**Anne's POV**
Agua, es lo que veo en el suelo. Litros de lágrimas derramadas los últimos 15 minutos que han pasado desde que abrí esa horrible carta que me cambiaría la vida totalmente.
Tengo más miedo que nunca. Sigo escondida en mi habitación pensando mil cosas. Escalofríos recorren por mi cuerpo cansado. Mas de 3 horas que se me han echo eternas. Parece que el tiempo se ha detenido y todo el mundo se ha puesto en mi contra.
De repente siento una punzada muy grande en el pecho, como si algo malo hubiera ocurrido. Suele pasarme cuando algo malo le va a pasar a alguien a quien quiero demasiado. Mi madre y yo estamos atadas por un vínculo muy fuerte. ¿Eso tendrá algo que ver con esa carta?, ¿Ya habrá actuado?.
Intento no pensar demasiado en eso. Me muero si algo malo le ha sucedido. Cuando mis padres se separaron, decidí quedarme con mi madre porque era la mujer más cariñosa del mundo. Me queria como a nada, me compraba todo y más. Se sacrificaba por mí. Y que ahora esté indefensa con esa cosa suelta...
-AAAAAH- dejé caer un grito de rabia y de tristeza al mismo tiempo.
Me da igual la edad que tenga, me da igual el peligro al que me estoy enfrentando, lo que quiero es librarme de este infierno de una vez por todas. Ya sé, tengo 10 años bla bla bla. Pero lo que nadie sabe es lo que puedo hacer por un ser querido. Puedo hacer miles de locuras.
Decido salir de mi pequeño escondite para dirigirme a la cocina. El camino se me hace eterno. Intento estar alerta todo el tiempo cuando, me derrumbo y empiezo a llorar. Me limpio las lágrimas y entro a la cocina. Suerte que no habia nadie.
Abrí el primer cajón y cojí un machete. Tengo que protegerme y a la vez ser fuerte. Busqué por toda la casa. Hasta por el sótano tan terrorífico, aunque estaba aterrada, pero no logré encontrar a ese horrible monstruo ni señales de vida. Seguí andando por la casa cuando... ¿Una flor negra?.
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Sin escapatoria
ParanormalAnne, una niña de 10 años a la que dejan sola en casa, solo con la compañía de su perro Bobly y su apreciado osito de peluche. Después de 14 años, Anne está aqui, y vive para contarlo.