De regreso al trabajo. Cap. #25

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Eran las 8:10 de la mañana, Evans estaba sentado en la mesa de junta ejecutiva junto a sus compañeros de trabajos, dentro de los que también se encontraban Victoria, su esposo actual Alex y Sarah, todos escuchando atentos las indicaciones del jefe de la división de finanzas.

Solo hay personas que llevan mucho tiempo trabajando aquí, no hay nadie de los nuevos.–pensó el castaño.

—Esto se salió de control, se sabía que había pérdidas al final del mes, y en efecto se habían estado investigando con nulo avance, pero los robos se han incrementado en valor, ya no es poco dinero con el que podamos decir "oh, bueno, no es mucho".—explicó el hombre.—El señor Richard está sumamente molesto, atendería el asunto él mismo pero como sabrán por la prensa, el hombre tiene asuntos familiares que atender.—todos asentimos.

—¿No es raro que no hayan encontrado al responsable ya? pareciera que está protegido.—comenta Sarah.

—Así es señorita Morris, parece que él o la culpable conoce perfectamente el área porque no ha dejado indicios ni pista alguna, lo que nos lleva a lo siguiente...—dice.—los investigadores apuntan a que es alguien del área de finanzas.—sentencia, dejando un aire de incertidumbre en el ambiente.—El incremento del valor monetario se ha dado en estos últimos meses, por lo que creemos qué hay alguien más implicado de las personas recién contratadas de al menos dos meses hacia acá.

—¿Están seguro de ello?—inquiere Victoria.

—Las investigaciones dicen a que son al menos dos personas las implicadas, una que lleva tiempo en el lugar y otra relativamente nueva.—habla.—Así que manténgase atentos, por si pueden contribuir con alguna información valiosa para el caso.—todos asentimos.—Bien, sería todo, que tengan un buen día y los veo de nuevo el lunes para el regreso formal después de vacaciones.

—Este asunto me pone los pelos de punta.—comenta Sarah una vez que estamos fuera de la oficina dirigiéndonos al elevador para bajar a la primera planta.

—Pensé que en México este tipo de casos son muy normales.—respondió Victoria metiéndose al elevador también.

—Te insultaría pero la verdad es que si.—contestó la castaña suspirando.

—Uhh... personal nuevo de unos meses para acá... Evans, ¿me recuerdas cuando entró tu secretario a trabajar?—cuestionó con doble intención la rubia.

—No me vas a amargar el día, Victoria.—respondió el castaño intentando ignorarla.

—¡Sólo digo! No hay que cerrarnos a la idea, ya saben, no todos son lo que aparentan.—agregó.

—Eres un claro ejemplo, querida, no te preocupes.—replicó la mexicana, haciendo que la otra mujer bufara para después salir del lugar molesta.—A todo esto Evans, ¿con quién se quedó el bombón?—cuestionó.

—Pues...

(...)

Mientras tanto en la residencia Brown se encontraba el italiano jugando con Chris y su nueva mascota, mientras los abuelos Brown observaban sentados en unas sillas tomando limonada.

—¿Ya has decidido que nombre le pondrás?—inquirió el secretario.

—Ted, creo que podría ser el hermano mayor de Teddy.—respondió el pequeño haciendo sonreír al mayor.—¿Ah que te gusta el nombre, grandote?—le dice al can, quien se le va encima para lamerle la cara moviendo la cola de un lado a otro.

—Se ve que si...—hablaba Marcello mientras ayudaba a quitarle al animal de encima.

—Hijo, iré con tu abuela a hacer unas compras antes de empezar nuestro viaje de regreso, ¿quieres quedarte con Marcello o gustas acompañar a tus abuelos?—cuestionó el suegro del italiano.

Un oso para papá.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora