Capítulo 19

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Ya han pasado seis meses y no he sabido nada de Blake; y mi padre no me ha querido decir que sucedió con él, solo me dijo que está vivo, pero que no lo volveré a ver y eso me destroza. Además de que sé que usó un hechizo para que no le leyéramos la mente.

Muchas cosas han sucedido en estos últimos seis meses, Felipe y yo estamos en la universidad, él estudia lenguas y yo por no saber que estudiar tomé cualquiera y ahora estoy estudiando literatura. Tenemos algunas clases juntos por lo que no me siento tan sola.

Además de eso le sumamos a que la relación de mis padres con mis tíos se ha distanciado un poco, mis padres lo buscan y ellos siempre están ocupados o le dicen que se reunirán y no lo hacen, eso hace sentir mal a mis padres y a mi.

No he parado de entrenar y cazar fantasmas, estoy intentando seguir con mi vida normal a pesar de todo. Los chicos ya no vienen como antes y creo mis tíos se lo han prohibido y lo entiendo, yo les insistía que no debían desobedecerlos.

No puedo creer que tu hayas pasado tu examen de conducir y yo no —se queja Felipe, como todos los días que lo recojo para irnos a la Universidad—de verdad —me mira—entre tú y yo, tú eras la peor conductora —ruedo los ojos.

Y tú muy distraído, por eso no pasaste —le saco la lengua.

Ambos tenemos que ser responsables y tratar de pasar desapercibidos cuando hay fantasmas, pero imposibles ir en contra de nuestra naturaleza y hoy no es la excepción.

Felipe se baja del auto y camina tras el fantasma que sigue a unos niños que esperan junto a el policía de tránsito para cruzar la calle. El fantasma es un policía de tránsito que murió atropellado, mira con odio a los chicos ya que el murió porque un niño se tiró en el piso a patalear que no quería caminar, el guardia vio que el bus venía a alta velocidad y para evitar que atropellaran al niño lo lanzó lejos, pero no logró apartarse el llevándose el gran impacto.

Lo peor de todo es que él se iba a casar dos días después de su muerte. Por eso siente que su muerte es culpa del niño.

Felipe regresa y seguimos nuestro camino hasta la universidad. Me despido de él y me dirijo a mi clase, en todo este tiempo no he hecho ningún amigo, no me interesa hablar de chicos o burlarme de los demás por ser diferentes como he visto que hacen desde el primer día.

Salgo de clases para esperar media hora a que Felipe termine su última clase e irnos de regreso a casa cuando me choco con un chico.

Lo siento —me apresuro a decir.

No te preocupes, ibas distraída —me sonríe. Es un chico amigable a simple vista—¿Cómo te llamas?

Lucia —sonrío, sigo mi camino para alejarme de él, pero me sigue—¿Qué quieres? —digo tratando de no sonar grosera.

¿No quieres saber mi nombre? —pregunta confundido.

La verdad, no —se sorprende.

Wao, es verdad lo que dicen por ahí —frunzo el ceño.

¿Qué dicen por ahí?

Que todos tus novios te han dejado y por eso eres una amargada que no habla con nadie —se encoje de hombros—¿es verdad?

Cree lo que quieras creer —me giro y camino nuevamente con sus pasos detrás mío—ya en serio —digo cansada—¿Qué quieres?

No sé que quiere, pero me está cansando su actitud. Quiero que Felipe salga rápido para irnos.

Es que me pareciste linda y solo quise hablarte —dice nervioso—lo siento si te incomodé, puede que hasta novio tengas y estoy molestando.

Caza Zabat (#2CF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora