Una vida NO tan común y corriente

Decisión diferente

POV's Bakugo

Hay días en los que recuerdas tu infancia como un pequeño videoclip de los mejores momentos, pasando por tu cabeza y sacándonos una sonrisa, yo estaba sonriendo en el metro mientras veía un álbum viejo de fotos en la galería de mi teléfono, igual, cada quien está ocupado en lo suyo para quedarse viéndome.

Justo en esos momentos en que me permitía relajarme y no estar a la defensiva todo el tiempo, había recordado mi infancia y algunas cosas que me traían buenos recuerdos, mire por la ventana directo hacia el cielo.

De pronto tuve una sensación de inquietud, como si mi cuerpo me advirtiera algo, sentí ganas de abstenerme de algo de lo cual arrepentirme.

Pero ¿Y si no puedo?.

Las clases habían termina y la sensación no desaparecía, seguía ahí, latente y alerta, hoy no había pasado nada del otro mundo, solo que él haciendo su existencia aún más fastidiosa, me fastidiaba, me fastidiaba si quiera que esté respire, oh y como murmuraba mientras que escribía, oh era, era, TAN.

Molestó.

Yo había tomado el cuaderno de notas de "Deku" a la fuerza, ni siquiera note como llegue hasta él, mientras esté apenas hacia algo para detenerme, ojeaba las hojas mientras el nerd me pedía devolverle el cuaderno.

Tenía que admitir, que su ñoño análisis era impecable, claro no lo pude leer todo tan rápido pero note el dibujo más reciente de la libreta, era Kamui y Mt. Lado, al parecer el nerd se los había topado en la intersección del tren que fue atrapado en la pelea.

- ¡Explotalo! -

Oí voces dentro de mi que me hicieron dudar si venían de mi cabeza.

- ¡Tíralo por la ventana y que se heche a perder! -

Siguió, siguió y siguió hasta el punto en que ya no podía oír a nadie más que esa voz, ¿Por qué hacerle caso? Tire el cuaderno a la banca del nerd, no sé por qué, pero sentía que... No era lo correcto.

- Toma tu estúpido cuaderno nerd - dije harto, después de eso no quise escuchar a nadie más, ni siquiera a los estúpidos y "supuesto amigos" que tengo.

Tome mi bolsa y corrí hacia la puerta, sentí que el aire me faltaba y las manos me sudaban un montón, eso era malo un mal movimiento causaría una explosión accidentalmente, mis piernas me llevaron al parque más cercano, ya al encontrarme solo en un cubículo hice explosión entre mis manos.

Me llevo varios minutos poder tranquilizar mi corazón, no tenía ni idea de que o porque hice lo que hice, literalmente huí del inútil de Deku y todos.

- ¡Bakugo! ¿Estás ahí? - escuche la voz de uno de esos extras, no quise salir, pero estos me golpeaban la puerta del cubículo hasta el cansancio

- ¡Callen Mierda! - grite saliendo enojado.

- ¡Vamos viejo no te pongas así! - chillo mientras lo tenía del cuello agarrado - Mejor vamos a los videojuegos, ¿Si? Anda viejo - dijo tratando de que no lo mate.

Lo solté y regrese al cubículo a por mi bolsa, mientras me seguían con la mirada expectantes de un próximo ataque de ira por mi parte. - ¿¡Que esperan!? No tengo todo el día -.

Caminé dejándolos atrás para no oír sus quejas o molestos comentarios, quería paz, pero con estos estorbos no lo tendría hasta que hiciera lo que me pedían.

POV's Narrador

Mientras el rubio dejaba a los dos jóvenes atrás, estos murmuraban a sus espaldas.

- Maldición, casi me hago encima - se quejaba el antes levantado en el aire, se sacudió entero - Hoy no solo está insoportable, si no extraño -.

- ¡Shh! Habla más bajo hombre - le hablo el otro muy nervioso - Es cierto que es un bastardo, pero si te oye te mata. - dijo asustando al otro de manera de amenaza - Bueno, si esta actuando raro, igual que ese nerd, apenas vio a Bakugo salir se fue tras el pero el inútil ni lo alcanzó, pero mejor lo ignoramos, no quiero que me explote la cara en mil pedazos -.

- ¡A qué hora los espero! - grito el rubio de mal humor.

- ¡VAMOS! - gritaron asustados de las consecuencias de hacer cabrear al chico explosivo, le siguieron hasta poder alcanzarlo.

🙁😔🙁😔🙁😔🙁😔🙁😔🙁😔🙁

Junto en la dirección contraria, un joven peliverde caminaba en dirección a casa.

- Me pregunto que le pasó a Kacchan - se preguntó distraido y perdido en sus pensamientos, sujeto con fuerza su libreta mientras soltaba una sonrisa - Me pregunto si le gusto mi libreta.

Dijo positivo ante una respuesta favorable que sería imposible desde sus posibilidades de que sea un
"Sí", Izuku se perdió en las notas de su libreta escribiendo frenéticamente mientras murmuraba como siempre.

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- Hoy en horas de la tarde el héroe número uno y símbolo de la paz, All Might, capturó bajo un puente cercano ubicado en XXX0. Cerca de la secundaria XxX, la captura no llego a mayor hechos gracias a la colaboración de All Might y la policía, en estos momentos el criminal se encuentra en custodia de la policía se cr- - apagó el televisor la rubia que miraba la pantalla en negro, después corrió hacia la entrada para ponerse sus zapatos lo único que la detuvo fue escuchar su teléfono.

Esta regreso para tomarlo y contestar - ¿¡Katsuki!? - hablo un tanto histérica.

- ¡Mitsuki! - Erró, era su esposo llamándola - ¿Sabes de Katsuki?, oí las noticias, ¡Él-! -.

- No Masarou, no lo sé, estaba por salir de casa cuándo las ví - dijo sintiendo como el pánico se iba apoderando de ella.

- Tranquila amor, dijieron que no llego a mayores, ¿No es así? Amor, él debe estar bien -.

La rubia se quedó quieta y callada a la bocina, su esposo la conocía muy bien al parecer, aunque no su actitud muchas veces hablará por ella, su instinto materno le era más grande que hasta su forma de querer.

- Ya llegué - se halló una tercera voz en la casa, Mitsuki dejó caer su teléfono y fue abrazar a su bebé, tal vez deba después disculparse con su esposo por dejarlo colgado, pero en esos momentos quería abrazar a su hijo. - ¿¡Pero que haces vieja!? - se alteró un poco el joven por el abrupto afectó.

- Cállate - dijo suavemente mientras acariciaba las delicadas hebras rubias de su hijo al abrazarlo - Solo cállate y déjame así por un rato -.

Así se quedaron hasta recobrar la compostura, su madre le explicó lo que sucedió, claro, fue un golpe de suerte que este no se halla topado con nada de eso, eso fue lo que dijo su padre al llegar y encontrar a su hijo sano y salvó.

En la cena al ver otra vez las noticias, los padres del joven lo agradecieron una vez más, pero algo en el pecho del rubio le hacía sentir que algo más debió ocurrir esa tarde, pero no podía decir qué.

Tal vez ignorando aquello, eso desaparecería.

Y así fué.

No desapareció solo duerme por ahora.