11. Truths & Promises (Verdades & Promesas)

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Will tomó a Hannibal de la cintura y lo ayudó a ingresar al hospital más cercano.

-Un médico, por favor.- Exclamaba el agente bajo miradas desesperadas de enfermeras que enseguida se comunicaron a la sala de médicos.
Un hombre castaño y de ojos azules se hizo presente con dicha vestimenta de galeno.

-¿Qué le ocurrió?- Preguntó el hombre apresurando el paso de ambos hombres hasta una sala.

-Estábamos pescando y cazando en el bosque cuando, sin querer, lo lastimé creyendo que era el ciervo que perseguía.- Mintió el agente.- estaba todo oscuro.

-Y yo estaba agachado contra un árbol buscando leña.- agregó Hannibal.

-¿Señor...?

-Will Graham y él es el doctor Hannibal Lecter.- contestó él rizado.

-Perfecto señor Graham, debo pedirle que tome asiento y espere aquí.- Dijo el médico apresurado viendo que Hannibal seguía perdiendo mucha sangre.

Will se sentó echando una última mirada a su amado quién lo miraba con una sonrisa ladina.
A las dos horas, y luego de tres cafés y dos vasos de agua, el médico salió de la sala. Will se puso de pie como un resorte.

-Ya puede ingresar, señor Graham.- indicó el doctor.- Dígale que no se mueva mucho o los puntos se saldrán.

-Gracias doctor.- respondió Will.

-No hay de que. Para algo están los colegas. Buenas noches.- Dijo el médico palmeando el hombro del agente y marchandose.

Will restó importancia al comentario e ingresó a la sala dónde se encontró con un débil Hannibal postrado en una camilla. Era una pena verlo así pero no podía esperar, debía saber que fue lo que ocurrió hace unas horas con Abigail Barnes.

-Hannibal.- Murmuró casi inaudiblemente Will.

-Sigues aquí.- respondió el mayor.- creí que tal vez ya te habrías marchado.

-Sabes que yo no soy así.- contestó él rizado con enojo.

-Lo sé, Will.

El silencio los interrumpía en las millones de cosas que querían decirse pero ninguno parecía animarse a hablar. Will volvió a romper el silencio.

-¿Me dirás que fue todo eso?- Hannibal lo miró directo a los ojos.

-Estuviste ahí.

-Si pero... Al diablo, Hannibal. ¿Por qué siempre me haces esto?- Will comenzaba a alterarse y eso no era bueno, no para él.

-Sabes muy bien que yo no...

-¿que tu no has hecho nada? ¿En serio?- interrumpió el agente.- Hannibal, no habrá tercera vez y, si la hay, serás tú.- un destello de promesa se oía en su voz y eso, mierda que enorgullecia al caníbal. Su Will prometiendole matarlo, era para memorizarlo.

-Will, creo que es hora de que vayas a casa a descansar. Mañana saldremos de aquí y seguiremos con nuestra vida.- respondió Hannibal en un tono débil y suave. Si supiera cuantas ganas tenía de verlo sangrar y mirarle directo a los ojos.

-No hay un nosotros, Hannibal. Sales de aquí y tendrás que buscarte otro con quien experimentar.- sentenció Will poniéndose de pie y marchandose.

-¿Y no me extrañaras?- Preguntó el mayor provocativo.

-Hasta mañana, Hannibal.- respondió Will cerrando la puerta detrás de sí.

No solo Hannibal ya había salido del hospital, también pasaron dos días del hecho. Hannibal recién comenzaba a ser él de nuevo, a poder sentarse y caminar con normalidad dejando atrás el dolor y Will parecía otro, un desconocido.

La novia de Frankestein (Hannigram) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora