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∆Mañana llena de encuentros∆

La mañana se hizo muy cansada, los niños aún no despertaban, y parecía que los únicos que estaban activos eran Tonks y Remus.

Ambos se encontraban en la cocina desayunando, estaban de lo más tranquilos hasta que ingreso Sirius, el animago se sentó al frente de ellos y los miro con una sonrisa muy falsa.

—¿Linda mañana, no?

—No, esta horrible—le dijo Tonks, tenía la mirada muy cansada—. Daría lo que sea por dormir unas horas más.

—¿Y por no vas a dormir?

—Debemos estar despiertos, Albus dejó en claro que no estemos confiados, debemos estar alerta para poder vigilar a Harry.

—Mm... ¿Y que hacían antes que yo llegara?

—Nada, Sirius—le dijo Remus—. Solo estamos desayunando.

—Ya hablen ¿De que conversaban?—les volvió a preguntar el animago fingiendo interés.

Remus resopló y trato de reprimir el enojo que le causaba estar en esa situación.

Tonks solo sonrió divertida y se acercó más al castaño. Luego miro a Black y le dijo:

—En realidad conversábamos sobre su pequeño problema, el me lo ha estado ocultando pero yo ya me enteré.

—¿Problema?

—Sirius, tu también debiste decirme algo, debí parecer una idiota todo este tiempo—le dijo Tonks con el ceño levemente fruncido.

—Oh... ¿Hablas sobre su...

—Si, Sirius, Tonks ya se enteró de mi licantropía—le dijo de mal humor Remus.

—Eso es bueno—opino el animago con una sonrisa triste—. Ahora nada se ocultan... Podrán ser  más unidos.

Remus lo miro confundido.

—¿De que hablas?—le pregunto—. Desde ayer has estado actuando raro.

—Eh... No, solo es el cansancio—le dijo con calma—. La pequeña edad de Harry me pone nervioso por momentos. Estoy bien, lunático.

—Bueno, si tú lo dices—murmuró Remus y luego desvío su mirada hacia Tonks—. ¿Crees que... Tengas tiempo para... salir esta noche?—le pregunto algo tímido.

—¿Esta noche?—le dijo con una sonrisa pícara y se acercó más a su rostro.

—Si... pa-para salir como amigos—le dijo nervioso

—Me encantará, será divertido—se acercó mucho más a su rostro con la sola intención de besarlo.

—¡Yo también voy!—dijo Sirius levantándose de un salto de la silla—. ¡Será una cita de tres!

Remus le mando una mirada asesina a su amigo, lo que menos quería era un estorbo.

—Puede ser una cita doble—opino Tonks—. ¿Tienes una dama que quieras conquistar, Sirius?

Black se rió a carcajadas por unos dos segundos. Se sentó de nuevo y se empezó a balancear hacia atrás en su silla.

—No tengo a nadie—le dijo—. Y dudo que alguna dama que logré conquistar.

—Tengo una amiga muy linda que puede acompañarnos—le dijo.

—Si eso sirve para ir con ustedes, entonces lo haré.

Remus negó despacio y algo molesto.

—Creo que lo mejor será postergar la salida—dijo a la pelirrosa para evitar que Black los siguiera—. Podemos solo conversar en algún café.

—Amo ir al café—comentó Black.

—Me había olvidado, soy alérgico al café—dijo Remus—. Mejor vayamos a un pequeño parque.

—Los árboles, los hermosos árboles y la tranquilidad—murmuró Black

—La playa, hace tiempo que no voy a una playa—miro a Tonks—. ¿Te gustaría ir a la playa?

—¡La arena, la divertida arena!—dijo Black antes de que Tonks pudiera abrir la boca para opinar.

Remus resopló y se resignó a la compañía innecesaria que haría su amigo.

∆Dormitorio de Harry∆

El azabache se sobo los ojos con cansancio y se fue despertando poco a poco. Se sentó en la cama y miro por los costados tratando de recordar su sueño.

Bostezo y se bajó de la cama, luego se dirigió rápido hacia su espejo y se empezó a mirar con extrañes, ya no era tan pequeño, los pantalones ya no le quedaban tan grandes.

—Ya no soy un renacuajo—se dijo feliz—. Ya no soy pequeño, ahora soy grande, muy grande—rió feliz y salió corriendo de su habitación para encontrar a su padrino y tío.

Llegó rápido a la cocina y los miro con una sonrisa de oreja a oreja.

—¡Soy alto!—les dijo—. ¡Ya crecí!

Remus, Sirius y Tonks lo miraron con asombro.

—¡Merlín!—exclamo Black y se levantó de la silla con total felicidad—. ¡Mi niño creció dos centímetros!—se acercó a él y lo cargó— ¡Ya es un hombre, ya es un hombre!

—¡Si, ya soy un hombre!—dijo feliz—. Ahora podré hacer cosas de hombres.

—En ese tema lo dudo, tu pequeño cuerpo  no está apto para....

—Lo que Harry quiere hacer como hombre es tal vez comer algún alimento que sea delicioso y muy malo para su salud—le dijo Remus para evitar que su amigo mencionara algo fuerte o fuera de lugar.

Harry sonrió y miro a su padrino.

—Quiero comer filete—le pidió—. Y mucho helado de vainilla.

—El helado te puede enfermar, cachorro.

—Pero ahora ya no ¡Soy un hombre!—dijo feliz.

—Cierto, ya me había olvidado—murmuró el animago divertido.

Cuidando del pequeño Harry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora