Capitulo 13

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-Esto debe de ser una broma Martín, tenemos una maldita discusión y lo primero que haces es venir a meterte con una interna de segunda- Escuché a Ximena chillar en frente de nosotros.

No podía dejar de ver la cara de Martín, sin expresión alguna, me estaba horrorizando.

-Ximena, creo que deberías de calmarte y no ofender a Adriana- Dijo muy tranquilo.

-Ah claro, tranquilizarme, mientras estas aquí abrazado con esta niña mientras yo estaba en mi casa sufriendo por esta incertidumbre entre nosotros- dijo moqueando.

"Si será descarada la niña esta"

-Yo me voy de aquí- Dije al ponerme de pie tratando de limpiarme la cara de la bebida que la loca que tenía en frente me arrojó.

-Ah no, Tú no vas a ningún lado hasta que no me expliquen que esta pasando aquí-Dijo enfurecida.

-Em, Lo siento, pero creo que yo no quepo en esta discusión, sea por lo que sea, Martín y yo no estábamos haciendo nada malo- Me acerqué mucho más a ella para poderle susurrar lo siguiente a ella en el oído sin que Martín se diera cuenta- A diferencia de ti,  o ¿te recuerdo lo que haces en los cambiadores con el dortorcillo aquel?

Me quedó viendo con los ojos abiertos, y su respuesta no tardó.

-No juegues conmigo niñita-  Dijo enfurecida.

La verdad el alcohol aunque el alcohol estaba muy por encima de mis niveles tolerables, decidí ignorar su amenaza y no seguirle el juego, así que solo sacudí mi mano derecha en el aire y decidí marcharme.

Pero justo al darle la espalda, decidió usar su maldita peor arma.

-Suerte que tu hermano no esta vivo, así no tendría la vergüenza de ver como su hermana le restriega el culo a un HOMBRE COMPROMETIDO.- Dijo alzando su maño izquierda, dejando ver un hermoso anillo en su dedo, y con la otra intentaba abrazar a Martín, que seguía estático aún.

Maldita Hija de Perra ¿Quién se creía esta para hablar de mi hermano? ¿Para agradecer su muerte? ¿Que yo estoy haciendo qué?

La observaba con despreció desde mi lugar, Maldita zorra, enterró la daga justo dónde más me dolía.

Mis lágrimas amenazaban con salir, pero decidí no mostrar debilidad, aún con mi cuerpo tensado por el enojo que Ximena me estaba provocando, decidí alzar mi mirada y poner mi mayor cara de desprecio frente a ella y Martín.

¿Cómo Martín podría estar enamorado de alguien como ella?

-Ximena, creo que le debes una disculpa dijo al final Martín.

-¿Qué? Estas loco, demente, jamás lo haré, es a ella a quien encontré aquí, acostada contigo.

-En todo caso, fuí yo el que pedí su compañía.

-Mierda- Les grité- Ambos pueden ir a comprar y comer mucha mierda-Martín al fin mostró expresión, ¿Le molestaba? No lo sé, me importo muy poco y seguí- No necesito tus disculpas estúpidas, NO LAS NE CE SI TO, les deseó mucha felicidad y disfruten lo que quede de su noche.

Les di la espalda y decidí entrar nuevamente al club.

Cuando entre logré ver fácilmente la enorme figura de Joel, muy junto a la de mi amiga, Maria, seguian muy acaramelados.

-Lamento interrumpirlos, pero ya me tengo que ir- Les informe a ambos esperando una respuesta positiva de ellos.

-No te preocupes, yo las llevaré a ambas-Dijo Joel.

-No es necesario, yo traje mi auto.

-Pero amiga, me quiero quedar un poco más-Dijo María

-No te estoy diciendo que vengas conmigo-Dije rodando los ojos, estaba muy molesta por lo que recién había pasado e injustamente me estaba desquitando con ellos.

-Esta bien, esta bien, Yo la dejaré en su casa, tú vete, que estas de malas pulgas- Dijo Joel, intentando hacer broma, pero estaba tan molesta, que sólo rodé mis ojos.

Llegué a donde tenía estacionado mi auto, y para mi mala suerte allí estaba, la "pareja perfecta" en un auto.

Martín y Ximena, jugando con sus lenguas, ella estaba sentada sobre sus piernas, mientras el con sus manos recorría todo su cuerpo y ella desabotonaba su camisa, y lentamente se movia sobre él.

Odiaba esta maldita sensación en mi estomago al verlos.

Odiaba lo que ella había dicho de mi hermano.

Odiaba lo que ella le estaba haciendo a Martín.

Odiaba sentirme usada por Martín para causarle celos a Ximena.

Entré a mi auto, tratando de ignorar la escena frente a mis narices, encendí el reproductor de mi auto, y lo conecté a mi teléfono, y empezó a sonar a todo volumen Tell me de it'sdifferent & Hellen  mientras me dirigía hecha un demonio, hacia mi departamento

 And Who the hell do you think you are?

Quédate HoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora