Tu amigo es odioso. (EDITADA)

14. Gripe.

Me levanté, me duché, me vestí con lo de siempre. Bajé.

Estaba oscuro. Miré el reloj. 4:33 am. CÓMO?

Mamá salió de su habitación.

-Aly. Qué haces levantada?

-Me desperté sola.

-Bueno... Quieres desayunar conmigo?

-Sii!- Dije. Mamá había hecho galletas caseras la noche anterior. Así que desayuné galletas y leche, con tostadas. Mamá se fue a las 6:05, como todos los días y yo busqué cosas que hacer.

Busqué mi croquera vieja y comencé a ver los dibujos. Recordé cuando James sufría de sobre peso y temía que ninguna chica lo quisiera. Comencé a dibujar una foto de Luke, él era lindo, pero había algo raro en él, talvez que me entendía mucho... no se...

Llegó Pamela con Logan y Kendall.

-Y Carlitos?

-Está enfermo. Tiene gripe, vomitó toda la noche.-Dijo Kendall. Estaba más pálido de lo común.

James bajó en pijama. Se acercó a nosotros. Estaba pálido también, ojerozo, y los labios tiritantes.

-Aly. No me siento bien. Creo que no iré a clases. Mandalé saludos a las chicas.- Se volteó para subir y a mitad de camino comenzó a vomitar. Vomitó tanto que casi parecía manguera.

-James!.- Tomé una toalla y corrí hacia él. Le limpié la boca y lo ayudé a subir. Esquibé el vomito y seguí subiendo.

Lo dejé en su habitación con una toalla por si vomitaba de nuevo y bajé. Pamela limpiaba y los chicos tenían cara de asco.

-Iré a ver a James.-Dijo Logan. Subió.

-Pamela gracias por todo. Creo que hoy los chicos y yo nos podemos ir solos.-Dije.

-Claro. James necesitará cuidado. Bien. Sus almuerzos están en la cocina.-Dijo con una sonrisa.- No puedo creer que no te de asco ver vomitar a tu hermano.

-Tú lo has dicho. Es mi hermano. Por él cualquier cosa.

-Está bien. Kendall, cariño. Ve a buscar a Loggie.- Loggie? Es broma verdad? Lo molestaría el resto de la vida con eso.

-Claro Pamela.-Subió. Bajaron los dos. Kendo con cara de asco y Loggie con cara pensativa.

-James se pegó la gripe.-Dijo serio.

-Cómo digas "Loggie". Ve por tus cosas. Tu mamá no nos puede ir a dejar.

-Hey!- Me miró molesto. Sonreí en su cara. Se sonrojó levemente y se fue a buscar sus cosas.

Cuando ya estuvimos todos listos salimos de la casa. Pamela nos repitió que tuvieramos cuidado al menos 10 veces. Me puse los audifonos. Los tres ibamos con audifonos. Kendall se veía pálido y ojeroso. Llegamos tarde a la escuela.

-Debe quedarse afuera hasta el cambio de hora. Puede pasar a la sala de castigo.- Dijo el profesor de matemáticas. Fastidioso.

Salí y me fui a la sala de castigo. Entré y me senté. Me puse los audifonos. Llegaron Henderson y Kendo a mi lado. El primero me quitó los audifonos y el reproductor.

-Damelos.

-No.

-Que me los des.- Me paré amenazante. Kendall se veía cada vez peor.

-No te los daré.

-Si lo harás.

-Solo lo haré si haces mi tarea durante el resto del mes.- Dijo. Tonto. Ese día era 31.