Capítulo 4 "Prometidos"
La chica despertó poco a poco, adaptándose al lugar donde se encontraba, lentamente comenzó abrir sus ojos, sentirlos irritados e hinchados no era nada placentero, sintió la comodidad de su cama, lo supo, ese lugar era su habitación; se sentía realmente cansada, recordó todo lo que había sucedido aquella noche y las lágrimas comenzaron derramarse de nuevo. Se acordó de su amigo y lo busco por la habitación más no lo encontró, miro hacia la ventana que se encontraba entre abierta, sintió un aire helado que le congelo el cuerpo se abrazo a si misma y sintió su piel, sorprendida se miro a si misma sin su vestido, lo busco por la habitación y lo encontró sobre una silla mojado, aun empapado por la lluvia de ayer. Sus mejillas se tornaron rojas de la vergüenza, aquel gato se había encargado de llevarla a su casa y quitarle su vestido.
-Buenos días hija.
La chica tapo su cuerpo con la sabana al escuchar la voz de su madre entrar por el cuarto.
-Marinette, estuviste llorando toda la noche.
La mujer se acerco a su hija quien la abrazo para volver a derramar en llanto su dolor.
-Ya nada importa mamá… Nada importa.
Los rayos del sol comenzaron a filtrarse por las ventanas del palacio, numerosas personas caminaban por el castillo desde temprano haciendo su respectiva labor. Dentro de unos de los aposentos se encontraban dos chicos y uno de ellos aun dentro de cama visiblemente enfermo.
-No entiendo como lo pudiste dejarlo salir Nino, el sabe que mojarse y dejar que la ropa se seque en el cuerpo es malo, no se como hacer para que entiendas Adrián.
La reina caminaba de un lado a otro dentro de aquel cuarto regañando a ambos chicos quienes le ocultaban el porque del escape de su hijo a altas horas de la noche. El príncipe había atrapado un resfriado.
-Mamá salí cuando Nino estaba dormido y no supe cuando la lluvia empezó, entonces acampe debajo de un árbol junto a mi caballo, ¡achu!
-Su majestad, prometo cuidarlo, no permitiré que se levante o haga algo tonto.-dijo Nino.
La reina miro a ambos chicos y no confiaba en ninguno de los dos, sabia de antemano que Nino le ocultaría las travesuras o tonterías que su hijo hiciera, era así desde pequeños, desde que asistían a la escuela real era lo mismo. Suspiro resignada, no tenia a quien más confiarle, incluso su sirviente Plagg, era cómplice de su hijo. Salió de la habitación dejando a ambos amigos solos.
-Oye Adrián ten mas cuidado, tu mamá puede descubrir tu identidad como Chat Noir.
-Lo va hacer si lo gritas así de fuerte- dijo el rubio tocando su cabeza como signo de un fuerte dolor de cabeza- pero vale la pena la enfermedad, Marinette estará conmigo Nino, ya no se ira de mi lado.
-Pudiste demostrar que lo que decías era cierto.
-Estuve a punto de utilizar cataclismo con ese idiota, pero Marinette me detuvo, no quiero verla así nunca más Nino.
-De verdad que la amas Adrián.
-Daría mi vida por ella de ser necesario.
-Adrián, no crees que fuiste muy petulante ese día, que le juraste que ella sería tu esposa.
-Prometo disculparme en cuanto la vea.
-¡Adrián! Me dijo mi tía Elizabeth que estas enfermo.- Dos princesas entraban al recinto, mientras Lila llegaba para abrazarlo.- yo seré quien te cuide y estaré contigo hasta que te mejores.
-Ehhh… gracias pero Nino y Plagg lo harán Lila, muy amable.
-Déjate consentir hermano-dijo Chloe- quien mejor que una mujer para que te cuide. Y con Lila estarás más que bien.
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lección de amor MLB
RomantikMarinette odia al príncipe Adrián por obligarla a casarse con él, sin saber que recibira la más importante lección de amor. Pasen y leanlo