° Duodécimo capítulo °

946 85 5
                                    

мιn yυrι

  Luego de una hora me enteré, por necesidad, que Nam tiene un gran baño privado con una hermosa bañera... Cómo sería hacerlo allí?... Aish porqué tengo que pensar con la otra cabeza estos días.

  Para cuando salí Nam me esperó con una taza de chocolate caliente y la saga de Harry Potter en la tv, le sonreí. Por un momento me gustaría dejar de pensar en eso estando con él...

  Nos recostamos en su cama y él me rodeó con uno de sus brazos dejándome descansar en su pecho. Él me comentó la cantidad de veces que vió estás películas y hasta interpretó alguno que otro diálogo.

  Llegada la tercera película, me invitó al patio para que estiremos las piernas. Antes de cruzar las puertas me sonrió y yo tomé su mano entrelazando nuestros dedos, a pesar que hacía algo de fresco el clima esta bastante agradable.

- Te quiero presentar a alguien -me llevó corriendo s través de el patio entre plantas y fuentes- Monie!

  Contuve la respiración al ver a un hermoso perro blanco corriendo hacia nosotros. Éste es bastante grande y cuando tuvo la oportunidad me saltó encima, yo lo acaricié algo dolorido por la caída y el solo lamió mi rostro.

- Lo siento! Estás bien? - Nam trató de apartar al animal, fracasando.

- Es tan hermoso! -lo abracé y empecé a darle mimos.

- Es raro -lo miré confundido- siempre que traigo a alguien suele ser indiferente o hasta les suele gruñir.

- Está cosita? -miré al can- pero si está cosita es una bolita de amor peluda~

- No estoy seguro de que sea tan pequeño -se río y sonrió mostrando sus hoyuelos.

- Ay pero quién es un perrote lindo? Tú, si tú, bebé gigante -le rasqué su pancita haciendo que mueva una de sus patas al compás.

  Jugamos como por media hora mientras Nam me contaba lo que le costó convencer a su padre de dejarlo tener un perro. El hombre al ser alérgico no puede estar cerca de estos animales, así que acepto mientras el perrito tuviera su casita medianamente alejada.

  Jugamos hasta cansarnos, los tres terminamos exhaustos en lo que recorrimos prácticamente todo el patio, ya tocaron las ocho cuando entramos a la casa jadeando y bebimos algo de jugo.

- No pensé que se caerían tan bien -me miró apoyado en la heladera mientras yo estoy sentado en la isla- me alegra mucho ya que es importante en mi vida.

- Creo entenderte, yo tuve un perro hasta hace dos años -miré el piso algo triste- era algo parecido a Monie solo que gris. Me acompañó literalmente desde que nací, Yoonie y yo lamentamos mucho el momento en el que no nos dimos cuenta del tumor que estaba creciendo en su pechito.

- Está bien -se acercó a mí y me abrazó a su pecho- estoy seguro que vivió una muy feliz vida con ustedes, más que cualquier otro.

- Bueno mejor cambiemos de tema -reí algo apenado- cuanta edad tiene ya monie?

- Ya cumplirá tres años, creo que serían como veintiuno en perro.

- Jajajaja, todavía es un cachorrito -abracé al mayor por el cuello de nuevo- estoy muy cansado...

- Quieres quedarte a dormir -lo miré con las cejas levantadas- claro, si tú quieres y tú hermano te da permiso obviamente, yo he ido a tu casa como si fuera la mía y creo que es jus-

- Hyung~ me encantaría quedarme esta noche -lo miré a los ojos y hice un puchero- me lleva hasta su habitación?

- Claro bebé -me abracé con mis piernas a su cintura y mis brazos lo agarraron bien del cuello, me sonroje al sentir nuestros cuerpos tan juntos y cercanos.

  Me acostó de espaldas a su cama y yo lo jalé para que caiga encima mío, lo abracé por la cintura y le llené su carita de bestitos hasta llegar a sus carnosos y esponjosos labios.

  El apoyó uno de sus brazos a mi lado para no aplastarme y con el otro me sujetó fuerte de la nuca acariciando mi cabello. Cuando tuvimos que separarnos el se recostó en la cama con las piernas algo flexionadas dejándome sentado en su regazo.

  Volvió a besarme y yo solo pude sentirme derretido en sus brazos que acariciaban mi espalda y caderas debajo de mi ropa. Yo también subí algo su camiseta sintiendo sus abdominales algo marcados y estremeciéndome al sentir el contraste entre sus frías manos y su cálido torso.

  Luego de un rato tomé lo más suave posible sus cabellos para alejarlo de mí y besar su cuello. El jadeó al sentir mis labios y lengua dejando algunas marcas y besos húmedos desde su mandíbula hasta sus clavículas.

- Joonie~ -lo volví a besar más brevemente- te quiero mucho.

- Yo también bebé, te quiero mucho mucho -me apegó a su pecho y bostece- estás muy cansado? No quieres cenar antes de dormir?

- Está bien oppa~ -ví un tierno sonrojo en su rostro- me presta algo para dormir en lo que le aviso a Yoonie Hyung?

- Claro! Ya mismo -lo ví abrir una puerta al lado de la del baño.

  Luego de llamar a mi hermano Nam vino con su carita algo nerviosa dejándome algo intrigado por la razón que pudo cambiarle su humor.

- Em... No encontré más de un pijama -se rascó la nuca- seguramente las Noonas se olvidaron de ponerlas a lavar...

- Hyung, no se preocupe. Yo con la parte de arriba estoy sobrado, me debe quedar como vestido -lo ví más relajado y con una leve sonrisa, me tendió una camisa roja con la textura más suave que sentí- oww es tan suave~

- Ya te conseguiré una para la próxima vez -me miró fijamente a los ojos y mi cuerpo se debilitó- puedes pasar al baño a cambiarte si gustas.

  Escapé al baño y olí la fragancia de la camisa, a pesar que tenía el perfume que siempre le huelo a Nam, tiene también olor a su cuerpo. Por raro que suene le siento un olor único a su piel.

  Me saqué la ropa quedando en bóxers y la linda y cómoda camisa, mis piernas se ven aún más blancas de lo que son en comparación al fuerte color rojizo.

  Al salir del baño mi vista se topó con mi hyung de espaldas a punto de subir su pantalón por sus rodillas, los músculos de su espalda están flexionados y sus muslos se notan firmes al igual que los músculos de sus brazos que se contraen y extienden según se mueven tapando la hermosa vista con esa tela roja.

- Bebé -me sonrió de lado, para luego voltearse y extender sus brazos hacia mí. Yo sin resistirme corrí para sujetarme de su cuello y empezar un profundo beso.

  Mis manos se sujetaron a su espalda notando cada movimiento ésta. Sus manos sujetaron entre mis nalgas y mis muslos, lo sentía jadear a la vez que presionaba cada delicioso músculo a mi paso hasta llegar a su abdomen bajo.

- Quieres seguir? -me miró bastante serio.

- Sí, quiero -le sonreí antes de que los dos calléramos sentados al borde de la cama.

  Empujando lentamente mi frente me hizo mirar hacia el techo para luego bajar con sus besos por mi cuello. También dejó marcas mientras yo me sujeto a su cintura.

  Fue desabotonando el pijama y bajando sus besos hasta llegar a mis pezones, jadeé cuando su lengua entró en contacto con mi botón y sentí su miembro endurecido frotarse suavemente al mío.





...

Hyung!~ || Namjoon x boy ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora