6: Flores marchitas

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Todoroki pasaba cada dos o tres días a comprar flores sin hablar con nadie solo entraba y salía.

Había hablado con Uraraka hace como tres semanas después del incidente, fue ella misma que le recomendó mantenerse un poco distanciado aunque a Todoroki no le pareciera del todo agradable, nunca podía olvidar lo que había sucedido aquel día y siempre compraba flores nuevas, aún tenía la idea de regalarle alguna planta, pero no había encontrado nada que le pareciera apropiado, le gustaba los tulipanes le recordaban un poco a su mirada, pero eso también lo lograba con las rosas, amapolas, petunias, incluso con la ketchup o cualquier objeto de color similar. Pero nunca llegaba a convencerse del todo, si tuviera que escoger entre tantas flores, no tendría más opción que regalarselas todas.

Caminaba en la estación del metro que debía de tomar para llegar a casa cuándo deslumbró una florería, era bastante más pequeña que el de las chicas, sin embargo este tenía algo peculiar, estaba lleno de muchas flores que en la tienda de Midoriya no había visto, se acercó rápidamente motivado por la curiosidad y por las ansias de encontrar algo que le recordara a ella.

Bakugo había llegado al trabajo en la mañana mucho más abrigada, la épocas frías no era su fuerte, de hecho debido a que necesita algo de dinero tuvo que buscar trabajo, solo por eso, si fuera por ella se mantendría todo el día en cama.

Suspiro frustrada esperando la hora de almorzar como estaba de vacaciones por parte de su Universidad decidió ayudar a midoriya con el trabajo que ella mantenía con su madre, así mataba dos pájaros de un tiro al conseguir trabajo y ayudar a su amiga. Izuku de vez en cuando salía por asuntos de trabajos escolares y hoy era uno de esos días, estaba completamente sola desde la mañana, lo peor era que sentía sus ánimos por el suelo, contando con ello también tenía que lidiar con el intruso de Todoroki quien solía venir 2 o 3 veces a la semana por un ramo nuevo, ni ella ni Izuku sabían el porqué, la menor solo le atendía hasta que se iba, no había comentario alguno desde el día que le propinó un golpe en la tripa. La pequeña campana de la tienda la alertó de un nuevo cliente

—Hola... —la chica miró al medio albino con molestia 

—Hablando del rey —se dijo a sí misma mientras se levantaba —¿qué diablos quieres? —el chico se bajó un poco la bufanda que tenía para hablar mejor

—Un ramo —ella no tenía elección, era decirle que no o era perder dinero de la familia de midoriya, suspiro rendida asintiendo con la cabeza, no podía hacer eso pues no era tan despiadada como muchos le creían. 

Mientras armaba el ramo no pudo evitar mirar al chico, se veía demasiado distraído mirando constantemente a todos lados y ocasionalmente viéndola de reojo, se veía realmente patético, se fijó en el ramo que tenia en manos, ella no se aguantaría tanto tiempo

—Oye bastardo —dijo con neutralidad sobresaltado al chico con su llamado

—Soy Shoto —respondió un poco nervioso por la tranquilidad en ella, observo con detalle como una de las manos de la rubia recogía con delicadeza uno de sus mechones dejándolo reposar detrás de su oreja, pasó su vista hacia los labios de la chica

—Como sea, —ella se detuvo observando el ramo —¿Crees que soy idiota o algo parecido? 

—¿Qué? —él se acercó a ella, mirando su rostro ahora un poco menos relajado

—¿Qué tanto planeas viniendo cada cierto tiempo? ¿Qué carajos le haces a las plantas que vienes a comprar? ¿Qué demonios quieres? —el chico se quedó quieto unos segundos, a pesar del frió podía sentir como algunas gotas de sudor se formaban bajo de su perilla, la cercanía de la rubia tampoco ayudaba mucho

—Bueno, se marchitaron... —mencionó con sencillez, descolocando a Bakugou por completo

—¡¿CÓMO?! —Todoroki no entendió aquella reacción —¡TU MALDITO IMBÉCIL, NO MIENTAS!

—¡No miento! —dijo intentando no sonreír, ella estaba bastante roja por la rabia y ciertamente le estaba comenzando a gustar esa actitud, era tan contradictoria a su apariencia pero a la vez le quedaba, una rareza de verdad encantadora a los heterocromaticos ojos del muchacho

—La tonta de Deku te hizo un ramo que debía de durar por lo menos cinco o siete días intacta —ella lo sujeto de la camisa —no me salgas con estupideces como esas...

—¿No me crees? 

—¡Por supuesto que no! —todoroki miro a la chica, su estatura era considerablemente diferente ella apenas si le llegaba al cuello, podía apreciar mejor esas largas pestañas color ceniza, recordó el día en que la llamó por su apodo, sin saberlo, había oído tantas veces a la menor llamarla asi que penso que era su nombre más tarde fué la misma Midoriya quien dio su nombre, sin embargo, quería que ella fuera la que se lo dijera

—Entonces comprobémoslo Kacchan —sonrió algo malicioso, demostrando lo mucho que la situación le divertía, Bakugou se sonrojo por el apodo, volviendo a sentir la sensación de temor que sintió al escucharlo aquel día, dejando una expresión nerviosa que solo logro hacer aquel bastardo y eso logró animarla más a descubrir que planeaba, ella sería quien le pondría fin a ese imbécil.

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Continuará...  

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Holis, holi, holiwis

Alguien me dijo que mi historia era algo lenta y yo solo dije meh!, pero luego pensé en que tenia razon asi que dos capitulos por mes (todo lo demás puede esperar), así lo terminaré este año  (⌣̩̩́_⌣̩̩̀)

Me retiro a dormir, hasta siempre Niio.

Dramatic/TodoBakufem/AU/HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora