Cuidando del pequeño Harry

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°•8:30 p.m•°

Black había logrado ser rescatado por Kreacher pero lamentablemente su pierna, brazo y dedo no habían salido victoriosos.
Se tuvo que encerrar en su habitación después de ser curado, todo su cuerpo le dolía y un pote de helado era la única forma de entretenerse.

Harry sentía pena y aunque quería ir a verlo su Tío Remus le aconsejaba dejarlo solo porque estaba de muy mal humor.

∆Mansión de los Malfoy∆

Draco había sido utilizado como conejillo de india. Después de que Voldemort se diera cuenta de que la orden del Fénix había usado el método de convertir en niño al elegido para protegerlo, no tuvo mejor idea que copiarse y transformo al hijo de Lucius en un niño de cinco años para que se hiciera amigo de Harry y lo trajera directamente a su trampa.

—¿Cómo lograremos que llegue al cuartel de la orden, mi señor?—le pregunto Malfoy con algo de desconfianza. No quería perder a su hijo

—Lo dejaremos en las calles, algún miembro de la orden lo vera y... Lo siguiente ya es obvio.

—¿Por cuánto tiempo será eso, mi señor?

—El tiempo que sea necesario, Lucius. Ahora no pierdas tiempo y ve.

Malfoy con un dolor que decidía no mostrar, cogió la mano de su hijo y salió de la mansión hacia donde él creía que se localizaba el cuartel general.

∆Casa de los Black∆

El amanecer llego más rápido que nadie pudo imaginar, Harry se levantó por los gritos de un niño, corrió hacia el dormitorio de Sirius e ingreso no haciendo ruido.

—Papá—le susurro en el oído tratando de despertarlo—. Hay un niño que llora. Papá—Black parecía la bella durmiente—. ¡Papá!—grito. Impresionante ni eso lo despertó.

Harry se subió con cuidado en la cama y empezó a saltar encima del cuerpo del animago.

—¡Despierta, un niño está llorando!—gritaba con cada salto que daba—. ¡Despierta, tengo hambre!

Sirius por el dolor que estaba sintiendo, se despertó muy asustado. Su ahijado estaba saltando encima de su estómago, pero no le hacia mucho daño, Harry era muy pequeño para su edad y su peso parecía de un pequeño de tres.

—no respiró—dijo y Harry se bajó al instante—. ¿No... No deberías estar durmiendo?—le pregunto mientras respiraba profundo.

—Vi por la ventana, hay un niño muy pálido que está llorando.

—Sus padres ya vendrán por el—se dio media vuelta e intento volver a dormir.

—Esta solo ¿Y si el coco lo come?

Sirius abrió los ojos con temor. Se había olvidado de ese ser infernal. El coco, aquel monstruo que lo persiguió por años había vuelto.

Se levantó de la cama con una rapidez increíble, cargo a Harry y salió de la habitación.

—Tranquilo—le dijo a su ahijado—. Ese maldito come niños no te hará daño—se dirigió hacia el cuarto de Remus. Toco la puerta con desesperación—. ¡Amigo ayúdanos, está aquí, se quiere llevar a Harry! ¡Remus, se quiere llevar a Harry! ¡SE LO QUIERE LLEVAR!

El castaño salió de la habitación todo asustado sujetando su varita.

—¿Donde está, Sirius?—pregunto—. ¿Donde está ese maldito?

Black no contesto e ingreso a la habitación de su amigo, se metió en la cama junto con su ahijado y se taparon de pies a cabeza.

Remus frunció el ceño confundido.

—¿No decías que se iban a llevar a Harry?—pregunto.

—Esta afuera—le respondió Black con temor—. El coco se quiere llevar al niño pálido y luego vendrá por Harry. No debemos dejar que se lo lleve ¡No debemos, Remus!

—¿Coco?

—Si—se destapó—. El coco, ha vuelto—se volvió a tapar.

Remus suspiro cansado.

—Sirius, el coco murió—le mintió—. Tú y James lo mataron.

—No—negó con temor—. El está vivo.

—No, está muerto, ustedes lo encerraron en una caja, murió de hambre, ese fue su final—se sentó en un costado de la cama. Conocía muy bien que su amigo tenía un trauma con el coco y tenía que tenerle paciencia—. No le hará nada a Harry. Te lo prometo.

Sirius poco a poco fue asomando su cabeza.

—¿El coco no vendrá por Harry?—le pregunto miedoso— ¿El se ha ido?

—Si, se fue, hace años se fue. ¿Acaso te olvidaste de todas las noches que acampamos en el bosque para encontrarlo?

—No encontramos nada, James no guardo nada en esa caja, tal vez... Tal vez el coco nos engaño.

—El coco es invisible, pero James lo vio y lo atrapo.

—cierto, tienes razón amigo, el coco murió—salio de la cama con mas confianza—. ¡El coco murió!—rió feliz y salió de la habitación olvidándose de Harry.

Remus miro al azabache y decidió explicarle todo lo que había pasado.

—Tu padrino aún no supera ese trauma con el coco—le dijo—. La loca de su madre lo encerró en un clóset por más de once horas, solo tenía seis años, desde ese momento le aterra el supuesto coco que come niño en lugares oscuros y desolados.

Harry se sentó en la cama.

—¿Y atraparon al coco?—pregunto con inocencia.

—Tu padre le hizo creer que lo atrapo, estuvimos por mas de dos días acampando en busca de ese ser invisible—le dijo y le sonrió para tranquilizarlo—. Ese tal come niño no existe, solo es algo que dicen los padres por... Aún no comprendo porque lo dicen.

—Y no me come—sonrió más calmado Harry

—No, no te comerá—le dijo y despeino su cabello—. Ahora que estás despierto será mejor que bajemos a desayunar