18 La última promesa

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Exhausta de tantas emociones sentí mi cuerpo deslizarse sobre el pecho de Haru mientras mis lágrimas mojaban su pecho. Sollocé tanto como en el momento en el que pensé que le había perdido para siempre entre mis manos, solo que esta vez su corazón continuaba sonando.

-¿Son pareja?

La voz del médico sonó detrás de mí.

No podía revelar la verdadera identidad de Haru, nadie debía saber de su existencia como tal, pues aún podría ser perseguido. Por lo que me obligué a recobrar la compostura, me sequé las lágrimas y asentí.

-Nos sorprendieron unos bandidos. Intentó defenderme, pero nos superaban a ambos, tuvimos que huir, pero nuestros caminos se separaron.

Volví a mirar su rostro.

- Pensé que le había perdido para siempre.

El médico se acercó.

-Y así hubiera sido de no ser porque un aldeano de Kirisato lo trajo a tiempo a mi consulta. No solo su herida era grave, sino que también había sido envenenado con la hoja que había traspasado su abdomen.

Mi mano se enroscó en un puño al pensar en el odio de Todo. Y cómo había herido casi de muerte a Haru.

-A pesar de su estado, ha conseguido vencer a la muerte_ puso una mano sobre mi hombro_ Quizá fue porque se negaba a dejarla sola.

Retiró la mano y se alejó dejándonos privacidad.

El tiempo pasó sin apenas darme cuenta, y para cuando ya había anochecido me sentía abatida por tantas emociones que opté por tumbarme al lado de Haru a la espera de que despertase. Y sin poder remediarlo me quedé traspuesta a su lado abrazándolo con cuidado, sintiendo su cálida y fina piel blanquecina.

***

Los ojos grises del hombre se abrieron por primera vez desde hacía semanas. Lo último que recordaba era escuchar la voz desesperada de Hikaru rogándole que no le dejara y el sabor metálico de sangre en su boca. Sin embargo, ya no estaba en aquel bosque, y a pesar de que notaba sus músculos agarrotados y pesados, estaba vivo a pesar de la herida que Todo le había infligido.
Notó entonces un peso sobre su pecho y su hombro. Alguien estaba con él. Se incorporó no sin dificultad y comprobó de quién eran.

-Hikaru_ su voz se quebró.

Aproximó su mano al rostro de la mujer que yacía dormida su lado. Al tocarla la muchacha se despertó de inmediato y le cogió de las mejillas mientras no paraba de decirle cosas.

***

-Haru, durante todo este tiempo pensé que habías muerto en mis manos.

-¿Acaso no lo estoy?_ sonrió de una forma que me hizo recordar a Kirisato cuando bromeaba conmigo

Me abalancé sobre él para abrazarle haciéndole caer.

-Hikaru ¿Esto es un sueño? _ preguntó acariciándome el pelo.

Negué con la cabeza, le expliqué las palabras del médico de cómo le habían salvado la vida y de lo que había sido de mí durante ese mes.

-Lo has conseguido, Haru_ sonreí_ Has vuelto a tu hogar.

Haru miró por la ventana de la habitación.

-¿Dónde estamos?

-Cumpliste tu promesa después de todo. Estamos en el pueblo de la niebla, Kirisato.

Sus ojos se abrieron de sorpresa.

-Kirisato_ susurró el nombre mirando mi rostro_ No_ hizo un ademán de levantarse.

Me apresuré para cogerle entre mis brazos pues todavía estaba débil y le costaba moverse tras tanto tiempo tumbado inconsciente.

-Todavía no he cumplido mi promesa_ dijo con voz queda sonriéndome de la única manera que alguien podía deshacer mi corazón.

Entonces recordé nuestras palabras. Asentí y a pequeños pasos llegamos hasta las afueras del pequeño hospital. Caminos sin prisa, descalzos sobre el suelo rosáceo en busca de cumplir la promesa que hacía tanto tiempo nos había mantenido la ilusión de comenzar una nueva vida fuera del distrito rojo y el pasado de Haru Akira.

Bajo los cerezos en flor Haru cogió mis manos con las suyas.

-Descubriste quién era bajo un árbol como este. Y a pesar de mis acciones y mi oscuro pasado y mis manos manchadas de sangre, continuaste a mi lado.

Besó el dorso mi mano.

-Nunca pensé que encontraría alguien que fuera capaz de salvarme de mí mismo_ bajó su mirada_ Jamás pensé que alguien como yo tuviera derecho a sentir lo que es ser amado.

Me secó las lágrimas que caían por mi mejilla.

-Quizá el destino quiso que aparecieras en mi vida para darme una segunda oportunidad. Desde el día en que te conocí mi alma es tuya, tan solo tuya de nadie más.

El aire hizo caer unos pétalos sobre nosotros.

-Todo este tiempo sin ti..._ susurré_ Mi vida no tiene sentido si tú no estás a mi lado, Haru. No importa quién seas, nunca me ha importado. Haru Akira o Kirisato_ negué con la cabeza_ Te quiero, siempre te he querido y nunca dejaré de quererte.

Haru bajó su cabeza entrecerrando los ojos.

-¿Es una promesa?

-Es una promesa_ dije cerrando los ojos.

Nuestros labios se fundieron y nuestros cuerpos se juntaron bajo los pétalos de cerezo, sellando nuestra promesa para el futuro. Una promesa que nunca romperíamos.

Kirisato x OC Completo (Destined to love Otome)Where stories live. Discover now