14. Third Wish (Tercer Deseo)

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Hoy era el día, el gran día. El sol estaba más brillante que nunca y las aves cantaban tan melodicamente esta mañana que todo parecía ir de acuerdo al plan.

Will fue el primero en despertar, algo que lo sorprendió. Normalmente, Hannibal se despertaba muy temprano para salir a correr, ducharse y hacer el desayuno. Hoy Hannibal parecía dormir muy profundamente como para percatarse del escándalo que Will creó al resbalar en el baño y tirar todo lo que había sobre el mueble.
Cepillos, un vaso, cremas, papel higiénico, etc. Fueron regados por todo el suelo acompañados por la estruendosa caída del rizado.

Recogió todo lo que se había caído y salió rápidamente creyendo que había despertado a Hannibal pero éste sólo se había volteado para seguir durmiendo. Era extraño pero lo pasó por alto.
De todas formas, Hannibal debía descansar. Hoy le esperaba una buena y ocupada noche.

El agente volvió al baño y mientras se duchaba tomaba precauciones sobre su higiene para estar completamente perfecto para Hannibal.
Sus mejillas se enrojecieron cuando una pregunta extraña y trivial vino a su mente: ¿Hannibal iba a fijarse en si se rasuraba o no?

Lo pensó por un largo tiempo pero decidió no rasurarse, ya que Hannibal nunca mencionó que no le gustara tal cual es.
Se secó el cuerpo y se colocó una bata para poder ir a preparar el desayuno.

Ahí estaba, parecía salido de una película de terror.
Al parecer, Hannibal había salido de tour nocturno y trajo a casa recuerdo de ello.

Will volvió al cuarto y se apresuró a subirse a la cama para despertar con brusquedad al mayor.

-¡Hannibal! ¡HANNIBAL!- Exclamaba el rizado sacudiendo el adormilado cuerpo del doctor Lecter.

-¿Will? ¿Qué ocurre?- Preguntó el mayor un tanto desconcertado sin entender porqué la brusquedad de su amado.

-¿Por qué lo has hecho?- Will se subió encima de Hannibal para no dejarlo ir y recibir, de una vez, una explicación.

-Will, la naturaleza del ser humano es innegable. La naturaleza de sus instintos son fuertes y no he tenido intenciones de no dejarme llevar por ellas.- Contestó sin mucho interés en el tema. ¿Will aún no lo aceptaba?- Quieres decir algo. Dilo.

Will miró al doctor unos segundos mientras sus ojos se cristalizaban y agachaba su cabeza.

-Esto iba a ser diferente, Hannibal. Lo iba a ser.- La cara de Hannibal expresó la gran curiosidad y confusión que por dentro lo carcomia. Will miró dentro de sus fríos ojos y entendió.- No... Hannibal, ¿en serio?

- La culpa y la verguenza no son parte de mi, Will. Y lo sabes.- Hannibal se incorporó en la cama haciendo a un lado al rizado.- Confié en ti, confié en esta misión creyendo que sería nuestra última vez aquí.

-¿Creiste que...? Hannibal, era absolutamente obvio que no podría hacerme eso. No, no podría volverme a permitir perderte y menos para siempre.- En los ojos de Will comenzaba a llover y en los ojos de Hannibal la niebla ocultaba todo.- Jamás... Jamás dejaría que te vayas de mi lado.

- Creí que esa era tu mejor opción. De hecho, es tu mejor opción.- La voz ronca del mayor contrastaba con la dulce voz de Will llorando.

-¿De qué hablas? No iba a...no iba a matarte y luego suicidarme a tu lado. Esa nunca fue una opción.- Las manos del menor se aferraron con frustración a las sábanas.

- No, mi querido Will. Yo no dejaría que pase. Pero deseaba que tu y yo...

- A la vez, ¿no?- Respondió Will con rabia. La negación era más fuerte que él.

- Así es.

El agente parecía pensar mientras de sus ojos no dejaban de escaparse lágrimas. No entendía nada de lo que ahora ocurría.

La novia de Frankestein (Hannigram) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora