Un oso para papá.

¿Primera cita? Cap. #12

Capítulo dedicado con cariño a Angel22heart uno de los ganadores de ¿Cuál es la pregunta de Marcello? ¡Felicidades! 🎉
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Después de todo el alboroto armado en la oficina de Evans se creó un silencio profundo esperando la respuesta del robusto secretario, quien tenía pena de sobra en ese momento, ya había llegado hasta ese punto, no se echaría para atrás, aunque la presencia de la castaña allí le atemorizaba de cierta forma, y eso; Evans lo pudo notar.

—¿Sarah?—inquirió su jefe, haciendo entrar en razón a la castaña que estaba tan emocionada como cualquiera esperando la pregunta que el oso quería articular.

—¡Oh, es cierto! Tengo cosas que hacer... bueno, ¡nos vemos chicos!—se despidió la mujer, pero no sin antes, una vez que estuvo atrás del enorme hombre; le hizo señas a su amigo con la mano, mientras que con una hacia un círculo uniendo el dedo pulgar y el índice la otra solo tenía el dedo índice señalando el círculo, creando así una señal de "penetración" a la vez que con su boca simulaba gritar "¡DI QUE SI!" con expresiones faciales y toda la cosa, así que el sonrojado Evans la ahuyentó con un gesto de manos, haciendo voltear al secretario, que la vió y sonrió al instante.—Oh, si, ya me iba por aquí... por la puerta...—decía mientras abría la dicha.—la estoy abriendo y... estoy saliendo... ¡los amo chicos!—dijo por último, cerrando la puerta.

—¿Decías, Marcello?—inquirió nuevamente su jefe, esperando la pregunta, sentado de una forma tan recta y perfecta en su asiento detrás de su escritorio; haciéndolo ver tan exquisito a la vista del osito, que sólo quería írsele encima y desgarrar todas sus prendas.

—Yo...—empezó a articular pero la alarma de su celular comenzó a sonar, interrumpiendo el momento.—¡rayos! Señor Brown, luego le haré la pregunta, ahora tenemos que salir de aquí porque se nos hace tarde para llegar al proyecto de remodelación del restauran.

—¡Vaya, se me había olvidado! Soy pésimo para esto de las horas y la puntualidad, que bien que te tengo.—le sonrió, parándose de su escritorio y caminando hacia la salida de su oficina, cuando esta se abrió, dejando ver al novio actual de Victoria.

—Evans, aquí está la lista de precios que nos otorgaron los ingenieros y arquitectos, ya tu harás eso que sabes hacer y bla, bla... nos vemos.—le dió dicha lista y salió de su vista.

—¿Y ese quién es?—preguntó Marcello, intrigado por la poca atención y profesionalismo con el que el tipo trabajaba.

—El futuro esposo de Victoria, un completo inútil. También trabaja en este piso ejerciendo lo mismo que yo, según sé... aunque con trabajo sabe respirar, ciertamente me estresa.—le explicó su jefe mientras se dirigían al elevador y así; bajar a la primera planta, para después proseguir a salir del edificio.

—Señor Brown, perdón si es muy personal la pregunta pero... ¿no le es incómodo o le molesta verle la cara al tipo que se casará con se ex?—le preguntó Marcello genuinamente interesado en saber, mientras que caminaban rumbo al estacionamiento.

—Es gracioso que lo preguntes Marcello...—le respondió con una risa.—pero me da igual, ¿por qué? Pues realmente jamás quise a Victoria, ni para novia ni nada por el estilo.—explicaba mientras llegaban al estacionamiento, y sin tardar mucho llegar al carro del ejecutivo ya que su lugar es privilegiado por el puesto en el que está.—¿Entonces como tuvimos a Chris?—hizo la pregunta que Marcello quería hacer.—Bien...—le dijo ya una vez dentro del automóvil, encendiéndolo y acelerando para salir del lugar rumbo a su destino.—fue cuando éramos un poco más jóvenes, aún tenía algo de "vida social", salía a fiestas y bueno; Victoria y yo teníamos algo como una amistad, aunque sólo la consideraba mi conocida, debo admitir que si iba a ese tipo de fiestas era por ella, ya que siempre le he gustado me invitaba a acompañarla diciéndole a todos que yo era su "novio"; cosa que era totalmente falsa, está como obsesionada conmigo, no es amor ya que se mete con cuánto hombre se le atraviese.—el oso escuchaba atentamente a su futuro esposo, cof, cof, a su lindo jefe.—Un día en una de esas fiestas me ofrecen marihuana, y bueno; como todo joven tonto la probé, bebí demasiado alcohol y fue entonces que Victoria se aprovechó de que estuviera en ese estado, tuvimos relaciones y quedó embarazada de mí para enredarme en un matrimonio forzado.