64th Street [c.h.]

Prólogo

Vi el altar delante de mí y él ni siquiera se dio la vuelta. No se esforzó en hacer esto creíble. Todos los días eran así con él. Ni siquiera sabía que hacía vestida de blanco y del brazo de mi padre andando hacia lo que se convertiría en una completa mierda.

Pero claro está que yo no tenía el suficiente valor como para no hacerles caso a mis padres con mentalidad de la Edad Media que se empeñaban en casarme por conveniencia.

Digamos que también había sido un poco culpa mía, dado que ellos me habían dado la oportunidad de buscarme a mi hombre, pero era evidente que querían salirse con la suya y con un solo mes yo no iba a conseguir nada.

Miré a la cara a la persona con la que iba a tener que compartir mi vida solo por el hecho de que fuera rico y reflexioné sobre todo esto, acabé por darme asco a mí misma por no coger y montarme mi vida independiente.

El párroco apareció y todos se callaron. Está bien. Acabemos con esto.