Guardia intensa, muy intensa.

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📍Aviso, lemon +18, si lees será bajo tu responsabilidad.
Noticas: Hola queridos lectores, nada más avisando que estoy haciendo modificaciones y arreglos a cada capítulo de la historia, ademas de que pronto subiré algunos especiales atrasados.

En la orilla todos estaban bien, Hipo como siempre estaba ocupado tratando de crear un plan para destruir a Vigo de una vez por todas y no dañar a los pobres dragones que Vigo utilizaba como carnada, Brutacio andaba jugando con Gallina, pues últim...

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En la orilla todos estaban bien, Hipo como siempre estaba ocupado tratando de crear un plan para destruir a Vigo de una vez por todas y no dañar a los pobres dragones que Vigo utilizaba como carnada, Brutacio andaba jugando con Gallina, pues últimamente no pasaban mucho tiempo juntos por las misiones que Brutacio tenía que cumplir junto con sus amigos y colegas, así que decidió tener un momento para jugar y distraerse con Gallina, mientras que Brutilda estaba entrenando con Erupto y Huacara, o mas bien estaba jugando con ellos, pues lo único que hacía era contarles chistes y burlarse de su propio hermano. Patapez estaba perdido en su mundo buscando piedras aptas para que Albóndiga se las comiera, mientras que Astrid estaba sentada en su cabaña algo desanimada... miraba el suelo con desesperación, luego decidió ir a ver a su novio y al menos poder pasar un buen rato con él.
Astrid se levantó del asiento y se dirigió a la salida de la cabaña, en busca de marcharse sin despertar a Tormenta, pero ya era demasiado tarde, Tormenta (que se supone que estaba dormida) estaba enfrente de ella.
—Vamos Nena, no te puedo llevar con Hipo, de seguro ni Chimuelo está con él, es mi momento para pasar un buen rato con mi novio, tú me entiendes—
Tormenta accedió con la cabeza y la dejó pasar, Astrid agradeció a su dragón y se marchó a la cabaña del joven, donde de seguro él estaría a solas. Astrid caminó un poco antes de poder llegar a la cabaña del castaño, una vez que llegó, se aseguro de que tocar fuerte la puerta, pues no se veía nadie adentro.
—¡Hipo! ¿Estás aquí?— No hubo ninguna reacción, parecía que no había nadie, haciendo que Astrid se desanimara un poco —Mmm... Supongo que no estará mal si hecho un pequeño vistazo— Astrid decidió entrar, abrió la puerta con mucho cuidado de no hacer ruido o de alertar a los demás con su actitud del día de hoy, una vez que entró a la cabaña, cerró la puerta con mucho cuidado y se encaminó a la cama de su novio, Astrid pensó que tal vez estaba dormido, por lo cual cuando llegó a la cama revisó unas tres veces, pero sólo se topó con Chimuelo dormido —Ay Hipo... ¿donde estará?—
Entonces unas manos la tomaron de la cintura y la alzaron en el aire, haciendo que diera un pequeño grito del susto —¡Ay por Thor!—
—Jaja, perdón Astrid pero no pude desaprovechar la oportunidad— Él castaño la bajó al suelo para mostrarle una sonrisa traviesa, que sólo causó un sonrojo en Astrid —Estabas tan despreocupada que no lo pude evitar—
—Ven acá pequeño bastardo— Entonces Astrid le dio un beso muy apasionado a su Hipo, hasta Hipo se sorprendió por la repentina acción de su novia, pues aunque ella solía ser muy fuerte o agresiva, jamás solía ser pervertida o apasionada. El beso se terminó cuando Astrid se separó de él abruptamente, dejándolo embobado —Eso te pasa por ser un fastidioso, Hipo—
—Debería hacerlo más seguido— contestó con una sonrisa embobada.
Sus labios comenzaron a acercarse de nuevo, acortando la distancia entre ellos, pero de repente Patapez entró corriendo como un loco a la cabaña, haciendo que ellos dos se tuvieran que separar. Hipo miró algo molesto a Patapez, quien llevaba una sonrisa de oreja a oreja en la cara, se le veía muy feliz.
—¿Qué sucede Patapez?— preguntó Hipo.
—¡Heather regreso!— Él chico miró emocionado a sus amigos, quienes se miraron unos segundos para después sonreírle a él —Y también Dagur volvió—
—Ay Patapez, no puedes negar tu amor por Heather...— dijo Astrid mientras soltaba una risita.
—Así como yo no puedo negar el mío por ti— Astrid se sonrojó un poco, ¡Carajo! Habían estado tan cerca de avanzar... a veces esto de no tener privacidad era algo muy molesto. Los masculinos brazos de Hipo la atraparon, haciendo que su corazón latiera rápido —¿No es así, As?—
—¡Pero que tórtolos se pusieron hoy!—
—¡Heather!— Inmediatamente Hipo dejó de abrazar a Astrid, cosa que molestó un poco a la rubia. Hipo se dirigió a Heather para abrazarla y darle un beso en el cachete, haciendo que Astrid sintiera celos —¡Me alegra tanto poder verte de nuevo!—
—Pero no vine sola, también vino...—
—¡Y también Daguuuuuur!— La chica de pelo oscuro no pudo terminar su frase, pues había sido interrumpida por su hermano mayor, Dagur. Astrid sólo rió.
—Chicos si no les importa me gustaría descansar un poco, tuvimos algunos problemas con el viaje y estamos agotados...— Heather le guiñó un ojo a Hipo.
—Quédate en mi cabaña Heather— Astrid y Heather eran buenas amigas, pero se quería asegurar de que hoy no fuera un estorbo para sus planes privados con Hipo —Me temo que la tuya fue destruida por un ataque de Vigo—
—En serio te lo agradezco As, ¿Pero y tú?— preguntó la chica con amabilidad.
—No te preocupes por mi Heather, estaré bien... además hoy estaré entrenado con Tormenta— Astrid miró de reojo a Hipo —Ya tengo planes para mi noche, así que no te preocupes por nada, ¿Ok?—
—Creo que se olvidan de mi, Dagur— Dagur llamó la atención de todos —¿Y yo qué? ¿Donde me quedaré?—
—Conmigo— respondió desanimada Heather.
—Te puedes quedar en mi cabaña, hoy me toca guardia—
—Hipo, ¿podemos hablar a solas?— La momentánea preguntó dejó helados a todos en la cabaña, en especial a Astrid, quien sentía hervir su sangre —Necesito hablar a solas contigo lo antes posible—
—Claro Heather...— respondió Hipo —Chicos, ¿Me podrían dar un momento a solas con Heather?— Astrid se sentía celosa, ella apenas podía tener un momento con su novio y ahora menos que Dagur y Heather estaban ahí.
Patapez, Dagur y Astrid salieron de la cabaña para darles privacidad a ambos, dejando más que molesta a Astrid, es más, estaba furiosa.

< One-shots de Hipo x Astrid Lemon >Donde viven las historias. Descúbrelo ahora