Como una pesadilla

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Cuando salí del cuarto de baño, empezé a correr hacia mi habitación, pues se me había olvidado el cuchillo en mi escondite. Cuando me estaba acercando pude ver como esa cosa estaba ahí, delante de mi. Tenía la cara deformada y ni siquiera tenía fosas nasales. Vestía una especie de bata blanca rota y llena de sangre. Mostraba heridas pronfundas en las piernas y en los brazos. Parecía un muerto viviente. Podía ver su hacha grande y ensangrentada.

Mis latidos fueron a mil por segundo. Pensaba que me saldría el corazón del miedo que me invadió en ese momento. Empezé a gritar y eché a correr al sótano. Ahí me podía esconder mejor, pues hay muchos trastos. Me repetía una y otra vez las palabras que un dia me dijo mi abuela ya fallecida: "Tu eres lista, tu eres buena, tu eres importante". Se me llenaron los ojos de lágrimas al recordar esas palabras de mi abuela. Esas palabras me aportaban seguridad.

Me limpié las lágrimas de los ojos, pues tenía que defenderme o protegerme de esa cosa. No queria morir ya, era muy jóven y me quedaba vida por vivir. Si algo me enseño mi abuela es a ser fuerte en los momentos malos. Estaba recordando todo eso cuando de repente, la cosa esa pasó por el pasillo. Le observaba desde mi encondite, cuando giró la cabeza hacia donde me situaba.  Empezé a gritar, mientras me tapaba con la manta. Se acercó a mi corriendo con su hacha levantada y emitiendo sonidos extraños. Me cogió del brazo y me sacó hasta el pasillo. Me dió golpes y hasta me quería partir a la mitad con su hacha pero cambió de opinión y me dejo incosciente. Cuando me desperté, estaba en el sótano. Pude girar la cabeza y ver como había un agujero hondo y oscuro en el suelo. Era más grande que dos coches juntos. Estaba sola en aquel sótano oscuro.

Pensé que me iba a comer, así devorándome sin piedad alguna. Eso solo era el principio de lo que me estaba esperando...

Sin escapatoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora