Después de unas cuantas horas de diversión de dos hombres en un juego al que se le denominaba "El Oso y el Cazador" ambos varones estaban más que satisfechos y exhaustos acostados en su cama, sin duda había sido de las mejores sesiones de sexo apasionado que han tenido.
—Amor, creo que es hora de ir por los niños para pasarlos a su cama, ¿no crees?—inquirió Evans acariciando el velludo pecho de su amante, quien sonrió.
—Me siento demasiado feliz cuando escucho eso.—responde el italiano, haciendo sonreír al castaño, aunque dejándolo intrigado sin saber el porqué.
—Estoy esperando una respuesta.—le dijo, mientras posaba sus dedos índice y medio en la barriga de su amante, para después empezar a caminar con ellos por la piel de su novio.
—Pues mira que siempre he querido una familia así, ¿sabes? Hijos...—habla.—y siento que contigo lo tengo todo, vienes con todo lo que me complementa, es fascinante como encontré todo sin buscar nada.—Al escuchar ello Evans sólo podía sentirse cálido, querido, en el lugar indicado.—Hey, pero eso no impedirá que yo siga queriendo intentar poner un hijo allí, seguiremos intentándolo de la forma convencional.—agrega con una gran sonrisa y su jefe sólo ríe ante dicho comentario.
—Te amo...—le dice con toda la sinceridad del mundo y el oso siente una alegría incipiente al escuchar aquella frase.—ya es tarde... ¿Por qué se tardarán tanto?—cuestiona viendo la hora en su móvil.
De pronto se escuchó un grito, sabían perfectamente de quién era.
—¡FRANCISCO D'MORELLI BENDETTI ERES UN ESTÚPIDO IRRITANTE!—se escuchó la gran declaración.
—Beth...—se dijeron el uno al otro los dos hombres.
—Hay que ir por los chicos.—dijo el castaño mientras se paraba de la cama y se vestía.
—Ve, ahora mismo te alcanzo.—le indicó el oso a lo que Evans asintió. El más robusto también se paró de la cama y se dirigió hacia su balcón, para ver lo que sucedía donde la piscina. En cuanto miró hacia abajo pudo observar a su sobrino y Myles, parecían estar hablando de algo, pero no lograba escuchar bien de qué.
—¡No me toques!—le gritó Myles, quitándose las manos de Paco de encima, ante esto Marcello sólo pudo alzar las cejas en señal de sorpresa; no estaban hablando solamente, se escuchaba como una discusión. ¿Qué pasará allí abajo?–pensó y intentó concentrarse en la escena. Tampoco pudo escuchar lo otro que dijeron, pero vió como el Myles le daba la espalda a su sobrino de manera drástica para salir de allí, viendo cómo Paco arrojaba su vaso a la piscina aparentemente enfadado. ¡Rayos! ¡Qué intenso!–pensó mientras posaba su palma en el pecho.
—¿Cariño?—inquirió Evans, sorprendiendo a Marcello quien volteó a verlo; traía a Chris en los brazos.
—Amor, perdona, creo que tendrás que traer a Brady también... me parece que éste es un momento en el que debo de acudir como figura de adulto mayor a aconsejar a Paco, parece haber peleado con los chicos.—le cuenta su novio.
—Oh, bien... corre.—rió el mayor. Sin pensarlo más el italiano salió de la habitación, se dirigió al ascensor y antes de tomarlo se topó con Myles, quien iba como alma que lleva el diablo.
—¡Hey...!—intentó saludar de manera alegre pero éste pasó de largo.
—Buenas noches señor Bendetti.—respondió de forma corta y certera siguiendo su camino.
—Wow...—dijo para sí mismo, fue hacia el elevador y bajó a la primera planta del edificio, pasó el living, después vio a su sobrino/primo sentado frente a la piscina, se dirigió lentamente hacia él y se sentó a su lado.—hace una agradable noche, ¿no crees?—formuló para entablar una conversación.
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Un oso para papá.
ComédieUn oso para papá. Sinopsis: El pequeño Chris siempre se ha preguntado por qué su papá no tenía un oso de felpa como él... y es que la respuesta es ¡Que a su padre le gustan otros tipos de osos! El padre de Chris es Evans, un gran e importante ejecut...