rastro de sus sueños...

"Yo no necesito ayuda de alguien como tú" "Vallamos al rió" "Un forastero en este lugar no es algo común" "No es normal encontrar a alguien como tú" "Tu igual mientes" "Eres realmente una hermosa florecilla..."

Sus ojos de la shinigami se abrieron de golpe, siempre tenia sueños extraños, sueños que normalmente olvidaba y de los cuales solo llegaba a recordar algunas frases que la atormentaban durante el inicio del día; pero esta vez algo era diferente... "Eres realmente una hermosa florecilla..." aquella frase resonó con mayor fuerza en su cabeza.

-Esa voz...- Alcanzó a pronunciar para ella misma antes de que un ruido la regresara a la realidad.

El desayuno, tenia que darse prisa para ir al trabajo ya se preocuparía por sus sueños después. Salio del baño enredada en una toalla decidida a apresurarse; seco su cuerpo para colocarse su pantalón de vestir así como su camisa y chaleco que usaba normalmente, rizo un poco sus pestañas y cepillo rápidamente su larga cabellera. Una vez lista salio de su habitación dirigiéndose a la cocina, por el ruido pensaba que encontraría a su hermano ahí quejándose de alguna cosa, pero para su sorpresa se encontró con la parca roja husmeando en la despensa de la casa.

-Me alegra que ya estés mejor, Grell.- Hablo para llamar la atención del contrario

-¡Lian!- Pronuncio algo sorprendido el nombrado al notar la presencia de la joven. -Buenos días querida, ¿Te desperté?- Pregunto esto ultimo un poco apenado

-Para nada, ya sabes que me gusta madrugar.- Respondió con una corta risa. -En cambio tu... es raro que estés despierto a esta hora.- Comento mientras de reojo veía su reloj que indicaba las 5:50 de la mañana.

-Pensé en preparar el desayuno para William y así ganar su corazón.- Respondió Grell de forma alegre mientras fantaseaba un poco.

-¿Tan pronto ya se han reconciliado?- Pregunto curiosa la parca verde haciendo que los ánimos de su compañero bajaran

-La verdad es que no...- Confeso Grell ahora decaído mientras se recargaba en la mesa de la cocina

La ojiverde no pudo evitar reír ligeramente, no es que se burlara de la situación de su amigo, simplemente le divertida lo expresivo que podía llegar a ser.

-No te rías, no me gusta que Will este molesto conmigo.- Se quejo el shinigami

-Perdona Grell pero eres muy cómico, no has cambiado nada, bueno físicamente si cambiaste tan solo mírate, te vez fabuloso por donde quiera que te vea a pesar de estar herido.- Confeso la chica acercándose un poco. -Pero yo pensé que ya se habían arreglado, después de todo traes su camisa puesta.- Comento con algo de burla en su voz.

-Ah...- Grell reacciono recordando que justamente solo llevaba esa prenda sobre de él además de las vendas que cubrían sus heridas. -Eso es porque mi ropa estaba sucia así que la lave, no creo que Will se enfade más por tomar su camisa para cubrirme, además huele igual a él.- dijo eso ultimo mientras olfateaba un poco el cuello de la prenda

-Si ya te sientes mejor como para tomar mi ropa debiste regresar a tu propia casa.- Hablo William mientras entraba a la cocina sorprendiendo a ambos shinigami presentes

Kuroshitsuji - Una flor de la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora