Capitulo 6

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Ya había llegado al hospital, hoy tendría mi primer turno como interna, no es que no haya hecho guardia desde antes, gracias al programa que mi facultad tenía, realizaba guardias (obligatorias) desde mi cuarto año de la carrera, así que no es como que no sabía lo que me esperaba, claro, el trabajo era muy distinto a lo que hacía en mi época de estudiante. Me emocionaba mucho esta experiencia, así que me dispuse a ir a mi lugar de trabajo.

En cuanto llegue pude ver a la doctora Martinez sentada escribiendo en unas de las computadoras que se encontraban en el cubículo, no pude evitar recordar la imagen de ella con otro hombre, no pude evitar preguntarme a mi misma si era la primera vez que lo hacía o si y había engañado a Martín en otras ocasiones, no conocía su relación ni cuánto tiempo llevan juntos, pero sólo con el hecho de saber que a Joel le agradaba mucho, a mí también me agradaba. Levantó la vista y fijó su vista en mí

-Doctora Montearraza, necesito que termine de hacer este trabajo por mí, tengo una clase dentro de 10 minutos, ayer le explique bien como se hacía, no es nada complicado, son los traslados de unas pacientes que ya terminaron trabajo de labor y parto y se les dará seguimiento en sala de hospitalización- Dijo sin levantar su vista del monitor-¿cree que puede hacerlo?- Dijo al fin levantando su vista y alzando una de sus cejas.

-Claro que si doctora, no se preocupe, cuando regrese, estará todo hecho- Dije muy segura de mi misma

-Jah! No creo que este todo, pero al menos espero que logré avanzar algo, es mucho papeleo solo para una paciente, y créame, no son ni 5, ni 10 pacientes- Dijo en un tono engreído.

-Haré lo mejor que pueda doctora- Le dije sonriendo, a lo cual hizo caso omiso, sólo se levantó y sin decir más se marchó.

Procedí a realizar mi trabajo, fui a preguntar a cada una de las pacientes, y chequear sus signos vitales, luego de ello procedí a escribirles a cada una de ellas en sus respectivos expedientes, si eran muchos papeles la verdad, sólo para una sola paciente, pero agradecía a Dios que no tenía que escribir TODO el papeleo mano y a mi hermano ya me había explicado muy bien que este era el ritmo de vida y carga de trabajo durante el internado, ya venía sobre advertida acerca de esta etapa, así que sin más procedí a realizar mi trabajo.

Se hicieron las 8:15 de la mañana, llevaba una hora escribiendo sin parar y había logrado sacar los papeles de casi todas las pacientes, los residentes de la sala empezaron a llegar, así que me imagine que ya había culminado su clase, decidí no desviar mi atención del trabajo, hasta que alguien me llamo por mi nombre.

-Hola Adriana, has visto a Ximena?

-Doctor Zapata, Hola, Buenos días- Dije sin levantar la vista del monitor, quería concentrarme en hacer esto.

-Creo que habíamos quedado en que para ti sólo sería Martín.

-Lo sé doctor, pero estamos en nuestro lugar de trabajo, ¿qué van a pensar si me escuchan tuteando al novio de la doctora Martinez, cuando apenas es mi segundo día de trabajo, y ni siquiera he tocado el piso de cirugía?

-Tienes razón, pero hablando de la doctora Martinez, la has visto, sé que ayer estuvo de guardia, pero no he logrado comunicarme con ella, ¿la has visto?

-De hecho si doctor, pero hace como una hora que se dirigió a una clase de residentes y me dejó realizando este trabajo, y no he visto que vuelva.

-Esta bien Adriana, gracias, nos vemos luego- Dijo bastante seco, al parecer la noticia no le había agradado. Levanté mi vista del monitor, y tenía una cara de molesto, que se me hacía algo chistosa, me esforcé por no reírme pero no funcionaba mucho.

-¿Algo anda mal doctor?- Pregunte casi riéndome.

-¿Sabes qué Adriana?, no se si me molesta más el hecho de que no tengo mi putas ideas dónde demonios se metió mi novia desde ayer, o que insistas en tratarme de usted, así que por favor, ¿Podrías no contribuir a mi mal humor? Aparte hoy estoy de Guardia- No pude contener mi carcajada, y me reí mucho, su cara de "enfadado" se me hacía muy chistosa.

-No le encuentro lo chistoso Adriana- Me dice, casi riendo

-Tú eres lo gracioso, ¿te han dicho que tu cara de pucheros es muy graciosa?- Dije aún riéndome

-Pues gracias, no, eres la primera persona que me lo dice- Trato de contenerse, pero al momento nuestras carcajadas se unieron, parecíamos un par de tontos riendo por nada.

-¿Qué es tan gracioso?- Preguntó una voz femenina, que al parecer sonada algo molesta- Doctora, la veo muy entretenida con el doctor, ¿terminó los papeles que le encargué?

-Estoy terminando los de la última paciente doctora.

-La veo riendo con el doctor, no trabajando- Esto debe de ser una broma ¿Estaba celosa? Desgraciada, si supiera que la miré ayer con el otro tipo engañando a Martín.

-Ximena, Adriana no tiene la culpa, yo la vine a interrumpir cuándo ella estaba trabajando.

-¿Adriana?, Martín ¿Desde cuándo te tuteas con la interna?- Pude ver como Martín puso los ojos en blanco lo que me hizo la escena aún más chistosa.

-Ximena, ella es una amiga muy cerca del doctor Torres y de su familia, se conocen desde muy pequeños, y ayer nos presentó durante el almuerzo.

-Está bien, no me interesa saber su árbol genealógico- Decidí seguir escribiendo, porque esta tipa si me caía bien mal, ella siguió hablando mientras yo estaba cerca de ellos- Pero dime mi amor, para que me estabas buscando- Mi amor, me repetía en la mente, ¿mi amor? Maldita sucia.

-¿Será que podamos hablar en otro lado?- Preguntó Martín bastante serio, ella asintió y antes de marcharse él se despidió de mí.

-Nos veremos más tarde Adriana.

-Adiós doctor- Le dije, y antes de irse me fulminó con la mirada, esto se me hacia demasiado chistoso ¡LO JURO!

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