Life in paradise.

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POV yo:
Astrid estaba en su nueva casa algo apurada, hoy su marido había invitado a todos sus amigos a comer y Astrid tenía que preparar la comida.
Astrid: ¡Odio cuando hace eso! -gritó desesperada- ¿No podíamos ir a comer?
Hipo: Pero tú no tienes que hacer nada amor, ya te dije que ellos van a traer la comida.
Astrid: ¡Eso dices! -dijo Astrid haciendo un puchero- Pero recuerda que Brutilda también está embarazada y conociéndola no va hacer nada, además dudo que Patan quiera hacer algo por su esposa, ¡así que YO tengo que hacer la comida!
Hipo suspiró, ganarle una discusión a su esposa era un verdadero fastidio.
Hipo: Vamos Astrid, ya deja de hacer la comida, todos van a traer algo, deja de preocuparte y vete a bañar ya.
Astrid accedió a duras penas, subió al segundo piso de su casa y se dirigió a la habitación principal y buscó un vestido azul cómodo y ropa interior limpia.
Luego se metió a bañar.
( Posdata: Los vikingos se bañan en tinas de madera y cargaban agua para bañarse y con el fuego la calentaban)
Astrid se duchó y después se cambió para recibir a sus invitados.
Hipo: My Lady -gritó Hipo- Ya llegó Patan junto con Brutilda y también Heather y Patapez -exclamó el joven desde abajo-
Astrid: ¡Ya voy!
Astrid bajó al primer piso y se encontró con sus amigos y compañeros de toda la vida.
Heather: ¡Astrid! Que gusto verte, hace mil años que no nos vemos
Astrid: Ya sabes que los embarazos no son cosa fácil.
Heather: Aún recuerdo cuando Patan hizo un teatro por el embarazo de Brutilda.
Brutilda: ¿De qué hablan chicas?
Ambas se rieron, estaban disfrutando esos momentos.
Astrid: De cuando Patan llegó a gritar que el sexo hacía bebés.
Brutilda se sonrojó, ese momento no la dejaba de atormentar.
Heather: Además no todos los días las tres mejores amigas festejan que están embarazadas -dijo Heather tocando su panza abultada-
Brutilda: No puedo creer que te casarás con Patapez.
Astrid: Vamos Brutilda, la que nos sorprendió fuiste tú con Patan.
Heather: Ay ya sabíamos que ambos iban a casarse, era muy obvio.
Astrid: Bueno, si de obvio hablamos... ¡tú ganas! -todos ríen-
Brutilda: Oh vamos Astrid -exclamó Brutilda- Tu relación sexual con Hipo en la isla era muy obvia y tú aún así la negabas, ¡tú ganas!
Astrid: Siempre fuimos cuidadosos y silenciosos, ¡no te puedes quejar!
Brutilda: Noooo, nada más en la mañana salías de su cabaña toda desarreglada y con marcas de chupetones y besos desde los pies hasta el cuello.
Hethaer: Además de que diario tomabas el té para evitar embarazos.
Astrid: Ay bueno, pero nunca hubo accidentes y nunca nos cacharon ¡como a otrooos!
Brutilda se sonrojó. Si, los habían cachado después del acto en la cabaña de Patan.
Brutilda estaba dormida en el pecho de Patan y ambos desnudos.
Todas se volvieron a reír.
Mientras con los chicos:
Hipo: me pregunto de qué hablaran nuestras esposas.
Patan: De seguro de estupidas cursilerías y todo eso.
Patapez: Vamos Patan, ¿no estás feliz de que vas hacer padre?
Patan: ¿Feliz? Brutilda tiene antojos a las 3:00 de la mañana además de que siempre está de empalagosa conmigo y lo peor de todo, ¡siempre quiere que la consienta y le lleve el desayuno a la cama y que haga todo!
Patapez y Hipo rieron, pobre Patan.
Patapez: Pues Heather no es así, lo malo es que se a puesto muy agresiva, aveces quiere matarme y aveces me dice que me ama mucho, simplemente está de una emociones muy disparejas y complejas.
Patan: ¿Qué hay de ti Hipo? ¿También la pasas mal?
Hipo: Ni que lo digas... Astrid es especial en todos los sentidos pero ahora está insoportable, en la madrugada se levanta y quiere tomar agua, sus antojos son raros y luego comienzan a llorar por cualquier cosa estupida, una vez me dijo que si ya no la amaba la dejara y me fuera con mi amante.
Patan: Embarazarse apesta.
Brutilda: ¿qué fue lo que dijiste Patan?
La voz de su esposa hizo temblar a Patan.
Patan: Nada amor, nada... -dijo Patan mientras le daba un beso en la frente-
Astrid se acercó a Hipo y lo abrazó con mucha necesidad y cariño.
Astrid: A ti si te gusta que esté embarazada, ¿verdad Hipo? -Literalmente el corazón de Hipo se hizo chiquito con la tierna voz y cara de su esposa-
Hipo: Si mi amor, yo soy feliz contigo.
Heather le dio un golpe en la cabeza a Patapez y luego le dio un beso.
Heather: ¡Te quiero mucho Patapez!
Los tres hombres sonrieron, aunque era difícil tener a sus esposas embarazadas, las amaban y eso era suficiente.
Estaban viviendo un paraíso, más bien, vivían el el paraíso.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2019 ⏰

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