5 Dudas

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Kirisato había pedido que le llevara la comida al distrito rojo y aunque a Hideki no le agradaba la idea de que fuera allí, sobre todo por los últimos rumores de asesinatos cercanos a la zona. Aun así no podía dejar de lado a un cliente tan importante como ella. Así comenzó mi rutina llevándole todos los días la comida que preparábamos en Shiki. La cortesana y yo fuimos cogiendo cada vez más y más confianza.

Un día me acerqué fuera del horario en el que solía llevarle la comida. Y me encontré un espectáculo grotesco justo en frente de la puerta donde trabajaba Kirisato. Un hombre que se movía de manera estrepitosa, parecía borracho, estaba gritándole a Kirisato, se había formado un círculo alrededor de ambos pero nadie parecía tener el coraje de intervenir en la discusión.

-¿Por qué no dejarás que pase la noche contigo? ¿Vas a seguir dándome largas?.

La cara de la cortesana seguía impasible.

-Así que son ciertos los rumores de que no dejas dormir a nadie en tu futón. ¿Qué tipo de cortesana eres entonces?.

Tal cual vi cómo levantaba la mano para amenazarle con pegarle salí corriendo y me interpuse entre ellos.

-¡No te atrevas a tocarla!_ grité.

-¡Miss!

El hombre pareció perder interés en Kirisato.

-¿Quién te crees que eres?.

Su mano iba directa hacia mi cuello, pero Kirisato lo paró de inmediato con su mano. Se veía al hombre hacer un esfuerzo considerable para deshacerse de la cortesana pero no era capaz. Miré a la desconocido expresión de la mujer que nunca antes había visto. Estaba llena de ira.

-No te atrevas a poner tu sucia mano en otra mujer._ su voz había cambiado, no era la melódica y suave voz de Kirisato.

¿Haru?

-Si quieres poner la mano encima de alguien que sea yo.

El hombre se deshizo del brazo de Kirisato y desapareció entre los callejones.

Me miró de reojo con sentimientos encontrados y dijo un poco más apaciguada.

-Creo que por hoy deberías marcharte, miss.

Me quedé desconsolada al ver que nadie más había actuado ante aquella situación. Quizá estaban acostumbrados a este tipo de clientes y espectáculos, pero yo no. En verdad me había sorprendido las nuevos sentimientos que procesaba por la cortesana, no era simplemente una amiga, para mí era algo más. Al llegar a Shiki me encerré en mi habitación y abrí la ventana para intentar despejar mis ideas.

"No te atrevas a poner tu sucia mano en otra mujer". En aquel momento hubiera jurado que era Haru quien había hablado, sin embargo, me encontraba en frente de Kirisato. Por otra parte, sería de verdad Haru el asesino del que hablaban los habitantes de Kyoto, ese dakini.

Tenía la cabeza completamente llena de pensamientos sin sentido.

Kirisato x OC Completo (Destined to love Otome)Where stories live. Discover now