Bakugou estaba una vez más en su trabajo, había algunos días libres después de tanta labor universitaria, estaba por terminar un período de duros exámenes, hace bastante tiempo que no salía de los dormitorios compartidos y se relajada mientras armaba un ramo de flores frescas. Últimamente le gustaba más estar ahí que con su compañera de cabello rosa, las flores le daban un dulce aroma y una visión bonita casi a diario, estar en ese lugar era simplemente tranquilo, además, las visitas de Todoroki al lugar se le hacían cotidiano.
Él iba casi todos los días a verla y conversar, se tomaban un taza de café juntos mientras conversaban de cosas cotidianas o personales, no sentían incomodidad como cuando por primera lo vio entrar a la florería.—Bakugo~san—giró el rostro para observar a una mujer de baja estatura, el color de cabello similar al verde de las hojas y ojos de un mismo tono, era la madre de su amiga, Midoriya Inko
—¿Qué? —contestó de manera seca, la mujer no se sintió intimidada por la actitud de la muchacha, sabía perfectamente que ella no le estaba faltando el respetó, simplemente era así
—¿Tu amigo no vendrá hoy?
—¿Mi amigo...? —Bakugo no tardo en captar a quien se refería—El bastardo mitad mitad dijo que no podría pasar hoy, cosas laborales...
—Oh... —dijo algo decaída —había preparado un poco de soba, como mencionó que le gustaba, es una lastima
—.... —Bakugo miro el paquete y la mirada casi suplicante de la mujer
—He Izuku no está aquí, se va a desperdiciar...
—...
—Que pena, de verdad...
—...
—Tal vez ni siquiera se este alimentando correctamente
—...
—Y tiene tanto trabajo por hacer...
—...
—Pobre muchacho, debe estar tan solo...
—¡CARAJO! —la mujer dio un pequeño brinco, viendo como Bakugo tomaba el paquete con poco cuidado —¡¿SI DEJÓ ESTA MIERDA ME DEJARA TRANQUILA!? —una sonrisa pequeña pero muy alegre fue la respuesta de la mujer.
Bakugo sabía perfectamente cual era el apartamento del chico, no tenía ganas de avisar que iba a su hogar y menos podía negarse a ir, porque de alguna manera las palabras de la señora Midoriya pesaron en sus hombros. De todas las cosas que pasaron en su cabeza en ese momento una le llegó como una puntada al corazón "... Debe estar tan solo... " Hablar con él diariamente, ya sea por mensajes de texto o así en persona para ella se había vuelto cotidiano de manera tan rápida y natural que pensar en Todoroki sólo, no le gustaba, divagaba en sus conversaciones con el albino, hablando de como se sentía un poco triste por no poder ver tan seguido a su madre y hermanos.
Exhaló, no sabía cuanto tiempo había pasado desde que el timbre resonó, escucho que alguien se acercó hasta la puerta y abría lentamente,
—¿Katsuki? —sus cejas se contrajeron un poco, el mayor se veía cansado, sus ojos algo opacos y su piel tan blanca que daba mal gustó, ella extendió un brazo, al tiempo que volteó la mirada tratando de evitar preocuparse más por él
—La madre de Deku te envía ésto —Shoto toma el paquete con impaciencia, sabiendo lo que es por el olor, cuando vio la soba caliente una sonrisa de gusto apreció en su rostro. Bakugo miro con algo de incomodidad la acción del chico, parecía un niño hambriento —¿Hace cuánto que no comes?
—Desde las 11 a.m—ella cerro los ojos al sentir su cuerpo caliente, aguantando sus ganas de gritar, pues ya eran las 7 de la tardé
—¿Tan jodido es el trabajo de tu viejo, que no puedes comer? —él separó su vista de la comida para ver a su más querida y según él preciosa amiga, por el momento.
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Dramatic/TodoBakufem/AU/HIATUS
Fiksi PenggemarLas chicas, un tema poco explorado para un ya adulto Todoroki, tan lejano le pareció el tema de salir con chicas durante su juventud que, cuando por primera vez se vio interesado en una, absolutamente todo salia mal.